Reloj Joya estilo lepine, para dama en oro de 18 Kl y esmaltes de la marca DESVIGNE, Lyon.
Catalogación Referencia: MIARB Nº 794 JDBC
- DATACIÓN HISTÓRICA
Siglo XIX, circa 1830.
- PAÍS Francia, Lyon.
- DESCRIPCIÓN
Reloj de bolsillo estilo lepine con esfera en esmalte blanco sobre cobre convexo con numeración romana en esmalte negro y agujas en elegante estilo Breguet en azul cobalto.
La caja es en oro amarillo de 18 Kl con el colgante y la anilla de suspensión a las XII horas. Su bisel anterior es liso; la carrura es ranurada y la tapa posterior es un auténtico trabajo orfebre en el que se han repujado y grabado distintos motivos vegetales y florales. En el centro se ha llevado a cabo un gran trabajo de esmaltado en miniatura, con motivos vegetales y florales de distintos colores, produciendo una gran suntuosidad y efecto decorativo.
En la placa de características se ha grabado el nombre del maestro relojero y la ciudad de producción.
El sistema de cuerda y cambio horario es a llave a través de las bocallaves en la placa de características.
- CALIBRE Redondo a puentes.
- ESCAPE Cilindro
El escape de cilindro fue inventado por el maestro relojero Graham, en el año 1720. Supuso una mejora substancial con respecto al escape de rueda catalina, y en su última época el de cilindro es coetáneo con el de áncora.
El cilindro tiene forma de diminuto tubito de acero bruñido y provisto de una hendidura o muesca en la que penetran los dientes de la rueda, estando los dos extremos del cilindro cerrados por dos taponcitos de acero.
- VOLANTE Anular plano
- HISTORIA DE LA RELOJERÍA FRANCESA
“Francia ha sido una de las naciones en que más arraigo ha tenido la relojería desde sus comienzos. Los talleres de Lyon y Blois, que antecedieron a París, han producido innumerables obras de la época del Renacimiento, que en nada desmerecen a las salidas de Augsburgo o Nuremberg. Desde el péndulo, la relojería adquiere en Francia un nuevo desarrollo, siendo ya París el centro productor desde donde se extiende el arte a toda Europa.
La nómina de sus relojeros eminentes es larguísima: Lepine , Le Roy, Robin, Janvier, y se remata con la incorporación de los suizos Berthoud y Breguet. Entendemos que se deben distinguir dos aspectos bien separados en esta relojería: las obras de autor, únicas o realizadas en cortas series, y la producción basada en la máquina París, que supuso la concentración de manufacturas y fábricas y la intervención de diversos artistas para la presentación de la caja, lo que permitió una total separación del trabajo y dio el máximo prestigio y difusión a la relojería francesa.
Por otra parte, la máquina París incorporó también complicaciones como calendario, fases de luna, segundero central, y se combinó muchas veces con equipos de órgano musical.
La relojería de uso personal tuvo asimismo gran auge; hasta su paulatino desplazamiento a Ginebra y Suiza. No olvidemos también la dilatada y vasta producción peculiar de la región de Franco Condado, que ha provisto de este género de relojes (a pesas y muelle) a toda Europa durante más de 200 años”.
(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)