Reloj estilo lepine de la marca Elgin, USA de inusual esfera negra.

Catalogación Referencia: MIARB Nº: 434 JDBC

  1. DATACIÓN HISTÓRICA

Siglo XX, circa 1917.

Reloj de bolsillo estilo lepine en níquel y cromo de la marca Elgin, USA, de 6 cm de diámetro.

Anilla de suspensión, colgante y corona ranurada a las XII. Con tapa posterior a rosca de precisión con un grosor de carrura de 1 cm.

La esfera es en esmalte negro sobre cobre convexo con numeración arábiga gruesa en radio luminiscente marrón y segundero a las VI. Las agujas son estilo esqueleto, rellenas de radio.

En el interior de la tapa a rosca se ha grabado:”Keyston, watch case, guaranteed, silveroid, genuine, USA, 6/0244”.

En la máquina se ha grabado:”Elgin nat, watch Com, USA, Seven jewels, 20.495.727”.

“La compañía de relojes Elgin fue fundada en 1864, justo cuando la guerra civil estaba llegando a su fin. El primer reloj que hizo Elgin, un reloj de bolsillo BW Raymond de grado 18 para ferrocarril, fue terminado en 1867 y durante los siguientes 100 años, produjeron cerca de 60 millones de relojes. Elgin produjo su primer reloj de pulsera alrededor de 1910, y lideró a la mayoría de las otras compañías de relojes estadounidenses por muchos años.

Elgin originalmente se llamaba «National Watch Company». El nombre nunca se quedó realmente fijado y en 1874, cambiaron su nombre a «Elgin National Watch Company» porque la mayoría del comercio de relojes y público los llamaba «relojes de Elgin». Conservaron ese nombre hasta finales de la década de 1960 cuando dejaron de producir relojes y cambiaron su nombre a » Elgin National Industries «.

Elgin se fundó con la idea de producir en serie relojes de bolsillo de alta calidad utilizando piezas intercambiables hechas a máquina. Hasta alrededor de 1850, los relojes se fabricaban principalmente a mano, lo que significaba que si una pieza se rompía, había que encontrar a alguien con las herramientas y la habilidad para hacer una nueva pieza. Elgin se dio cuenta de que existía un gran mercado para relojes de calidad que podían venderse y repararse de forma relativamente económica utilizando piezas de repuesto fabricadas en fábrica que no requerían ajuste manual.

Elgin nunca hizo los relojes de la más alta calidad en el mundo, ni tampoco hicieron los más baratos, pero junto con Waltham (también conocido como The American Watch Company), dominaron el vasto término medio del mercado de relojes.

Hoy en día, coleccionar relojes Elgin es bastante popular. Debido a que Elgin produjo tantos relojes y produjo tantas piezas de repuesto,  que todavía se pueden comprar y reparar fácilmente, por lo que incluso Elgin, de 100 años de antigüedad, se puede usar, con cuidado, a diario.”

Fuente: https://www.joyeriaplaor.com/blog/relojes-elgin-historia-y-maquinaria/

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

Los primeros relojes que funcionaron en los Estados Unidos tuvieron sus antecedentes en el Reino Unido. A su vez, relojeros emigrantes de origen inglés comenzaron a producir sus relojes al otro lado del Atlántico, aportando nuevas creaciones y patentes.

Más tarde, también los relojeros emigrantes de Alemania y Centroeuropa asentados allí se introdujeron en el sector de la relojería, creando e importando piezas de Europa. Pero en los nuevos estados era difícil que pudiera perpetuarse cualquier tipo de taller de dimensión personal o familiar. El país de los EEUU vivió con intensidad dinámica el mismo proceso que en la vieja Europa había consumido siglos: si el reloj, en 1780, era necesario, no lo sería solo ya para la clase dominante o pudiente, sino para una capa social de mayor espectro, por lo que en seguida se planteó la necesidad de organizar de alguna forma la producción industrial en serie. Para esto, contaban con la capacidad de iniciativa, el ingenio, la organización industrial, etc., capaz de atender a una expectativa de gran consumo sin parangón en el mundo.

La historia de los primeros fabricantes norteamericanos de relojes, ahora puesta de manifiesto, es apasionante como ninguna otra. Eli Terry empezó copiando los relojes de la Selva Negra, en madera, y de Edward Howard, y sus muchos seguidores.

Ellos fueron los primeros en producir los relojes en serie. Baste decir que los suizos acudieron allí para aprender y aplicar su tecnología de la producción en serie, a fin de adaptarse a los nuevos tiempos.

(Texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)