Reloj estilo lepine en níquel y cromo de la NEW HAVEN CLOCK COMPANY, USA, de la primera edición de la serie dedicada a Popeye.

Catalogación Referencia: MIARB Nº: 438 JDBC.

  1. DATACIÓN HISTÓRICA

Siglo XX, circa 1935.

Reloj de bolsillo con patente 12-7-20 en níquel y cromo estilo lepine de interés para el coleccionismo. Se trata de la primera edición que lleva por título “Popeye & Friends” (Popeye y sus amigos), manufacturada por la NEW HAVEN CLOCK COMPANY de USA para los fans de Popeye.

Con posterioridad y un año más tarde, en 1936, sacaron su segunda edición que costaba en aquel entonces la cantidad de 80 centavos de dólar. Coetáneamente se produjo una edición de reloj de pulsera.

El reloj dispone de esfera multicolor en metal con Popeye en el centro como protagonista. Sus brazos se han convertido en las agujas indicadoras de la hora. Entre una y otra indicación horaria, de caracteres arábigos en esmalte negro, aparecen los amigos de Popeye a todo color y con todo lujo de detalles. El segundero está a las VI horas.

En la placa de características se ha grabado

Popeye el marino es un personaje de tiras cómicas y de cortometrajes de dibujos animados. Fue creado por Elzie Crisler Segar y apareció por primera vez en la tira cómica Timble Theatre de King Features Syndicate, en la edición del The New York Evening Journal del 17 de enero de 1929.

Su nombre proviene del inglés “Pop-eye” que literalmente significa “ojo saltón”, pero que se refiere a su ojo dormido, término común en los marineros. (Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Popeye)

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

Los primeros relojes que funcionaron en los Estados Unidos tuvieron sus antecedentes en el Reino Unido. A su vez, relojeros emigrantes de origen inglés comenzaron a producir sus relojes al otro lado del Atlántico, aportando nuevas creaciones y patentes.

Más tarde, también los relojeros emigrantes de Alemania y Centroeuropa asentados allí se introdujeron en el sector de la relojería, creando e importando piezas de Europa. Pero en los nuevos estados era difícil que pudiera perpetuarse cualquier tipo de taller de dimensión personal o familiar. El país de los EEUU vivió con intensidad dinámica el mismo proceso que en la vieja Europa había consumido siglos: si el reloj, en 1780, era necesario, no lo sería solo ya para la clase dominante o pudiente, sino para una capa social de mayor espectro, por lo que en seguida se planteó la necesidad de organizar de alguna forma la producción industrial en serie. Para esto, contaban con la capacidad de iniciativa, el ingenio, la organización industrial, etc., capaz de atender a una expectativa de gran consumo sin parangón en el mundo.

La historia de los primeros fabricantes norteamericanos de relojes, ahora puesta de manifiesto, es apasionante como ninguna otra. Eli Terry empezó copiando los relojes de la Selva Negra, en madera, y de Edward Howard, y sus muchos seguidores.

Ellos fueron los primeros en producir los relojes en serie. Baste decir que los suizos acudieron allí para aprender y aplicar su tecnología de la producción en serie, a fin de adaptarse a los nuevos tiempos.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)