Reloj de Bolsillo muy inusual recuerdo de la Iª Guerra Mundial 1(914-1.918), con la tapa posterior repujada con una escena de J.J.C. Jofre, Generalisime des Armes, 1914. Dotado de patente 35.344.
Catalogación Referencia: MIARB Nº 1.486 JDBC.

DATACIÓN HISTÓRICA DE LA FECHA DEL RELOJ :
Siglo XX,circa año 1.914.
NOTICIAS COETÁNEAS A LA CONSTRUCCIÓN DEL RELOJ:
El año 1914 fue, sin lugar a dudas, uno de los puntos de inflexión más dramáticos y catastróficos de la historia contemporánea, marcado por el estallido de un conflicto que transformaría el mapa geopolítico y social del mundo. Las siguientes noticias ilustran los sucesos más trascendentales ocurridos durante ese período de transformación.
El suceso que encendió la mecha de la contienda global fue el Asesinato del Archiduque Francisco Fernando de Austria en Sarajevo el 28 de junio. El heredero al trono austrohúngaro y su esposa, Sofía Chotek, fueron asesinados por Gavrilo Princip, un nacionalista serbobosnio, mientras se encontraban de visita oficial en la capital de Bosnia, una provincia anexionada por Austria-Hungría. Este acto terrorista se erigió inmediatamente en el casus belli que desencadenaría la compleja red de alianzas militares europeas.
A raíz del asesinato de Sarajevo, el 28 de julio, se produjo la Declaración de Guerra de Austria-Hungría a Serbia, dando inicio formal a la Primera Guerra Mundial o «Gran Guerra». Tras un ultimátum que Serbia solo aceptó parcialmente, la maquinaria bélica se puso en marcha. En los días siguientes, las sucesivas declaraciones de guerra se encadenaron: Alemania declaró la guerra a Rusia y luego a Francia, y la invasión alemana de Bélgica forzó la entrada del Reino Unido en el conflicto. Así, en la primera semana de agosto, las principales potencias europeas ya se encontraban en guerra.
La apertura del Canal de Panamá al tráfico marítimo, el 15 de agosto, se erigió como un hito de la ingeniería y un cambio fundamental para el comercio mundial, aunque su inauguración quedó eclipsada por la guerra en Europa. El vapor estadounidense Ancón realizó la primera travesía comercial completa, conectando los océanos Atlántico y Pacífico y acortando drásticamente las rutas marítimas. Este monumental proyecto, iniciado por Francia y completado por Estados Unidos, aseguró una nueva vía de transporte estratégico para los años venideros.
En el Frente Occidental, el avance inicial alemán a través de Bélgica fue frenado en la Batalla del Marne, librada entre el 5 y el 12 de septiembre. Las tropas francesas y la Fuerza Expedicionaria Británica lograron detener el plan de ataque alemán, conocido como Plan Schlieffen, que buscaba una victoria rápida mediante la toma de París. La detención de las fuerzas alemanas a pocos kilómetros de la capital francesa impidió el colapso temprano del frente y llevó a la guerra a una fase de estancamiento, donde las líneas de combate se consolidaron en un vasto sistema de trincheras que caracterizaría el frente durante los siguientes cuatro años.
Un importante desarrollo técnico tuvo lugar en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, donde el doctor Luis Agote realizó la primera transfusión de sangre del mundo utilizando el citrato de sodio como anticoagulante, un método que permitía almacenar y conservar la sangre sin que se coagulara inmediatamente. Este avance, realizado en el Instituto de Clínica Médica del Hospital Rawson el 9 de noviembre, supuso una revolución en la medicina, especialmente crucial en el contexto de las heridas de guerra, haciendo posible las transfusiones indirectas y el establecimiento de bancos de sangre modernos.
En el ámbito cultural, el cineasta británico Charles Chaplin debutó como director con el filme Caught in the Rain (Charlot y la sonámbula) el 4 de mayo. Aunque ya era conocido como actor, este año marcó su ascenso como una figura central y multifacética en la nueva industria del cine, consolidando el personaje de Charlot (The Tramp), que se convertiría en un ícono global y un símbolo de la edad de oro del cine mudo.
PAÍS DE CONSTRUCCIÓN DEL RELOJ:
Suiza para el mercado de la I Guerra Mundial.
DESCRIPCIÓN DEL RELOJ:
Este reloj de bolsillo es un ejemplar sumamente inusual y de gran valor histórico y coleccionístico, ya que combina un mecanismo de una manufactura suiza de buena calidad técnica, con una iconografía doble y rica, directamente vinculada con el inicio y las esperanzas de paz de la Primera Guerra Mundial.
Tipo de Reloj y Configuración: Se trata de un reloj de bolsillo del tipo Lepine, caracterizado por la representación de una escena de la I Guerra mundial en la que se homenajea al Joseph Joffre quien fue un Generalísimo del ejército francés conocido por su papel crucial al inicio de la Primera Guerra Mundial. Su logro más importante fue detener el avance alemán durante la Primera Batalla del Marne en septiembre de 1914, salvando a París y frustrando el Plan Schlieffen. Debido a su éxito inicial, fue aclamado como el «Vencedor del Marne» y se le concedió la dignidad de Mariscal de Francia. Sin embargo, la posterior ineficacia de sus costosas ofensivas de 1915 condujo a su eventual relevo del mando principal a finales de 1916. A pesar de su destitución, Joffre mantuvo un rol simbólico y diplomático de alta relevancia hasta el fin de la guerra.
