Reloj de doble esfera J. ULLMAN & COMPANY, para el mercado de Hong Kong y Shanghái. Realizado en plata de ley y la esfera en esmalte color blanco y verde.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 158 JDBC

Siglo XIX, circa año 1875

Producido por el maestro relojero J. ULLMAN & COMPANY, para el mercado de Hong Kong. Se trata de un reloj muy inusual dotado de numerosas complicaciones como: la doble esfera anterior y posterior; esta última con caracteres chinos, fases lunares, calendario con indicación del mes, día del mes y día de la semana.

Este reloj fue adquirido en Shanghái, China.

Eduard Bovet (1797 – 1849) fue el fundador de Eduard Bovet Watch Co, en el año 1820, para la manufactura especial de relojes con el objeto de comercializarlos en el mercado chino. La marca fue vendida para un importante firma: Cesar & Charles Leuba Freres, quienes con posterioridad, en 1918, la vendieron a Ullman & Co U.K., expertos manufactureros de relojes, también del mercado chino.

En la esfera anterior, aparece grabado en esmalte negro: J. ULLMAN & Co, Shanghai.

Indicación horaria y segundero a las IV, así como las fases lunares, mes y día de la semana. También dispone de 5 pulsadores.

El tipo de cuerda es a remontuar por la corona ranurada con pulsador lateral a las IX.

Dispone de doble esfera. La esfera anterior está provista de los indicadores horarios y segundero a las VI. La esfera posterior reúne el resto de funciones. Ambas son en esmalte blanco, rosa y verde, dotadas de indicadores sobre cobre convexo. Las agujas son estilo Luis XIV en latón dorado. Las agujas ‘pelo’ son en latón negro.

El escape de cilindro fue inventado por el maestro relojero Graham, en el año 1720. Supuso una mejora substancial con respecto al escape de rueda catalina, y en su última época el de cilindro es coetáneo con el de áncora.

El cilindro tiene forma de diminuto tubito de acero bruñido y provisto de una hendidura o muesca en la que penetran los dientes de la rueda, estando los dos extremos del cilindro cerrados por dos taponcitos de acero.

 

La relojería ha tenido también otro de sus máximos exponentes, y por muy largo plazo, en Inglaterra. La estabilidad política conseguida por esta nación tras el paréntesis de la república de Cronwell, y su poderío marítimo y económico, ha permitido que sus mejores talentos se dedicasen con tesón y continuidad a esta actividad.

Las semblanzas de Thomas Tompion, George Graham, Harrison, John Arnold, Earnshaw, Ellicott, Dent, requerirían un espacio desproporcionado al volumen de este libro: todos están suficientemente tratados en los libros, siendo cada vez más minuciosos los estudios sobre aspectos parciales de sus obras.

Desde la aplicación del péndulo, que Fromantel inició en Londres a raíz del invento Huygens, el prototipo de reloj inglés permanece casi invariable. El conservadurismo propio de este país consiguió mantener el sistema de caracol tanto en relojería como en la portátil, hasta casi finales del siglo XX. Notables son sus relojes de carillón, numerosos los modelos de “taberna” y señoriales los de caja alta, para los que trabajaron los calificados ebanistas locales.

El tipo de reloj inglés ha sido copiado y perpetuado hasta nuestros días en varios países, habiendo sido las fábricas alemanas las que más lo han explotado desde fines del siglo XIX.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)