Reloj inusual de la marca RECORD WATCH COMPANY J.A., TRAMELAN.

Catalogación Referencia: MIARB Nº: 967 JDBC.

Siglo XX, circa 1905.

Reloj de bolsillo suizo, producido en Tramelan (comunidad suiza, situada en el cantón de Berna), de la marca RECORD WATCH COMPANY J.A. TRAMELAN, SECTOR WATCH, dotado de la patente 27.961.

Se trata de un modelo inusual por su caja lepine de 6cm de diámetro, en forma de abanico en níquel y cromo. En su tapa posterior se ha grabado y repujado la escena de un San Jorge matando un dragón montado a caballo y pertrechado de un estoque. En la firma del trabajo aparece grabado: “HOLY”. Sobre el trabajo orfebre, se ha grabado: “S. GEORGIUS”, “EQUITUM PATRONUS”.

La corona para el sistema de cuerda está a las VI horas y el colgante y anilla de suspensión se sitúan en el eje de la caja en forma de abanico.

La esfera es en esmalte blanco sobre cobre convexo en forma de abanico, muy inusual. La numeración para horas es en caracteres arábigos del 0 al 12, en esmalte negro y cada 15 minutos en esmalte rojo. Las agujas, en latón azul cobalto, regresan al origen al llegar a las 12.

En el centro de la esfera se ha esmaltado en color negro el modelo: “Sector Watch”; en la placa de características, en letra inglesa: “Sector Watch” y finalmente, en la maquinaria: “Brevet”, el número de la patente 27.961, “Record Watch C. S.A.”, “TRAMELAN”.

RECORD WATCH CO. fue fundada en 1903 por un grupo de relojeros de Tramelan que querían adquirir la patente suiza Nº 27.961 concedida inicialmente a Giovanni Sgherlino de Turín para poder producir el que sería su modelo “Sector”. El día 16 de Diciembre de 1903 registraron el nombre RECORD WATCH CO. S.A., Tramelan. Erigieron un edificio muy moderno, con instalación eléctrica, cercano al municipio de Trameland que fue inaugurado en Enero de 1904.

Se estima que llegaron a fabricar entre 3.000 y 5.000 relojes del modelo “Sector”. En este modelo, la caja, el dial y la maquinaria eran triangulares. El reloj original se realizó en dos tamaños, para dama y caballero.

Participó en la Feria de Basilea en 1949, con un reloj de calendario y fases lunares, y posteriormente, en el año 1950. En 1951 tenía su sede principal en Genève y oficinas en Tramelan. En 1961, La Compagnie des Montres Longines, Francillon SA, de St. Imier, adquirió una participación mayoritaria de la RECORD WATCH CO.

(Fuente: Swiss Timepiece Makers 1775-1975, VOL. II; Kathleen H. Pritchard)

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

  

“Suiza se incorporó relativamente tarde a la producción relojera, aunque con anterioridad tuvo eminentes artífices que hubieron de realizar su obra en la emigración, como es el caso de Jost Burgui, en el siglo XVII. Curiosamente la paulatina implantación de este arte en el país helvético se produce como si fuese causa de un desplazamiento de la actividad de un país a otro. Las manufacturas se fueron instalando originariamente en el cantón de Neuchatel, por su proximidad a la ciudad libre de Ginebra, que llegó a saturarse con motivo de la expulsión de los hugonotes de Francia.

 En 1541, el reformador Jean Calvin (Calvino) que era entonces alcalde de la Villa, prohibió totalmente la confección de joyas religiosas y civiles. Poco después, el Reglamento de los Orfebres de la Villa, de 1556, fue redactado de tal forma que condenó de hecho a desaparecer a estos artesanos, de los que había abundantes y muy competentes en Ginebra.

 Pero en la misma época, refugiados extranjeros, expulsados de su país por causa de la Reforma, llegaron de Francia, de Flandes y de Italia, y se refugiaron en Ginebra, la villa de Calvino. Como entre ellos hubo relojeros y las ideas nuevas se acompañan de oficios nuevos, fueron los iniciadores de los artesanos ginebrinos que encontraron en la confección del reloj un nuevo campo de trabajo adecuado para reemplazar su antiguo oficio.

 Desde entonces, la relojería se destaca rápidamente de las otras artes ornamentales para llegar a ser una profesión nueva e independiente. A fines de siglo, Ginebra ha adquirido una reputación de excelencia en este campo. Al aumentar en número sin cesar, los relojeros deciden agruparse y reglamentar su profesión. En 1601 la “Maîtrise des horlogèrs de Genéve” será la primera corporación relojera del mundo.

 Con la aparición de los primeros relojes de bolsillo con aguja de minutos, la relojería toma el primer lugar entre las industrias de la ciudad. Antes de finalizar el siglo XVII, la relojería ginebrina es tan floreciente que hace escribir a los historiadores de la Villa: “Ginebra está congestionada de relojeros”. De hecho, son más de 500, situación que obliga a algunos de ellos a emigrar a lugares menos saturados: Nyon, Neuchatel, Berna, Basilea y hasta Ispahan, Pekín, etc.

 Después de su ocasional anexión a ese país, entre 1788 y 1814, Ginebra se incorpora definitivamente a la Confederación en 1815 y a partir de esa fecha todo es ya reloj suizo.

 Nombres como los de Jeanrichard, Jaquet Droz, Ducommun, Perrelet, Courvoissier, Berthoud y Breguet – estos dos últimos triunfadores en París – llenan capítulos interesantísimos de la relojería suiza.

 De todos es conocido el rápido desarrollo de la industria relojera suiza, a partir de la época industrial, y hasta nuestros días, que ha abarcado simultánea y sorprendentemente todos los géneros posibles, todas absolutamente las especialidades, desde la relojería de edificio hasta los más minúsculos cronógrafos de pulsera, y que ha producido y produce obras de altísima calidad y compleja mecánica”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)

“Hoy en día la relojería Suiza es sinónimo de calidad, pero curiosamente el prestigio es reciente ya que Suiza se incorporó tarde a la carrera por la producción relojera. No obstante, a lo largo de su historia han destacado muy importantes e insignes relojeros, como es el caso de Jost Burgui en el siglo XVII.

En sus orígenes, la relojería suiza se instala en el cantón de Neuchatel, ya que está próximo a Ginebra, punto de encuentro de todos los relojeros y orfebres que marchan de Francia al ser hugonotes y fueron expulsados”.

(texto extraído del “Diccionario Enciclopédico Profesional de Alta Relojería”, del Prof. Dr. José Daniel Barquero Cabrero; Furtwagen Editores).