Reloj muy inusual de petaca o bolsillo, en esmalte negro y diamantes con calendario, del Maestro relojero Luis Coppel.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 1.203 JDBC

DATACIÓN HISTÓRICA:     Siglo XX, circa 1.915

El maestro relojero Lusi Coppel perteneció a la saga relojera, iniciada por Carlos Coppel Dessauer (1859-1928), gran maestro relojero alemán afincado en Madrid y que fue espía del II Reich alemán, al igual que su hijo el relojero también Luis Coppel.

Luis Coppel fue además Directivo del Real Madrid Club de Futbol, en el equipo del Presidente Rafael Sánchez Guerra (elecciones 1935).

En 1915 Carlos y Luis Coppel abren una relojería en Melilla, durante la I Guerra Mundial, desde donde también espían para los intereses del II Reich alemán.

En 1916 Carlos Coppel regresa a Madrid y Luis Coppel se queda en Melilla. Según Francisco Saro Gandarillas, los dos relojeros se dedicaban a la venta y contrabando de armas.

Los relojes de Coppel son muy inusuales y de alto interés para los coleccionistas.

Este reloj es autoría de Luis Coppel, con elegante funda de cuero marrón provista de asa.

En su interior alberga un reloj con caja rectangular en esmalte negro y diamantes que le dan un gran realce a la pieza.

Se trata de un reloj de viaje dotado de inusual calendario con los meses y días de la semana.

La esfera es en latón con esmalte marrón y numeración arábiga con radio luminiscente. En la indicación horaria en las XII se ha esmaltado “Luis Coppel”.

Las agujas son esqueleto luminiscente a radio.

La caja es rectangular en níquel y cromo con corona ranurada a remontuar a las XII.

La segunda caja protectora es en esmalte negro y diamantes. En su interior se ha grabado con numeración arábiga e¡y en esmalte negro los días del mes y los días de la semana.

Redondo a tres cuartos.

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

“Por relojería alemana debería entenderse la relojería de los países centro-europeos de habla alemana, abstracción hecha de las actuales fronteras, como ha hecho acertadamente el autor del repertorio J. Abeler: algunos cantones suizos, la antigua Bohemia, la alta Hungría, Eslovaquia, el Palatinado, Polonia, Austria, Dinamarca y los estados que formaron la nación que tanto ha cambiado en la historia, si bien la relojería propiamente alemana del Renacimiento se localiza muy concretamente en Nuremberg y en Augsburgo’.

‘En épocas más próximas, la industria resurge en la Selva Negra y adquiere de nuevo gran difusión. Como fábrica de alta calidad en relojería de bolsillo es preciso citar la firma Lange & Son, de Glashütte, así como la firma Riefler, de Munich (especialista en péndulos de observatorio) y otras de cronómetros de marina en los años anteriores y posteriores a la I Guerra europea”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria).