Reloj de bolsillo estilo en plata de ley y esmaltes, sistema remontuar a llave, autoría de Le Roy París para mercado turco.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 1.172 JDBC

DATACIÓN HISTÓRICA: Siglo XIX, circa 1830

Reloj de bolsillo saboneta, en plata de ley y profusión de esmaltes, en azul, sobre garbado Guilloche y otros esmaltes en naranja y verde, en ambas tapas.

El colgante, anilla de suspensión y pulsador están a las XII.

La esfera es en latón dorado con inusual numeración turca en esmalte negro y las agujas estilo pica de látigo en latón negro.

La placa de características dispone de dos bocallaves y ha sido sobredorada haciendo conjunto con la esfera del reloj y en la que se ha grabado: “Le Roy À Paris”.

La maquinaria es a puentes con sistema de remontuar a llave al igual que el cambio horario.

Pierre Le Roy (1717-1785) Relojero francés, fue el inventor del escape de gatillo, el volante con compensación de temperatura y el resorte del volante isócrono. Sus desarrollos se consideran como la base de la moderna precisión de relojería. Nació en París, hijo mayor de Julien Le Roy, relojero de Luis XV.

Tenía dos hermanos más, Julien-David Le Roy (1724-1803), arquitecto, y Charles Le Roy (1726-1779), médico y enciclopedista. En 1748 inventó un tipo de retención giratoria de escape o fuga individual, que le hizo inventor del escape de gatillo. Se distinguió principalmente en su dominio y mejora del cronómetro marino, basándose en el trabajo pionero de John Harrison. Tomó un enfoque diferente de éste, creyendo que el camino para lograr la mejor navegabilidad era separar el escape del volante. Construyó sus primeros cronómetros por 1756, y llevó a cabo su obra maestra en 1766. En 1769 fue galardonado con el doble premio ofrecido por la Academia francesa para el mejor método para medir el tiempo en el mar. Tuvo éxito en dar a sus instrumentos la mayor regularidad posible gracias al descubrimiento del resorte en espiral isócrono, con el que estaba en competencia con Ferdinand Berthoud. Fue autor de varias publicaciones valiosas sobre el arte y la ciencia de la relojería y la cronografía, entre ellos los “Chronométriques Etrennes” (1760). Murió en Vitry en 1785.

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

 “Francia ha sido una de las naciones en que más arraigo ha tenido la relojería desde sus comienzos. Los talleres de Lyon y Blois, que antecedieron a París, han producido innumerables obras de la época del Renacimiento, que en nada desmerecen a las salidas de Augsburgo o Nuremberg. Desde el péndulo, la relojería adquiere en Francia un nuevo desarrollo, siendo ya París el centro productor desde donde se extiende el arte a toda Europa.

La nómina de sus relojeros eminentes es larguísima: Lepine , Le Roy, Robin, Janvier, y se remata con la incorporación de los suizos Berthoud y Breguet. Entendemos que se deben distinguir dos aspectos bien separados en esta relojería: las obras de autor, únicas o realizadas en cortas series, y la producción basada en la máquina París, que supuso la concentración de manufacturas y fábricas y la intervención de diversos artistas para la presentación de la caja, lo que permitió una total separación del trabajo y dio el máximo prestigio y difusión a la relojería francesa.

Por otra parte, la máquina París incorporó también complicaciones como calendario, fases de luna, segundero central, y se combinó muchas veces con equipos de órgano musical.

La relojería de uso personal tuvo asimismo gran auge; hasta su paulatino desplazamiento a Ginebra y Suiza. No olvidemos también la dilatada y vasta producción peculiar de la región de Franco Condado, que ha provisto de este género de relojes (a pesas y muelle) a toda Europa durante más de 200 años”.

(Texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria).