Reloj de la marca Privilegiado para el mercado español.

Catalogación Referencia: MIARB Nº : 100 JDBC.

          Siglo XIX, circa 1890.

Reloj Lepine realizado por maestros relojeros suizos de la marca Privelegiado, para el mercado español, por Minerva (Charles Couleru-Meuri), La Chaux-de-Fonds, Suiza. La corona y el colgante se sitúan a las XII. Dotado de subesferas con indicaciones en castellano de los días de la semana, del día del mes y el segundero. A las XII dispone de la inscripción “PRIVILEGIADO”. En el centro del segundero se aprecia una marina esmaltada utilizada por en distintos relojes de la marca.

La caja del reloj ha sido elaborada en distintos materiales, en hierro ferroso, oro, plata y esmaltes. La esfera, es de una exquisita manufactura orfebre.  La caja presenta una combinación exquisita en hierro ferroso en la que en su tapa anterior dispone  de un anillo en oro de 18Kl provisto de un grabado con motivos vegetales y florales que soporta el cristal biselado. La tapa posterior también dispone de anillo en oro grabado con motivos vegetales y florales que soporta una pieza realizada en hierro ferroso en la que se ha engarzado en plata de ley y en relieve un león rampante. El león tiene las patas anteriores levantadas, la izquierda más alta y la derecha algo más baja, la cabeza de perfil, con la boca abierta y la lengua fuera, mostrando las garras y con la borla de la cola hacia dentro. La caja dispone de pestaña en la tapa posterior para facilitar su apertura y acceso a la maquinaria, resaltando la armonía de su diseño.

La esfera es en esmalte blanco sobre cobre convexo y numeración romana en esmalte negro. Está rodeada de un bisel es esmalte granate y sobre éste, en esmalte dorado se ha dispuesto una elegante decoración de motivos vegetales. Entre una indicación horaria y otra aparece la flor de lirio espada, que en alegoría relojera significa la inocencia de la juventud. Dentro de la esfera, se distinguen cuatro pequeñas esferas. La que se sitúa a las XII es el contador del calendario. La que está a las III, nos indica el día de la semana, de lunes a domingo abreviado y en castellano. La que se encuentra a las VI es el segundero, en cuyo centro se aprecia un esmalte de un barco en alta mar. Finalmente, la que se encuentra a las XI nos indica el mes. Debajo de la indicación de las XII en la esfera aparece en esmalte negro la inscripción de la marca “PRIVILEGIADO” para el mercado español. Las agujas son en oro, estilo Luís XVI.

La máquina es en metal plateado con calibre redondo a puentes. Se trata de una máquina complicada provista de numerosas funciones. Su número de serie es el 57.656. El indicador del regulador marca “A” y “R”, que corresponde a las funciones “advance” y “retard”. Sistema de remontuar por la corona. Así mismo, dispone de pulsador lateral para el cambio horario y para el cambio de servicios que ofrecen las restantes tres esferas interiores.

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

“Francia ha sido una de las naciones en que más arraigo ha tenido la relojería desde sus comienzos. Los talleres de Lyon y Blois, que antecedieron a París, han producido innumerables obras de la época del Renacimiento, que en nada desmerecen a las salidas de Augsburgo o Nuremberg. Desde el péndulo, la relojería adquiere en Francia un nuevo desarrollo, siendo ya París el centro productor desde donde se extiende el arte a toda Europa.

La nómina de sus relojeros eminentes es larguísima: Lepine , Le Roy, Robin, Janvier, y se remata con la incorporación de los suizos Berthoud y Breguet. Entendemos que se deben distinguir dos aspectos bien separados en esta relojería: las obras de autor, únicas o realizadas en cortas series, y la producción basada en la máquina París, que supuso la concentración de manufacturas y fábricas y la intervención de diversos artistas para la presentación de la caja, lo que permitió una total separación del trabajo y dio el máximo prestigio y difusión a la relojería francesa.

Por otra parte, la máquina París incorporó también complicaciones como calendario, fases de luna, segundero central, y se combinó muchas veces con equipos de órgano musical.

La relojería de uso personal tuvo asimismo gran auge; hasta su paulatino desplazamiento a Ginebra y Suiza. No olvidemos también la dilatada y vasta producción peculiar de la región de Franco Condado, que ha provisto de este género de relojes (a pesas y muelle) a toda Europa durante más de 200 años”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)