Reloj Lepine en nácar.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 684 JDBC.

Siglo XIX, circa 1880.

Reloj lepine de dama inusual en nácar, montado sobre níquel y cromo. No tiene tapa y lleva el colgante, la anilla de suspensión y la corona a las XII.

Sistema de remontuar por la corona, caja de dos tapas en nácar. La anterior prevista de cristal y rodeada de nácar en su bisel perfectamente  montado y la posterior en nácar perfectamente pulido y montado. Dispone de pulsador lateral en la carrura para el cambio horario.

Esfera en esmalte blanco sobre cobre convexo. Numeración romana en esmalte negro. Entre una indicación y la otra aparece un punto en esmalte dorado que indica las medias horas. Los minutos se indican con rayas y las agujas son en latón dorado estilo Luis XVI.

La maquinaria es en latón y el regulador indica en francés “advance-retard”.

Fue inventado por el maestro relojero Graham, en el año 1720. Supuso una mejora substancial con respecto al escape de rueda catalina, y en su última época el de cilindro es coetáneo con el de áncora.

El cilindro tiene forma de diminuto tubito de acero bruñido y provisto de una hendidura o muesca en la que penetran los dientes de la rueda, estando los dos extremos del cilindro cerrados por dos taponcitos de acero.

 

 “La relojería ha tenido también otro de sus máximos exponentes, y por muy largo plazo, en Inglaterra. La estabilidad política conseguida por esta nación tras el paréntesis de la república de Cronwell, y su poderío marítimo y económico, ha permitido que sus mejores talentos se dedicasen con tesón y continuidad a esta actividad.

Las semblanzas de Thomas Tompion, George Graham, Harrison, John Arnold, Earnshaw, Ellicott, Dent, requerirían un espacio desproporcionado al volumen de este libro: todos están suficientemente tratados en los libros, siendo cada vez más minuciosos los estudios sobre aspectos parciales de sus obras.

Desde la aplicación del péndulo, que Fromantel inició en Londres a raíz del invento Huygens, el prototipo de reloj inglés permanece casi invariable. El conservadurismo propio de este país consiguió mantener el sistema de caracol tanto en relojería como en la portátil, hasta casi finales del siglo XX. Notables son sus relojes de carillón, numerosos los modelos de “taberna” y señoriales los de caja alta, para los que trabajaron los calificados ebanistas locales.

El tipo de reloj inglés ha sido copiado y perpetuado hasta nuestros días en varios países, habiendo sido las fábricas alemanas las que más lo han explotado desde fines del siglo XIX”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)