Reloj de la marca BREGUET en oro de 18 Kl con el número de serie 3149 y firma oculta a las XII horas. Provisto de sonería de repetición a cuartos.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 826 JDBC

Siglo XIX, circa 1838.

BREGUET es una manufactura relojera que elabora relojes de lujo y alta joyería suiza, fundada por Abraham Louis Breguet en París en 1775. Pionera en el uso de tecnologías mecánicas aplicadas a la fabricación de relojes, inventora del mecanismo de tourbillon, es uno de los pocos supervivientes en relojería mecánica o tradicional, previa a la revolución industrial, y heredera de la edad de oro de la relojería mecánica, en el siglo XVII. A lo largo de su historia ha establecido técnica y terminología dentro del mundo de la relojería, como el grabado Guilloché, a rombos concéntricos, o las manecillas particulares de Breguet.

Elegante reloj estilo lepine con caja en oro amarillo de 18 Kl. La carrura está decorada a rombos concéntricos apretados estilo Guilloche. El tipo de cuerda y cambio horario es a llave por la bocallave situada en la placa de características. Está dotado de sonería.

La esfera es en esmalte blanco sobre cobre convexo fijada a minúsculos tornillos a las XII horas y agujas en oro estilo Breguet. La firma secreta oficial de Breguet aparece en la esfera a las XII horas, así como el número de serie del reloj, 3.149, que también está grabado en la placa de características.

Dado que Breguet obtiene un gran éxito, sus creaciones son objeto de falsificaciones. En 1795, Breguet introduce pues la firma secreta, procedimiento cuya finalidad es luchar contra este fenómeno. Esta firma, realizada sobre la esfera es casi invisible, a no ser que se le ilumine con una luz rasante. Hoy todavía, esta firma adorna la mayoría de las esferas Breguet y sigue siendo una prueba de autenticidad. (Fuente: https://www.breguet.com/es/casa-breguet/signos-inequivocos/la-firma-secreta).

En la placa de características aparece grabado: “Breguet & Fils”, “Aiguilles”, “Échappement”, “A cylindre en Pierre”, “Parachute”, “Compensateur”, “Quatre trous en rubís”, y el número de serie 3.149 (también grabado junto a la firma oculta de la esfera, a las XII horas).

El escape de cilindro fue inventado por el maestro relojero Graham, en el año 1720. Supuso una mejora substancial con respecto al escape de rueda catalina, y en su última época el de cilindro es coetáneo con el de áncora.

El cilindro tiene forma de diminuto tubito de acero bruñido y provisto de una hendidura o muesca en la que penetran los dientes de la rueda, estando los dos extremos del cilindro cerrados por dos taponcitos de acero.

 

 

“Francia ha sido una de las naciones en que más arraigo ha tenido la relojería desde sus comienzos. Los talleres de Lyon y Blois, que antecedieron a París, han producido innumerables obras de la época del Renacimiento, que en nada desmerecen a las salidas de Augsburgo o Nuremberg. Desde el péndulo, la relojería adquiere en Francia un nuevo desarrollo, siendo ya París el centro productor desde donde se extiende el arte a toda Europa.

La nómina de sus relojeros eminentes es larguísima: Lepine , Le Roy, Robin, Janvier, y se remata con la incorporación de los suizos Berthoud y Breguet. Entendemos que se deben distinguir dos aspectos bien separados en esta relojería: las obras de autor, únicas o realizadas en cortas series, y la producción basada en la máquina París, que supuso la concentración de manufacturas y fábricas y la intervención de diversos artistas para la presentación de la caja, lo que permitió una total separación del trabajo y dio el máximo prestigio y difusión a la relojería francesa.

Por otra parte, la máquina París incorporó también complicaciones como calendario, fases de luna, segundero central, y se combinó muchas veces con equipos de órgano musical.

La relojería de uso personal tuvo asimismo gran auge; hasta su paulatino desplazamiento a Ginebra y Suiza. No olvidemos también la dilatada y vasta producción peculiar de la región de Franco Condado, que ha provisto de este género de relojes (a pesas y muelle) a toda Europa durante más de 200 años”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)