Título: Reloj de dama estilo lepine de muy elegante esfera en inusual esmalte violeta Sky Blue.

Referencia: MIARB Nº 1.241 JDBC.

DATACIÓN HISTÓRICA: Siglo XIX, circa 1.890

    En 1890, ocurrieron varios eventos importantes en todo el mundo coetáneamente a la fabricación de este reloj: Masacre de Wounded Knee: El 29 de diciembre de 1890, se produjo la masacre de Wounded Knee en Dakota del Sur, Estados Unidos. Durante un enfrentamiento entre la tribu Lakota Sioux y el ejército estadounidense, murieron cientos de nativos americanos, incluyendo mujeres y niños. Nacimiento de Adolf Hitler: El 20 de abril de 1890, Adolf Hitler, quien más tarde se convertiría en el líder del Partido Nazi y en canciller de Alemania, nació en Braunau am Inn, Austria. Primera película proyectada públicamente: El 28 de diciembre de 1890, se proyectó públicamente la primera película, titulada «Workers Leaving the Lumière Factory» (La salida de los obreros de la fábrica Lumière), creada por los hermanos Lumière en Francia. Conferencia de Berlín sobre África: En 1890, las potencias europeas se reunieron en la Conferencia de Berlín para negociar y delimitar las áreas de influencia en África, lo que condujo al reparto colonial del continente .Nacimiento de Dwight D. Eisenhower: El 14 de octubre de 1890, nació Dwight D. Eisenhower, quien se convertiría en general del ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente en el 34º presidente de los Estados Unidos.

    Reloj de dama estilo lepine de muy elegante esfera en inusual esmalte violeta Sky Blue sobre cobre convexo con elegante numeración arábiga en esmalte negro sobre cartucho blanco perimetrado con bordón a rallas en oro.

    Reloj dotado de caja en hierro ferroso con pulsador de cambio horario a las 13 horas y la anilla de suspensión el colgante y la corona ranurada a las XII.

    El escape de cilindro fue inventado por el maestro relojero Graham, en el año 1720. Supuso una mejora substancial con respecto al escape de rueda catalina, y en su última época el de cilindro es coetáneo con el de áncora.

    El cilindro tiene forma de diminuto tubito de acero bruñido y provisto de una hendidura o muesca en la que penetran los dientes de la rueda, estando los dos extremos del cilindro cerrados por dos taponcitos de acero.

    “Suiza se incorporó relativamente tarde a la producción relojera, aunque con anterioridad tuvo eminentes artífices que hubieron de realizar su obra en la emigración, como es el caso de Jost Burgui, en el siglo XVII. Curiosamente la paulatina implantación de este arte en el país helvético se produce como si fuese causa de un desplazamiento de la actividad de un país a otro. Las manufacturas se fueron instalando originariamente en el cantón de Neuchatel, por su proximidad a la ciudad libre de Ginebra, que llegó a saturarse con motivo de la expulsión de los hugonotes de Francia.

    En 1541, el reformador Jean Calvin (Calvino) que era entonces alcalde de la Villa, prohibió totalmente la confección de joyas religiosas y civiles. Poco después, el Reglamento de los Orfebres de la Villa, de 1556, fue redactado de tal forma que condenó de hecho a desaparecer a estos artesanos, de los que había abundantes y muy competentes en Ginebra.

    Pero en la misma época, refugiados extranjeros, expulsados de su país por causa de la Reforma, llegaron de Francia, de Flandes y de Italia, y se refugiaron en Ginebra, la villa de Calvino. Como entre ellos hubo relojeros y las ideas nuevas se acompañan de oficios nuevos, fueron los iniciadores de los artesanos ginebrinos que encontraron en la confección del reloj un nuevo campo de trabajo adecuado para reemplazar su antiguo oficio.

    Desde entonces, la relojería se destaca rápidamente de las otras artes ornamentales para llegar a ser una profesión nueva e independiente. A fines de siglo, Ginebra ha adquirido una reputación de excelencia en este campo. Al aumentar en número sin cesar, los relojeros deciden agruparse y reglamentar su profesión. En 1601 la “Maîtrise des horlogèrs de Genéve” será la primera corporación relojera del mundo.

    Con la aparición de los primeros relojes de bolsillo con aguja de minutos, la relojería toma el primer lugar entre las industrias de la ciudad. Antes de finalizar el siglo XVII, la relojería ginebrina es tan floreciente que hace escribir a los historiadores de la Villa: “Ginebra está congestionada de relojeros”. De hecho, son más de 500, situación que obliga a algunos de ellos a emigrar a lugares menos saturados: Nyon, Neuchatel, Berna, Basilea y hasta Ispahan, Pekín, etc.

    Después de su ocasional anexión a ese país, entre 1788 y 1814, Ginebra se incorpora definitivamente a la Confederación en 1815 y a partir de esa fecha todo es ya reloj suizo.

    Nombres como los de Jeanrichard, Jaquet Droz, Ducommun, Perrelet, Courvoissier, Berthoud y Breguet – estos dos últimos triunfadores en París – llenan capítulos interesantísimos de la relojería suiza.

    De todos es conocido el rápido desarrollo de la industria relojera suiza, a partir de la época industrial, y hasta nuestros días, que ha abarcado simultánea y sorprendentemente todos los géneros posibles, todas absolutamente las especialidades, desde la relojería de edificio hasta los más minúsculos cronógrafos de pulsera, y que ha producido y produce obras de altísima calidad y compleja mecánica”.

    (Texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)

    “Hoy en día la relojería Suiza es sinónimo de calidad, pero curiosamente el prestigio es reciente ya que Suiza se incorporó tarde a la carrera por la producción relojera. No obstante, a lo largo de su historia han destacado muy importantes e insignes relojeros, como es el caso de Jost Burgui en el siglo XVII.

    En sus orígenes, la relojería suiza se instala en el cantón de Neuchatel, ya que está próximo a Ginebra, punto de encuentro de todos los relojeros y orfebres que marchan de Francia al ser hugonotes y fueron expulsados”.

    (Texto extraído del “Diccionario Enciclopédico Profesional de Alta Relojería”, del Prof. Dr. José Daniel Barquero Cabrero; Furtwagen Editores).