Reloj de bolsillo con caja en oro de 18 kl Lepine de caballero.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 390 JDBC

 

 

 

Siglo XIX, circa año 1892.

 

Reloj de bolsillo lepine de caballero, con caja de oro de 18 k., con motivo  en su esfera central alegórico floral y vegetal. Reloj Lepine, no tiene tapa y lleva el colgante, la anilla de suspensión y la corona a las XII.

La tapa  anterior provista de bisel con cristal biselado y placa de características, que da acceso a la maquinaria, con curiosa inscripción que dice: “to M.S.C. from A. & J.P. July, dia 9, año 1892”. En cuanto a la tapa posterior se han grabado profusamente las iniciales MJL que es quien recibe el regalo del reloj  de parte de A. & J.P. Sin duda un buen regalo en aquella época.

Dispone de pulsador lateral para el cambio de hora entre las XII y la I horas.

La esfera en oro 18 Kl con indicadores horarios romanos en esmalte negro. En el centro motivo vegetal y floral en relieve de un jazmín, que en la alegoría relojera significa el emblema de la amabilidad. En 1560, el jazmín fue traído de las Indias a Madrid por los navegantes españoles. Las agujas son de la época y terminan en forma de flor de lis en latón negro.

La máquina es dorada, con número de serie en la pletina: 138.940.

Sistema de cuerda a remontuar por la corona redonda ranurada.

Aparece en el regulador grabado: “F” y “S”, “fast “ y “slow”.

 

El escape de cilindro fue inventado por el maestro relojero Graham, en el año 1720.

Supuso una mejora substancial con respecto al escape de rueda catalina, y en su última época el de cilindro es coetáneo con el de áncora.

El cilindro tiene forma de diminuto tubito de acero bruñido y provisto de una hendidura o muesca en la que penetran los dientes de la rueda, estando los dos extremos del cilindro cerrados por dos taponcitos de acero.

 

“La relojería ha tenido también otro de sus máximos exponentes, y por muy largo plazo, en Inglaterra. La estabilidad política conseguida por esta nación tras el paréntesis de la república de Cronwell, y su poderío marítimo y económico, ha permitido que sus mejores talentos se dedicasen con tesón y continuidad a esta actividad.

Las semblanzas de Thomas Tompion, George Graham, Harrison, John Arnold, Earnshaw, Ellicott, Dent, requerirían un espacio desproporcionado al volumen de este libro: todos están suficientemente tratados en los libros, siendo cada vez más minuciosos los estudios sobre aspectos parciales de sus obras.

Desde la aplicación del péndulo, que Fromantel inició en Londres a raíz del invento Huygens, el prototipo de reloj inglés permanece casi invariable. El conservadurismo propio de este país consiguió mantener el sistema de caracol tanto en relojería como en la portátil, hasta casi finales del siglo XX. Notables son sus relojes de carillón, numerosos los modelos de “taberna” y señoriales los de caja alta, para los que trabajaron los calificados ebanistas locales.

El tipo de reloj inglés ha sido copiado y perpetuado hasta nuestros días en varios países, habiendo sido las fábricas alemanas las que más lo han explotado desde fines del siglo XIX”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)