Reloj inusual erótico picaresco, en plata repujada del Maestro Relojero inglés CHRISTIANS.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 159 JDBC

 

 

 

Siglo XVIII, circa 1745.

 

Reloj en plata ley, su caja y chichonera con colgante o anilla de suspensión situada a las XII. Reloj inusual con tema erótico picaresco en su tapa chichonera posterior en plata repujada que lo hace apreciado por los coleccionistas, al ser tan raros los motivos representados para la época de esta pieza.

Dichos motivos han sido realizados en plata finamente repujada a mano con una perfección escultórica admirable, que admite sin decoro la escena de una orgía, teniendo como protagonistas a dos hombres y dos mujeres con jarras de vino en una taberna.

De este tipo de relojes se intentó prohibir la producción por parte del clero Suizo, pero dada la competencia por parte de los maestros relojeros de Londres, se optó por finalmente frenarse ya que además la prohibición no servía de nada porque se fabricaban en secreto y en ocasiones incluso por encargo, ya que no tenían mucha clientela. Al no poderse lucir por no estar bien vistos, los hacen más deseados hoy en día, dentro del mundo del coleccionismo.

Finalmente, con el sistema de remontuar por la corona se produjeron masivamente y con connotaciones grotescas y exageradas en el periodo de 1900 a 1910.

La pieza de referencia es de estilo Georgiano (denominado así por desarrollarse durante el reinado de Jorge II, 1724-1760).

Caja en plata lisa, que protege la maquinaria, y la chichonera en plata repujada que protege la caja. Esta caja está bajo la influencia inglesa, ya que es totalmente lisa, siendo la chichonera la que lleva toda la ornamentación erótico picaresca.

La esfera es de esmalte blanco sobre cobre convexo. Los indicadores en numeración arábiga son en esmalte negro. Las agujas, estilo flor de lis, son de hierro pavonado con esmalte negro y corresponden originalmente al reloj. El cambio horario se hace por el eje de las agujas mediante llave. Para acceder a la maquinaria se hace por la esfera, levantándose el perno de hierro que está situado debajo de la indicación horaria de las seis.

La maquinaria dispone de un sistema de cuerda a llave por la parte posterior de la máquina, tras abrir la chichonera y la caja; esta maquinaria es de latón dorado. La galluza está decorada profusamente con el rostro de un hombre. El indicador de las divisiones del disco regulador está decorado con la mano de un hombre que señala la división que marca de I a IV esmaltada en negro, grabadas sobre un disco de plata, que como su nombre indica, regula el reloj. Girando el disco a la derecha, en el sentido de las manecillas del reloj, se obtiene la indicación de un número alto, con lo que se acelera la marcha del reloj, regulándolo también en el sentido de las manecillas del reloj. Regulándolo en el sentido contrario conseguiremos el efecto contrario, retrasar su marcha.

 

Denominado catalino o de rueda catalina. Dicha pieza, como su nombre indica, es un escape de paletas dentro del grupo de los de retroceso. En España, a este tipo de escape se le denomina escape de rueda catalina.

 

La relojería ha tenido también otro de sus máximos exponentes, y por muy largo plazo, en Inglaterra. La estabilidad política conseguida por esta nación tras el paréntesis de la república de Cronwell, y su poderío marítimo y económico, ha permitido que sus mejores talentos se dedicasen con tesón y continuidad a esta actividad.

Las semblanzas de Thomas Tompion, George Graham, Harrison, John Arnold, Earnshaw, Ellicott, Dent, requerirían un espacio desproporcionado al volumen de este libro: todos están suficientemente tratados en los libros, siendo cada vez más minuciosos los estudios sobre aspectos parciales de sus obras.

Desde la aplicación del péndulo, que Fromantel inició en Londres a raíz del invento Huygens, el prototipo de reloj inglés permanece casi invariable. El conservadurismo propio de este país consiguió mantener el sistema de caracol tanto en relojería como en la portátil, hasta casi finales del siglo XX. Notables son sus relojes de carillón, numerosos los modelos de “taberna” y señoriales los de caja alta, para los que trabajaron los calificados ebanistas locales.

El tipo de reloj inglés ha sido copiado y perpetuado hasta nuestros días en varios países, habiendo sido las fábricas alemanas las que más lo han explotado desde fines del siglo XIX.

(Texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)