Reloj Joya estilo lepine para dama, en plata sobredorada con número de producción 203.180 y decorado con un exquisito trabajo orfebre de esmalte verde y 78 perlas entre ambos biseles.
Catalogación Referencia: MIARB Nº 824 JDBC.
- DATACIÓN HISTÓRICA
Siglo XIX, circa 1885.
- PAÍS Francia
- DESCRIPCIÓN
Exquisito reloj joya estilo lepine en caja de plata de ley sobredorada, en cuyo bisel anterior se han engastado 39 perlas y en su tapa posterior, sobre un grabado guilloche, se ha esmaltado en color verde y de la misma manera que el primer bisel, se ha cuajado con 39 perlas. Sobre el esmalte verde se ha decorado con esmalte lineal y filigranas en oro.
La esfera es en esmalte blanco sobre cobre convexo, con numeración arábiga en esmalte negro. Los minutos se han marcado con puntos en esmalte color oro y cada 5 minutos con un rombo también esmaltado en color oro. Las agujas son en latón dorado, estilo Luís XVI. El sistema de remontuar es a corona ranurada y el pulsador de cambio horario está a la 1h.
- CALIBRE Redondo a revolver.
- ESCAPE Cilindro.
El escape de cilindro fue inventado por el maestro relojero Graham, en el año 1720. Supuso una mejora substancial con respecto al escape de rueda catalina, y en su última época el de cilindro es coetáneo con el de áncora.
El cilindro tiene forma de diminuto tubito de acero bruñido y provisto de una hendidura o muesca en la que penetran los dientes de la rueda, estando los dos extremos del cilindro cerrados por dos taponcitos de acero.
- VOLANTE Anular.
- HISTORIA DE LA RELOJERÍA FRANCESA
“Francia ha sido una de las naciones en que más arraigo ha tenido la relojería desde sus comienzos. Los talleres de Lyon y Blois, que antecedieron a París, han producido innumerables obras de la época del Renacimiento, que en nada desmerecen a las salidas de Augsburgo o Nuremberg. Desde el péndulo, la relojería adquiere en Francia un nuevo desarrollo, siendo ya París el centro productor desde donde se extiende el arte a toda Europa.
La nómina de sus relojeros eminentes es larguísima: Lepine , Le Roy, Robin, Janvier, y se remata con la incorporación de los suizos Berthoud y Breguet. Entendemos que se deben distinguir dos aspectos bien separados en esta relojería: las obras de autor, únicas o realizadas en cortas series, y la producción basada en la máquina París, que supuso la concentración de manufacturas y fábricas y la intervención de diversos artistas para la presentación de la caja, lo que permitió una total separación del trabajo y dio el máximo prestigio y difusión a la relojería francesa.
Por otra parte, la máquina París incorporó también complicaciones como calendario, fases de luna, segundero central, y se combinó muchas veces con equipos de órgano musical.
La relojería de uso personal tuvo asimismo gran auge; hasta su paulatino desplazamiento a Ginebra y Suiza. No olvidemos también la dilatada y vasta producción peculiar de la región de Franco Condado, que ha provisto de este género de relojes (a pesas y muelle) a toda Europa durante más de 200 años”.
(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)