Reloj de bolsillo en niquel y cromo lepine de la WALTHAM WATCH COMPANY.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 1.168 JDBC

DATACIÓN HISTÓRICA: Siglo XX, circa  1900.

En el año 1859, la APPLETON TRACY WATCH COMPANY cambió su nombre a WALTHAM WATCH COMPANY. Esta gran compañía se transforma en la manufactura relojera más importante de EEUU.

Entre 1850 y 1957 produjo alrededor de 40 millones de relojes, relojes velocímetros, brújulas, fusibles de tiempo y otros instrumentos de precisión.

En 1850, en Roxbury, Massachusetts, David Davis, Edward Howard y Aaron Lufkin Dennison formaron la compañía que luego se convertiría en Waltham Watch Company. Su revolucionario plan de negocios consistía en fabricar las partes del movimiento de los relojes con tanta precisión que serían totalmente intercambiables. En base a la experiencia de ensayos fallidos anteriores, Howard y Dennison finalmente perfeccionaron y patentaron sus máquinas de fabricación de relojes de precisión, creando lo que se ha denominado el sistema estadounidense de fabricación de relojes. En 1907, el nombre de la empresa cambió a Waltham Watch Co. (WWCo), en 1923 brevemente a Waltham Watch and Clock Company y finalmente en 1925 a Waltham Watch Company (WWC).

Dos tipos  de relojes de alta calidad fueron producidos por la compañía para los pedidos realizados por Canadian Pacific Railway; uno con el escudo y el emblema de castor del ferrocarril grabado en los movimientos, y se conoce como el tipo «CPR». El segundo tipo tiene grabado «Canadian Railway Time Service» en los movimientos, y se lo conoce como el tipo «CRTS». Ambos son muy apreciados por los coleccionistas.

 (Fuente: ‘Complete Price Guide to Watches’; Tom Engle, Richard E. çgibert y Cooksey Shugart. Tinderbox Press, 2007).

Reloj de bolsillo de la WALTHAM WATCH COMPANY, de grandes dimensiones con la particularidad de estar preparado para evitar que entre la humedad y a tal efecto, dispone de caja estanca a rosca por el bisel anterior.

La esfera es en esmalte blanco sobre cobre convexo con numeración romana en esmalte negro. Debajo de la indicación horaria de las XII se ha dispuesto en esmalte negro la marca WALTHAM. Sobre la misma se cruzan dos sables.

En la indicación horaria de las VI se ha dispuesto una subesfera para los segundos.  Las agujas son estilo pica de látigo en latón dorado.

La caja estanca dispone de anilla de suspensión, colgante y corona ranurada redonda a la XII.

Para aperturar la maquinaria es necesario estirar de la tija a través de la corona y extraer la maquinaria.

En la pletina  de la maquinaria se ha grabado en número de serie: 9.946.617, “safety Pinion”, “American Watch Company”. En la tapa interior del reloj se ha grabado: “Patend, Trade Mark Contury” nº de serie: 412.

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

Los primeros relojes que funcionaron en los Estados Unidos tuvieron sus antecedentes en el Reino Unido. A su vez, relojeros emigrantes de origen inglés comenzaron a producir sus relojes al otro lado del Atlántico, aportando nuevas creaciones y patentes.

Más tarde, también los relojeros emigrantes de Alemania y Centroeuropa asentados allí se introdujeron en el sector de la relojería, creando e importando piezas de Europa. Pero en los nuevos estados era difícil que pudiera perpetuarse cualquier tipo de taller de dimensión personal o familiar. El país de los EEUU vivió con intensidad dinámica el mismo proceso que en la vieja Europa había consumido siglos: si el reloj, en 1780, era necesario, no lo sería solo ya para la clase dominante o pudiente, sino para una capa social de mayor espectro, por lo que en seguida se planteó la necesidad de organizar de alguna forma la producción industrial en serie. Para esto, contaban con la capacidad de iniciativa, el ingenio, la organización industrial, etc., capaz de atender a una expectativa de gran consumo sin parangón en el mundo.

La historia de los primeros fabricantes norteamericanos de relojes, ahora puesta de manifiesto, es apasionante como ninguna otra. Eli Terry empezó copiando los relojes de la Selva Negra, en madera, y de Edward Howard, y sus muchos seguidores.

Ellos fueron los primeros en producir los relojes en serie. Baste decir que los suizos acudieron allí para aprender y aplicar su tecnología de la producción en serie, a fin de adaptarse a los nuevos tiempos.

(Texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria).