Reloj norteamericano de la marca HAMILTON estilo lepine sobredorado.

 

Catalogación Referencia: MIARB Nº: 742 JDBC.

 

 

Siglo XX, circa 1915.

 

Reloj de bolsillo de la marca norteamericana HAMILTON, con caja lepine sobredorada en oro de 10Kl, produciendo un suntuoso efecto.

El sistema de cuerda es por la corona. La anilla de suspensión, el colgante y la corona ranurada están situados a las XII.

La esfera es en metal plateado con numeración arábiga en relieve y sobredorada en oro de 10 Kl. El segundero se encuentra a las VI. En la indicación horaria de las XII se ha esmaltado la marca HAMILTON. Las agujas son también sobredoradas en oro.

En la maquinaria se ha grabado “HAMILTON, USA, 917, 17 JEWELS, ADJUSTED, 3 POSITIONS”. En el interior de la tapa posterior se ha grabado: “CLAY”, “HAMILTON WATCH CO. LANCASTER P.A.” “10 GOLD FILLED”, “STAR H.C.CO.” “R363049”.

 

La HAMILTON WATCH Company es una marca perteneciente hoy en día al grupo Swatch, una compañía de relojes de Suiza con sede en Bienne. La Hamilton Watch Company produjo su primer reloj en 1893. En sus orígenes, producía relojes americanos de diseño y fabricación propios.

En 1966, Hamilton adquirió Buren Watch Company de Büren an der Aare, Suiza, incluyendo todas las fábricas y tecnologías que Buren había desarrollado hasta ese momento. De 1966 a 1969, Hamilton Lancaster y Buren Suiza operaron en común con Hamilton utilizando una serie de movimientos suizos para sus relojes «American» y Buren, utilizando una serie de componentes fabricados por Hamilton Lancaster.

Fue durante este tiempo que Hamilton comenzó a incorporar selectivamente el muy innovador micro-rotor de Buren (a.k.a. Micro Rotor / Micro-rotor) en pequeños números de ciertos relojes de nivel superior, además de sus relojes tradicionales de movimiento manual y relojes automáticos tradicionales.

El Micro-rotor de Buren (ahora Hamilton / Buren) fue el primer movimiento automático patentado en EEUU de reloj de pulsera para eliminar el considerable peso oscilante externo, que es inherente a la mayoría de los relojes automáticos de enrollamiento. En su lugar, utilizó un peso mucho menor que estaba totalmente integrado en el chasis del movimiento. Este diseño permitió un reloj automático sustancialmente más delgado que todavía conservaba una segunda mano de barrido central. El concepto Micro-rotor también fue concebido por Universal Genève para usarlo en su serie Polerouter de relojes durante este mismo tiempo. El título oficial de «primer movimiento de Micro-rotor» todavía está en disputa entre algunos aficionados de relojería, a pesar de que Buren patentó su diseño en 1954, mientras que Universal Geneve solicitó su patente en mayo de 1955.

Posteriormente, Hamilton Watch Company pasó a fabricar y comercializar relojes de bolsillo y relojes de pulsera, terminando la fabricación estadounidense en 1969. A través de una serie de fusiones y adquisiciones, Hamilton Watch Company se convirtió en un conglomerado diversificado y posteriormente se integró en el grupo Swatch.

 

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

  

Los primeros relojes que funcionaron en los Estados Unidos tuvieron sus antecedentes en el Reino Unido. A su vez, relojeros emigrantes de origen inglés comenzaron a producir sus relojes al otro lado del Atlántico, aportando nuevas creaciones y patentes.

Más tarde, también los relojeros emigrantes de Alemania y Centroeuropa asentados allí se introdujeron en el sector de la relojería, creando e importando piezas de Europa. Pero en los nuevos estados era difícil que pudiera perpetuarse cualquier tipo de taller de dimensión personal o familiar. El país de los EEUU vivió con intensidad dinámica el mismo proceso que en la vieja Europa había consumido siglos: si el reloj, en 1780, era necesario, no lo sería solo ya para la clase dominante o pudiente, sino para una capa social de mayor espectro, por lo que en seguida se planteó la necesidad de organizar de alguna forma la producción industrial en serie. Para esto, contaban con la capacidad de iniciativa, el ingenio, la organización industrial, etc., capaz de atender a una expectativa de gran consumo sin parangón en el mundo.

La historia de los primeros fabricantes norteamericanos de relojes, ahora puesta de manifiesto, es apasionante como ninguna otra. Eli Terry empezó copiando los relojes de la Selva Negra, en madera, y de Edward Howard, y sus muchos seguidores.

Ellos fueron los primeros en producir los relojes en serie. Baste decir que los suizos acudieron allí para aprender y aplicar su tecnología de la producción en serie, a fin de adaptarse a los nuevos tiempos.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)