Reloj de bolsillo de estilo lepine damasquinado del maestro y marca relojera Paul Hemmeler.

MIARB Nº 1.239 JDBC.

DATACIÓN HISTÓRICA:      Siglo XIX, circa 1.885

Algunos hechos históricos relevantes en el año 1885 incluyen: La Rebelión del Noroeste en Canadá: Se produce un conflicto entre el gobierno canadiense y las tribus indígenas de las Praderas, que culmina con la Batalla de Batoche en mayo, donde las fuerzas gubernamentales derrotan a los rebeldes liderados por Louis Riel.La Conferencia de Berlín: Las potencias europeas se reúnen para negociar y delimitar las áreas de influencia en África, lo que lleva al reparto colonial del continente. Finalización de la Estatua de la Libertad: La construcción de la Estatua de la Libertad en Nueva York se completa en Francia. La estatua es un regalo del pueblo francés al pueblo estadounidense para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Inicio de la Rebelión del Mahdi en Sudán: La rebelión liderada por Muhammad Ahmad culmina en la captura de Jartum en 1885 y el establecimiento del Estado Mahdista en Sudán. Fin de la guerra entre Chile, Perú y Bolivia: La Guerra del Pacífico llega a su fin con la firma del Tratado de Ancón entre Chile y Perú, y el Tratado de Valparaíso entre Chile y Bolivia. Como resultado, Chile anexa territorios de Perú y Bolivia, y Bolivia pierde su acceso al mar. Estos son solo algunos eventos significativos que ocurrieron en 1885 y que tuvieron un impacto duradero en la historia mundial.

El damasquinado es una antigua técnica de decoración de metales en este caso utilizada en la tapa posterior de la caja de este reloj. Para la utilización de la misma el maestro orfebre deberá dotarse de distintas herramientas técnicas y conocimientos artísticos para incrustar hilos de mayor o menor grosor de oro, plata o cobre en una superficie de metal, como el hierro o el acero, para crear diseños intrincados y detallados. Un trabajo orfebre de damasquinado generalmente implica varias etapas, que incluyen el diseño del patrón, la preparación de la superficie del metal base, la aplicación de los hilos de oro, plata o cobre en el diseño deseado y el proceso de incrustación para asegurar que los alambres queden firmemente fijados. El resultado final es una pieza de metal decorada con hermosos motivos y detalles que reflejan la artesanía y la habilidad del orfebre. En este caso el motivo central pertenece a un delicado y suntuoso trabajo orfebre compuesto de distintos motivos vegetales, florales y filigranas varias.

Reloj de bolsillo de la marca del maestro relojero Paul Hemmeler con un elegante trabajo orfebre de damasquinado en su tapa posterior de la caja.

La esfera está dotada de numeración arábiga en esmalte de color oro la cual ha sido dispuesta sobre un pequeño cartucho redondo en esmalte verde sobre cobre convexo montado sobre una elegante esfera en esmalte de color marfil sobre cobre convexo. Las indicaciones de los minutos han sido dispuestas a través de puntos esmaltados de tal forma que cada punto en esmalte negro representa un minuto y cada punto en esmalte rojo representan los minutos de 5 en 5. Las agujas son en latón dorado de estilo Luis XVI. El reloj dispone de pulsador a las 11 montado en la carrura para el cambio horario. En la indicación horaria de las 12 se ha dispuesto de anilla de suspensión, corona y colgante. El interior de la tapa con trabajo damasquinado se ha grabado la numeración 45858. En el interior de la maquinaria se ha grabado el logo y marca de Paul Hemmeler. Ambos biseles han sido grabados a puntos en relieve concéntricos apretados.

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

“Suiza se incorporó relativamente tarde a la producción relojera, aunque con anterioridad tuvo eminentes artífices que hubieron de realizar su obra en la emigración, como es el caso de Jost Burgui, en el siglo XVII. Curiosamente la paulatina implantación de este arte en el país helvético se produce como si fuese causa de un desplazamiento de la actividad de un país a otro. Las manufacturas se fueron instalando originariamente en el cantón de Neuchatel, por su proximidad a la ciudad libre de Ginebra, que llegó a saturarse con motivo de la expulsión de los hugonotes de Francia.

En 1541, el reformador Jean Calvin (Calvino) que era entonces alcalde de la Villa, prohibió totalmente la confección de joyas religiosas y civiles. Poco después, el Reglamento de los Orfebres de la Villa, de 1556, fue redactado de tal forma que condenó de hecho a desaparecer a estos artesanos, de los que había abundantes y muy competentes en Ginebra.

Pero en la misma época, refugiados extranjeros, expulsados de su país por causa de la Reforma, llegaron de Francia, de Flandes y de Italia, y se refugiaron en Ginebra, la villa de Calvino. Como entre ellos hubo relojeros y las ideas nuevas se acompañan de oficios nuevos, fueron los iniciadores de los artesanos ginebrinos que encontraron en la confección del reloj un nuevo campo de trabajo adecuado para reemplazar su antiguo oficio.

Desde entonces, la relojería se destaca rápidamente de las otras artes ornamentales para llegar a ser una profesión nueva e independiente. A fines de siglo, Ginebra ha adquirido una reputación de excelencia en este campo. Al aumentar en número sin cesar, los relojeros deciden agruparse y reglamentar su profesión. En 1601 la “Maîtrise des horlogèrs de Genéve” será la primera corporación relojera del mundo.

Con la aparición de los primeros relojes de bolsillo con aguja de minutos, la relojería toma el primer lugar entre las industrias de la ciudad. Antes de finalizar el siglo XVII, la relojería ginebrina es tan floreciente que hace escribir a los historiadores de la Villa: “Ginebra está congestionada de relojeros”. De hecho, son más de 500, situación que obliga a algunos de ellos a emigrar a lugares menos saturados: Nyon, Neuchatel, Berna, Basilea y hasta Ispahan, Pekín, etc.

Después de su ocasional anexión a ese país, entre 1788 y 1814, Ginebra se incorpora definitivamente a la Confederación en 1815 y a partir de esa fecha todo es ya reloj suizo.

Nombres como los de Jeanrichard, Jaquet Droz, Ducommun, Perrelet, Courvoissier, Berthoud y Breguet – estos dos últimos triunfadores en París – llenan capítulos interesantísimos de la relojería suiza.

De todos es conocido el rápido desarrollo de la industria relojera suiza, a partir de la época industrial, y hasta nuestros días, que ha abarcado simultánea y sorprendentemente todos los géneros posibles, todas absolutamente las especialidades, desde la relojería de edificio hasta los más minúsculos cronógrafos de pulsera, y que ha producido y produce obras de altísima calidad y compleja mecánica”.

(Texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)

“Hoy en día la relojería Suiza es sinónimo de calidad, pero curiosamente el prestigio es reciente ya que Suiza se incorporó tarde a la carrera por la producción relojera. No obstante, a lo largo de su historia han destacado muy importantes e insignes relojeros, como es el caso de Jost Burgui en el siglo XVII.

En sus orígenes, la relojería suiza se instala en el cantón de Neuchatel, ya que está próximo a Ginebra, punto de encuentro de todos los relojeros y orfebres que marchan de Francia al ser hugonotes y fueron expulsados”.

(Texto extraído del “Diccionario Enciclopédico Profesional de Alta Relojería”, del Prof. Dr. José Daniel Barquero Cabrero; Furtwagen Editores).