Reloj Lepine de grandes dimensiones.
Catalogación Referencia: MIARB Nº 039 JDBC
- DATACIÓN HISTÓRICA
Siglo XIX, circa 1830.
- PAÍS Francia
- DESCRIPCIÓN
Reloj lepine complicado por su extrema maquinaria plana. No tiene tapa y lleva el colgante y la corona a las XII.
La caja es de oro amarillo de 18 kilates. Dispone de tres tapas; la posterior en oro, igual que el bisel anterior de sujeción del cristal.
La placa de características es en latón dorado y en ella se aprecia la siguiente inscripción grabada: “Echapement a cilyndre”, “quatre trous en rubís” “Aiguilles”.
Esfera en plata de ley con numeración romana en esmalte negro. En el centro de la esfera grabados con motivos vegetales y florales, que realzan la belleza del reloj. Agujas Breguet Moon en oro.
Sistema de cuerda y cambio horario a llave.
Este reloj ha sido catalogado en La Enciclopedia del Reloj de Bolsillo (pag 300) del Dr. José Daniel Barquero; Editorial Amat.
- CALIBRE Redondo a puentes.
- ESCAPE Cilindro.
El escape de cilindro fue inventado por el maestro relojero Graham, en el año 1720. Supuso una mejora substancial con respecto al escape de rueda catalina, y en su última época el de cilindro es coetáneo con el de áncora.
El cilindro tiene forma de diminuto tubito de acero bruñido y provisto de una hendidura o muesca en la que penetran los dientes de la rueda, estando los dos extremos del cilindro cerrados por dos taponcitos de acero.
- VOLANTE Anular plano.
- HISTORIA DE LA RELOJERÍA FRANCESA
“Francia ha sido una de las naciones en que más arraigo ha tenido la relojería desde sus comienzos. Los talleres de Lyon y Blois, que antecedieron a París, han producido innumerables obras de la época del Renacimiento, que en nada desmerecen a las salidas de Augsburgo o Nuremberg. Desde el péndulo, la relojería adquiere en Francia un nuevo desarrollo, siendo ya París el centro productor desde donde se extiende el arte a toda Europa.
La nómina de sus relojeros eminentes es larguísima: Lepine , Le Roy, Robin, Janvier, y se remata con la incorporación de los suizos Berthoud y Breguet. Entendemos que se deben distinguir dos aspectos bien separados en esta relojería: las obras de autor, únicas o realizadas en cortas series, y la producción basada en la máquina París, que supuso la concentración de manufacturas y fábricas y la intervención de diversos artistas para la presentación de la caja, lo que permitió una total separación del trabajo y dio el máximo prestigio y difusión a la relojería francesa.
Por otra parte, la máquina París incorporó también complicaciones como calendario, fases de luna, segundero central, y se combinó muchas veces con equipos de órgano musical.
La relojería de uso personal tuvo asimismo gran auge; hasta su paulatino desplazamiento a Ginebra y Suiza. No olvidemos también la dilatada y vasta producción peculiar de la región de Franco Condado, que ha provisto de este género de relojes (a pesas y muelle) a toda Europa durante más de 200 años”.
(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)