Reloj de bolsillo saboneta a llave para el mercado turco.

 
Catalogación Referencia: MIARB Nº: 111 JDBC.

 

 

Siglo XIX, circa 1840.

 

Reloj producido por maestros relojeros suizos para el mercado turco. Es de estilo saboneta en níquel y cromo. Dispone de tapa y la anilla de suspensión y el colgante están a las III horas.

La caja es en níquel y cromo. La tapa anterior está decorada con un grabado Guilloche de rombos concéntricos apretados y en el centro de la misma se ha situado un escudo para grabar las iniciales del propietario. Al abrir la tapa anterior, a través del pulsador situado en el colgante, se aprecia el grabado de un escudo de armas rodeado de banderas, la media luna, hachas, lanzas, sables, trabucos y balanzas. Sobre este escudo se sitúa el sol. Dispone de un bisel para soportar el cristal que protege la esfera. La tapa posterior también está decorada con un grabado Guilloche de rombos concéntricos apretados. Al abrirla, da acceso al guardapolvo, el cual dispone de dos bocallaves, uno para el sistema de cuerda y otro para el cambio horario.

La esfera es en esmalte blanco sobre cobre convexo. Las indicaciones horarias son en numeración turca y encima de éstas, se ubican los minutos, también en caracteres turcos. En su perímetro, la esfera está rodeada  de un círculo en esmalte dorado que realza la belleza  del reloj, haciendo conjunto con las agujas estilo Luís XVI en latón dorado y el escudo de armas, también realizado en esmalte dorado, posicionado debajo de las XII horas.

La máquina es en latón dorado y dispone de varios rubíes antirozamiento. El sistema de cuerda es por remontuar a llave.

 

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

 

“La relojería ha tenido también otro de sus máximos exponentes, y por muy largo plazo, en Inglaterra. La estabilidad política conseguida por esta nación tras el paréntesis de la república de Cronwell, y su poderío marítimo y económico, ha permitido que sus mejores talentos se dedicasen con tesón y continuidad a esta actividad.

Las semblanzas de Thomas Tompion, George Graham, Harrison, John Arnold, Earnshaw, Ellicott, Dent, requerirían un espacio desproporcionado al volumen de este libro: todos están suficientemente tratados en los libros, siendo cada vez más minuciosos los estudios sobre aspectos parciales de sus obras.

Desde la aplicación del péndulo, que Fromantel inició en Londres a raíz del invento Huygens, el prototipo de reloj inglés permanece casi invariable. El conservadurismo propio de este país consiguió mantener el sistema de caracol tanto en relojería como en la portátil, hasta casi finales del siglo XX. Notables son sus relojes de carillón, numerosos los modelos de “taberna” y señoriales los de caja alta, para los que trabajaron los calificados ebanistas locales.

El tipo de reloj inglés ha sido copiado y perpetuado hasta nuestros días en varios países, habiendo sido las fábricas alemanas las que más lo han explotado desde fines del siglo XIX”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)