Su configuración es la de un reloj lepine con la corona de cuerda ranurada y la anilla de suspensión en la posición de las doce, dotado de patente relojera.
Esfera y Visualización del Tiempo: La esfera es de esmaltada en blanco sobre cobre convexo con una indicación del tiempo muy particular y de estilo militar o funcional. Presenta una doble numeración horaria: los números romanos negros (I a XII) para el ciclo de la mañana y los números arábigos rojos (13 a 24) para el ciclo de la tarde, lo que facilita la lectura horaria militar de 24 horas. Las agujas de estilo Pica de Latigo, son de un tono azul cobalto, contrastando fuertemente con la esfera blanca. Dispone de segundero a las VI.
Iconografía y Valor Histórico-Conmemorativo: El valor excepcional de lapieza reside en las escenas repujadas, un claro recuerdo de la Gran Guerra.

HISTORIA O ANTECEDENTES DE LOS RELOJES DE BOLSILLO DURANTE LA I GUERRA MUNDIAL.
Los relojes de bolsillo, símbolos de precisión y estatus a principios del siglo XX, experimentaron una transformación única durante la Primera Guerra Mundial. Lejos de desaparecer con la aparición de los relojes de pulsera, que ganaron popularidad en el campo de batalla, cuando los introdujo el Dr Bernays con una campaña sin precedentes de Relaciones Publicas, estos relojes de bolsillo se convirtieron en lienzos y cápsulas del tiempo, creados para conmemorar el conflicto, y hoy esas personalizaciones son piezas excepcionalmente codiciadas por coleccionistas y museos.
El valor de estos relojes no radica solo en su mecanismo, sino en su profundo significado histórico y emocional. A menudo, fueron encargados por familias, regimientos o asociaciones para honrar a los caídos, celebrar el armisticio, o incluso servir como regalos de bienvenida para los soldados que regresaban. Esta función conmemorativa los dotó de características distintivas.
Una de las modalidades más comunes y buscadas es la incorporación de motivos militares o patrióticos en las tapas y esferas. Las cubiertas de estos relojes suelen llevar grabados detallados y artísticos que representan escenas de batalla, símbolos nacionales como águilas, o retratos de monarcas y líderes militares de la época. Por ejemplo, se encuentran piezas con inscripciones del tipo «Souvenir de la Grande Guerre» o la cronología de los años del conflicto, de 1914 a 1918. Algunos incluso presentan motivos esmaltados o repujados de tanques, aviones o figuras de soldados en uniforme, un testimonio tangible de la tecnología y la estética bélica de la época.
Para los coleccionistas, estos relojes ofrecen una conexión directa con la historia. No solo se colecciona una pieza de alta relojería, sino un fragmento de la memoria colectiva de la guerra. La escasez es otro factor que dispara su valor: muchos fueron producidos en series limitadas y, dada la fragilidad de un objeto que pasó por manos de soldados o se utilizó en condiciones difíciles, un ejemplar bien conservado es una rareza. Las casas de subastas ven cómo los modelos más raros, especialmente aquellos que son inusuales y obvio los que ademas son de marcas suizas de prestigio que abastecieron a los ejércitos, como Omega, Longines o las que luego se integrarían en grupos mayores, alcanzan precios elevados.
Por su parte, los museos históricos y de relojería persiguen activamente estos ejemplares inusuales. Para un museo, un reloj de bolsillo conmemorativo de la Primera Guerra Mundial es una herramienta didáctica insustituible. No solo ilustra la evolución de la relojería y las técnicas de grabado y esmaltado de la época, sino que también contextualiza el impacto de la guerra en la vida cotidiana y en la cultura popular. Estas piezas son expuestas a menudo en secciones dedicadas a la tecnología y la memoria de la Gran Guerra, sirviendo como poderosos recordatorios del sacrificio y la transición de una era. Su demanda refleja el reconocimiento de que estos objetos cotidianos se transformaron en valiosos archivos históricos el Miarb es un claro ejemplo.

FOTOGRAFÍAS O IMÁGENES HISTÓRICAS DE LA ÉPOCA EN LA QUE SE UTILIZABA ESTE RELOJ:

CALIBRE DEL RELOJ:
El calibre de este reloj es a puentes.
Los relojes de bolsillo abarcan una amplia gama de calibres, desde los más antiguos como el catalino el semicatalino a los básicos como el calibre Roskopf, hasta los más avanzados como el calibre tourbillon. Cada uno de estos calibres refleja diferentes enfoques para la medición del tiempo, adaptados a las necesidades tecnológicas, económicas y sociales de su época.
