Reloj de caballero estilo lepine con decoración nielada y caja en plata de ley.

 

Catalogación Referencia: MIARB Nº 523 JDBC

 

 

Siglo XX, circa 1910.

 

Reloj estilo lepine de la marca RECORD con número de pletina 33. Caja en plata de ley nielada, con escudo para grabar las iniciales en la tapa posterior en oro. Decoración estilo nielo a líneas, tanto en el bisel anterior como en el de la tapa posterior, produciendo un efecto muy decorativo y suntuoso.

La esfera es en plata de ley con numeración aránbiga, en esmalte negro para las horas y en esmalte rojo para la doble indicación horaria. Las agujas son en latón negro, estilo Breguet, y también dispone de segundero a las VI horas.

La placa de características es en plata de ley lisa. El sistema de cuerda y cambio horario es por la corona.

En la pletina se ha grabado la marca del reloj, RECORD, así como el nº de serie: 33.

Se denomina decoración nielo a una composición que se hace con plomo, plata, cobre, sulfuro y cloruro de amonio. La mezcla se funde sobre una base de metal grabada o cortada, procesando la mezcla en un sistema similar al esmaltado champlevé. La plata fue el metal más usado para los relojes de bolsillo nielo. La incrustación de oro rosa también puede combinarse con nielo.

Las cajas nielo de reloj de bosillo se pusieron de moda a principios de 1900, al mismo tiempo que el Art Nouveau y el Art décó alcanzaban su máximo esplendor.

Fueron numerosas las marcas de prestigio que produjeron relojes nielo, tales como: Huegenin Brothers of Le Locke, Faure of Le Locke, Duchene of Geneve, René Lalique of Paris y Longines of St. Imier entre otras. Los relojes nielo nunca se produjeron en cantidades industriales.

 

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

 

“La relojería ha tenido también otro de sus máximos exponentes, y por muy largo plazo, en Inglaterra. La estabilidad política conseguida por esta nación tras el paréntesis de la república de Cronwell, y su poderío marítimo y económico, ha permitido que sus mejores talentos se dedicasen con tesón y continuidad a esta actividad.

Las semblanzas de Thomas Tompion, George Graham, Harrison, John Arnold, Earnshaw, Ellicott, Dent, requerirían un espacio desproporcionado al volumen de este libro: todos están suficientemente tratados en los libros, siendo cada vez más minuciosos los estudios sobre aspectos parciales de sus obras.

Desde la aplicación del péndulo, que Fromantel inició en Londres a raíz del invento Huygens, el prototipo de reloj inglés permanece casi invariable. El conservadurismo propio de este país consiguió mantener el sistema de caracol tanto en relojería como en la portátil, hasta casi finales del siglo XX. Notables son sus relojes de carillón, numerosos los modelos de “taberna” y señoriales los de caja alta, para los que trabajaron los calificados ebanistas locales.

El tipo de reloj inglés ha sido copiado y perpetuado hasta nuestros días en varios países, habiendo sido las fábricas alemanas las que más lo han explotado desde fines del siglo XIX”.

 

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)