Reloj lepine en níquel y cromo de la marca WATERBURY WATCH COMPANY, de inusual escape dúplex.

Catalogación Referencia: MIARB Nº: 311 JDBC.

Siglo XIX, circa 1879-1898.

(Fuente: https://pocketwatchdatabase.com/search/result/waterbury-watch-co/PATENTEDSERIESL/movement)

Reloj de bolsillo lepine en níquel y cromo de la WATERBURY WATCH COMPANY. Dispone de patente y pertenece a la serie L, construida con un inusual escape dúplex.

La caja dispone de anilla de suspensión, corona redonda, ranurada y colgante a las XII horas.

La esfera es en esmalte blanco sobre cobre convexo con numeración romana y agujas en latón negro, estilo pica de látigo. La marca, WATERBURY WATCH COMPANY, en esmalte negro, se ha dispuesto a las XII horas y el logo a las VI.

El perímetro de la tapa posterior ha sido decorado con motivos vegetales y florales y en el centro de la misma se ha dispuesto un escudo para las iniciales del propietario (en este caso, G), rodeado de una profusa decoración vegetal y floral. En la pletina de la maquinaria superior se ha grabado:

“Trade Mark”, “The Waterbury Watch Co.”, “Waterbury, Conn. U.S.A.”; “Patented”, “Series L”; “Duplex” y seis indicaciones numéricas en la pletina inferior: B.3.74 – CH.21.78 – CH.13.83 – B.5.84 – CH.30.85 – CH.30.86.

La historia de la WATERBURY WATCH COMPANY se remonta al año 1878, cuando Daniel A. A. Buck, un brillante ingeniero mecánico, diseña un modelo de reloj utilizando menos piezas de las que se usan en otros relojes que ya se han lanzado al mercado. Este diseño permitirá producir movimientos de coste inferior a los de otras compañías. En diciembre de 1879, la WATERBURY WATCH CO. empieza a producir en Waterbury, Connecticut, con el fin de dar respuesta a una gran demanda de relojes económicos. Charles Benedict, de la Benedict & Burnham Manufacturing Co. les proporciona maquinaria para la fabricación. La primera fábrica les queda pequeña y construyen una nueva fabrica, diseñada por H.W. Hartwell y con un coste de $500.000 ubicada también en Waterbury. En 1888 se producen aproximadamente 1.500 relojes por día y tiene 300 empleados. En 1898 el nombre de la Compañía pasa a ser NEW ENGLAND WATCH Co. que sigue operando desde Waterbury, Connecticut.

(Fuente: https://pocketwatchdatabase.com/guide/company/waterbury-watch-co/history)

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria del reloj y compuesto de dos ruedas, una mayor y otra de menor diámetro, montadas una sobre otra; de ahí su nombre, dúplex, que significa doble. Con posterioridad, si bien se siguió manteniendo el mismo nombre, se ideó un sistema que permitía ofrecer lo mismo pero con una sola rueda dotada de doble dentado de impulsión.

Los primeros relojes que funcionaron en los Estados Unidos tuvieron sus antecedentes en el Reino Unido. A su vez, relojeros emigrantes de origen inglés comenzaron a producir sus relojes al otro lado del Atlántico, aportando nuevas creaciones y patentes.

Más tarde, también los relojeros emigrantes de Alemania y Centroeuropa asentados allí se introdujeron en el sector de la relojería, creando e importando piezas de Europa. Pero en los nuevos estados era difícil que pudiera perpetuarse cualquier tipo de taller de dimensión personal o familiar. El país de los EEUU vivió con intensidad dinámica el mismo proceso que en la vieja Europa había consumido siglos: si el reloj, en 1780, era necesario, no lo sería solo ya para la clase dominante o pudiente, sino para una capa social de mayor espectro, por lo que en seguida se planteó la necesidad de organizar de alguna forma la producción industrial en serie. Para esto, contaban con la capacidad de iniciativa, el ingenio, la organización industrial, etc., capaz de atender a una expectativa de gran consumo sin parangón en el mundo.

La historia de los primeros fabricantes norteamericanos de relojes, ahora puesta de manifiesto, es apasionante como ninguna otra. Eli Terry empezó copiando los relojes de la Selva Negra, en madera, y de Edward Howard, y sus muchos seguidores.

Ellos fueron los primeros en producir los relojes en serie. Baste decir que los suizos acudieron allí para aprender y aplicar su tecnología de la producción en serie, a fin de adaptarse a los nuevos tiempos.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)