Reloj de bolsillo mixto de la marca Zenith en plata y oro.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 1.248 JDBC

DATACIÓN HISTÓRICA: Siglo XX, circa 1.905

    Algunas noticias representativas en el año 1905 coetáneamente a la fabricación de este reloj fueron: Revolución Rusa de 1905: Este año marcó el estallido de una serie de disturbios y revueltas en el Imperio Ruso, conocidos como la Revolución Rusa de 1905. Los trabajadores y campesinos se levantaron contra el gobierno zarista en demanda de reformas políticas y sociales. Aunque la revolución fue reprimida, sentó las bases para eventos posteriores, como la Revolución de 1917.Primera Guerra Mundial: Aunque no comenzó en 1905, este año marcó un período de creciente tensión entre las potencias europeas que eventualmente llevaría al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. Los conflictos y rivalidades entre las potencias coloniales y políticas dominantes, especialmente en los Balcanes, contribuyeron a esta escalada. Teoría de la relatividad de Einstein: En 1905, el físico Albert Einstein publicó su teoría de la relatividad especial, que revolucionó la comprensión de la física y la naturaleza del espacio y el tiempo. Esta teoría estableció los conceptos fundamentales de la física moderna y tuvo un impacto duradero en la ciencia y la tecnología. Fracaso del intento de revolución en Rusia: En diciembre de 1905, un levantamiento armado conocido como el Levantamiento del Potemkin fue aplastado por el gobierno zarista. Este intento de revolución fue liderado por marineros rebeldes del acorazado Potemkin en el Mar Negro, pero fue sofocado por las fuerzas del gobierno, lo que resultó en un gran número de muertos y represalias brutales.

    Reloj de bolsillo mixto de la marca Zenith con caja lepine en plata y oro en el que se han dispuesto los dos biseles en oro (plata sobredorada) y el resto de la caja en plata de ley con el colgante la anilla de suspensión y la corona ranurada a las 12.

    En la tapa posterior se ha procedido al grabado Guilloche a rombos concéntricos apretados con un escudo central para grabar las iniciales del propietario estando este rodeado de motivos vegetales y florales coronando el escudo una flor de lis.

    En el interior de la tapa se ha grabado el logotipo de Zenith y el número de serie que corresponde a 3.068.411 y 269.

    La esfera es en esmalte blanco sobre cobre convexo con segundero a las VI y con doble indicación horaria hasta 24 horas en esmalte rojo. La numeración es arábiga y las agujas son en latón dorado de estilo Pica de Látigo.

    La historia de la marca de relojes Zenith se remonta a 1865, cuando Georges Favre-Jacot fundó la empresa en Le Locle, Suiza. Desde sus inicios, Zenith se dedicó a la fabricación de relojes de precisión y de alta calidad. En 1911, Zenith ganó el prestigioso premio de cronometría en la exposición de la Oficina de Pruebas de Cronómetros de Neuchâtel, lo que consolidó su reputación como una marca líder en la industria relojera. A lo largo de los años, Zenith se ha destacado por su innovación y excelencia técnica. En 1969, Zenith presentó el primer movimiento de cronógrafo automático de cuerda automática integrado del mundo, el famoso calibre El Primero. Este movimiento revolucionario ofrecía una precisión excepcional y una frecuencia de vibración de 36,000 alternancias por hora, lo que permitía una precisión de décimas de segundo en la medición del tiempo. A pesar de los desafíos económicos y tecnológicos que enfrentó la industria relojera en las décadas siguientes, Zenith continuó innovando y produciendo relojes de alta calidad. En la década de 1980, la marca fue adquirida por el Grupo LVMH (Moët Hennessy Louis Vuitton), lo que le permitió expandir su alcance global y consolidar su posición en el mercado de lujo. Hoy en día, Zenith es una de las marcas de relojes suizos más reconocidas y respetadas en el mundo. Sus relojes, conocidos por su precisión, fiabilidad y diseño elegante, son apreciados por coleccionistas y amantes de la relojería en todo el mundo. Zenith sigue siendo fiel a su legado de innovación y excelencia, ofreciendo una amplia gama de modelos que van desde relojes clásicos y atemporales hasta piezas de vanguardia y de alta complicación.

    Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

    “Suiza se incorporó relativamente tarde a la producción relojera, aunque con anterioridad tuvo eminentes artífices que hubieron de realizar su obra en la emigración, como es el caso de Jost Burgui, en el siglo XVII. Curiosamente la paulatina implantación de este arte en el país helvético se produce como si fuese causa de un desplazamiento de la actividad de un país a otro. Las manufacturas se fueron instalando originariamente en el cantón de Neuchatel, por su proximidad a la ciudad libre de Ginebra, que llegó a saturarse con motivo de la expulsión de los hugonotes de Francia.

    En 1541, el reformador Jean Calvin (Calvino) que era entonces alcalde de la Villa, prohibió totalmente la confección de joyas religiosas y civiles. Poco después, el Reglamento de los Orfebres de la Villa, de 1556, fue redactado de tal forma que condenó de hecho a desaparecer a estos artesanos, de los que había abundantes y muy competentes en Ginebra.

    Pero en la misma época, refugiados extranjeros, expulsados de su país por causa de la Reforma, llegaron de Francia, de Flandes y de Italia, y se refugiaron en Ginebra, la villa de Calvino. Como entre ellos hubo relojeros y las ideas nuevas se acompañan de oficios nuevos, fueron los iniciadores de los artesanos ginebrinos que encontraron en la confección del reloj un nuevo campo de trabajo adecuado para reemplazar su antiguo oficio.

    Desde entonces, la relojería se destaca rápidamente de las otras artes ornamentales para llegar a ser una profesión nueva e independiente. A fines de siglo, Ginebra ha adquirido una reputación de excelencia en este campo. Al aumentar en número sin cesar, los relojeros deciden agruparse y reglamentar su profesión. En 1601 la “Maîtrise des horlogèrs de Genéve” será la primera corporación relojera del mundo.

    Con la aparición de los primeros relojes de bolsillo con aguja de minutos, la relojería toma el primer lugar entre las industrias de la ciudad. Antes de finalizar el siglo XVII, la relojería ginebrina es tan floreciente que hace escribir a los historiadores de la Villa: “Ginebra está congestionada de relojeros”. De hecho, son más de 500, situación que obliga a algunos de ellos a emigrar a lugares menos saturados: Nyon, Neuchatel, Berna, Basilea y hasta Ispahan, Pekín, etc.

    Después de su ocasional anexión a ese país, entre 1788 y 1814, Ginebra se incorpora definitivamente a la Confederación en 1815 y a partir de esa fecha todo es ya reloj suizo.

    Nombres como los de Jeanrichard, Jaquet Droz, Ducommun, Perrelet, Courvoissier, Berthoud y Breguet – estos dos últimos triunfadores en París – llenan capítulos interesantísimos de la relojería suiza.

    De todos es conocido el rápido desarrollo de la industria relojera suiza, a partir de la época industrial, y hasta nuestros días, que ha abarcado simultánea y sorprendentemente todos los géneros posibles, todas absolutamente las especialidades, desde la relojería de edificio hasta los más minúsculos cronógrafos de pulsera, y que ha producido y produce obras de altísima calidad y compleja mecánica”.

    (Texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)

    “Hoy en día la relojería Suiza es sinónimo de calidad, pero curiosamente el prestigio es reciente ya que Suiza se incorporó tarde a la carrera por la producción relojera. No obstante, a lo largo de su historia han destacado muy importantes e insignes relojeros, como es el caso de Jost Burgui en el siglo XVII.

    En sus orígenes, la relojería suiza se instala en el cantón de Neuchatel, ya que está próximo a Ginebra, punto de encuentro de todos los relojeros y orfebres que marchan de Francia al ser hugonotes y fueron expulsados”.

    (Texto extraído del “Diccionario Enciclopédico Profesional de Alta Relojería”, del Prof. Dr. José Daniel Barquero Cabrero; Furtwagen Editores).