En relojería, el término calibre hace referencia al diseño o tipo de movimiento interno de un reloj, incluidas las dimensiones, disposición y componentes del mecanismo. En el caso de los relojes de bolsillo, hubo una amplia variedad de calibres desarrollados a lo largo de los siglos XIX y principios del XX, adaptados a distintas necesidades y estilos.
TIPO DE ESCAPE DEL RELOJ:
ESCAPE DE RELOJ DE BOLSILLO DE ÁNCORA :
El escape de áncora es uno de los mecanismos más comunes en los relojes mecánicos y su función principal es controlar la liberación de la energía del muelle motor al tren de engranajes del reloj. Este mecanismo convierte el movimiento giratorio continuo de los engranajes en impulsos regulares que permiten que el reloj marque el tiempo de manera precisa.
Componentes principales del escape de áncora:
1. Áncora: Es una pieza en forma de «T» que oscila de un lado a otro. Sus dos extremos, llamados «paletas», interactúan con los dientes de la rueda de escape.
2. Rueda de escape: Es un engranaje con dientes en ángulo que interactúa con la áncora. Cada vez que la áncora oscila, libera un diente de la rueda de escape, permitiendo un pequeño giro de esta.
3. Volante: Está conectado al escape a través de un muelle espiral, regulando las oscilaciones y manteniendo el movimiento constante.
Funcionamiento:
Cuando el muelle motor libera energía, esta se transfiere al tren de engranajes del reloj. La rueda de escape gira, pero su movimiento está controlado por la áncora, que libera los dientes de la rueda de escape en intervalos regulares. Este movimiento proporciona impulsos al volante, que oscila de un lado a otro, y en cada oscilación la áncora bloquea y desbloquea la rueda de escape. Este sistema asegura que el reloj avance de manera controlada y precisa.
El escape de áncora es fundamental para garantizar la precisión de los relojes mecánicos, ya que regula el flujo de energía y asegura que el reloj no se mueva demasiado rápido o demasiado lento.
TIPO DE VOLANTE DEL RELOJ:
VOLANTE ANULAR DOTADO DE TORNILLOS DE COMPENSACIÓN.
El volante anular en relojería es un tipo de volante utilizado en los mecanismos de relojes mecánicos, caracterizado por su forma de anillo completo sin cortes. Este diseño es simple y resistente, pero no ofrece compensación térmica, por lo que era común en relojes menos avanzados o anteriores al desarrollo de los volantes bimetálicos. Su función principal es regular el movimiento del mecanismo mediante oscilaciones precisas, y su masa uniforme asegura un equilibrio básico para la marcha del reloj.
El volante en relojería es una de las piezas clave del mecanismo de un reloj mecánico. Es un pequeño disco o rueda que oscila de un lado a otro, y junto con el espiral (un pequeño resorte), regula el ritmo al que el reloj marca el tiempo. Esta oscilación controlada asegura que el escape, que libera la energía del muelle de manera regular, lo haga de forma precisa.
El volante funciona como el «corazón» del reloj, y su movimiento oscilante es lo que determina la frecuencia del tic-tac, es decir, la medición del tiempo en intervalos exactos. Si el volante se mueve con precisión, el reloj será más exacto.
HISTORIA DEL PAÍS EN EL QUE SE CONSTRUYÓ ESTE RELOJ:
RELOJERIA SUIZA:
La relojería suiza tiene una historia rica y fascinante que se remonta a varios siglos atrás. Aunque la fabricación de relojes se practicaba en Suiza desde la Edad Media, fue durante el siglo XVI que la industria comenzó a desarrollarse de manera significativa. En ese momento, muchos protestantes franceses que huían de la persecución religiosa se establecieron en Suiza y trajeron consigo sus habilidades en la relojería.
Durante los siglos XVII y XVIII, la relojería suiza experimentó un crecimiento notable, con la creación de talleres especializados y la introducción de nuevas técnicas y herramientas. La región de Neuchâtel, en particular, se convirtió en un importante centro de producción de relojes.
En el siglo XIX, la relojería suiza experimentó una revolución industrial, con la introducción de maquinaria especializada y la adopción de métodos de producción en serie. Este período también vio el desarrollo de la precisión en la relojería, con la invención del tourbillon por Abraham-Louis Breguet en 1801 y la creación de movimientos cada vez más precisos y complicados.
Durante el siglo XX, la relojería suiza enfrentó varios desafíos, incluida la competencia de los relojes de cuarzo japoneses en la década de 1970. Sin embargo, la industria suiza logró adaptarse y mantener su reputación de excelencia y calidad artesanal. La introducción de nuevos materiales y tecnologías, junto con un enfoque continuo en la innovación y el diseño, ha permitido que la relojería suiza siga siendo líder en el mercado mundial de relojes de alta gama.
Hoy en día, Suiza es conocida como la capital mundial de la relojería, con una industria próspera que abarca desde marcas de lujo reconocidas a nivel mundial hasta pequeños talleres independientes. La relojería suiza es apreciada en todo el mundo por su precisión, calidad y artesanía excepcional.
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INTELIGENCIA ARTIFICIAL:
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