Reloj estilo saboneta de ojo de buey o cazador, en plata de ley a rombos concéntricos apretados estilo Guilloche.

Catalogación Referencia: MIARB Nº: 315 JDBC

Siglo XIX, circa 1885.

Reloj de bolsillo estilo saboneta denominado de cazador o de ojo de buey, en plata de ley y decorado a rombos concéntricos apretados estilo Guilloche en sus dos tapas. El colgante, la corona y la anilla de suspensión se sitúan a las III horas.

Dispone de dos esferas: La primera está en la tapa anterior, con numeración romana grabada y esmaltada en color negro para indicar la hora a través del ojo de buey central realizado en cristal extremadamente convexo. Las agujas pertenecen a la segunda esfera, que es en esmalte blanco sobre cobre convexo con numeración romana en esmalte color azul y agujas en latón dorado. Se accede a la misma tras aperturar la tapa.

El pulsador para el cambio horario está situado a las II y el sistema de cuerda es a remontuar por la corona. La placa de características es lisa y la maquinaria dorada a puentes.

El escape de cilindro fue inventado por el maestro relojero Graham, en el año 1720. Supuso una mejora substancial con respecto al escape de rueda catalina, y en su última época el de cilindro es coetáneo con el de áncora.

El cilindro tiene forma de diminuto tubito de acero bruñido y provisto de una hendidura o muesca en la que penetran los dientes de la rueda, estando los dos extremos del cilindro cerrados por dos taponcitos de acero.

“La relojería ha tenido también otro de sus máximos exponentes, y por muy largo plazo, en Inglaterra. La estabilidad política conseguida por esta nación tras el paréntesis de la república de Cronwell, y su poderío marítimo y económico, ha permitido que sus mejores talentos se dedicasen con tesón y continuidad a esta actividad.

Las semblanzas de Thomas Tompion, George Graham, Harrison, John Arnold, Earnshaw, Ellicott, Dent, requerirían un espacio desproporcionado al volumen de este libro: todos están suficientemente tratados en los libros, siendo cada vez más minuciosos los estudios sobre aspectos parciales de sus obras.

Desde la aplicación del péndulo, que Fromantel inició en Londres a raíz del invento Huygens, el prototipo de reloj inglés permanece casi invariable. El conservadurismo propio de este país consiguió mantener el sistema de caracol tanto en relojería como en la portátil, hasta casi finales del siglo XX. Notables son sus relojes de carillón, numerosos los modelos de “taberna” y señoriales los de caja alta, para los que trabajaron los calificados ebanistas locales.

El tipo de reloj inglés ha sido copiado y perpetuado hasta nuestros días en varios países, habiendo sido las fábricas alemanas las que más lo han explotado desde fines del siglo XIX”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)