Reloj de bolsillo catalino de dos cajas en plata de ley e inusual segundero a las VI.

 

Catalogación Referencia: MIARB Nº 912 JDBC

 

 

Siglo XVIII, circa 1760.

 

Reloj de bolsillo catalino con caja lisa en plata de ley y chichonera también en plata de ley, de 6 cm de diámetro con el colgante y la anilla de suspensión a las XII.

Esfera en esmalte blanco sobre cobre convexo, con numeración horaria y arábiga en esmalte negro.

Agujas pica de látigo en latón dorado y la del segundero en latón azul cobalto. El segundero a las VI, en relojes de escape catalino es inusual.

El sistema de cuerda y cambio horario es a llave.

 

motivos vegetales y florales.

Dicha pieza, como su nombre indica, es un escape de paletas dentro del grupo de los de retroceso. En España, a este tipo de escape se le denomina escape de rueda catalina.

 

“La relojería ha tenido también otro de sus máximos exponentes, y por muy largo plazo, en Inglaterra. La estabilidad política conseguida por esta nación tras el paréntesis de la república de Cronwell, y su poderío marítimo y económico, ha permitido que sus mejores talentos se dedicasen con tesón y continuidad a esta actividad.

Las semblanzas de Thomas Tompion, George Graham, Harrison, John Arnold, Earnshaw, Ellicott, Dent, requerirían un espacio desproporcionado al volumen de este libro: todos están suficientemente tratados en los libros, siendo cada vez más minuciosos los estudios sobre aspectos parciales de sus obras.

Desde la aplicación del péndulo, que Fromantel inició en Londres a raíz del invento Huygens, el prototipo de reloj inglés permanece casi invariable. El conservadurismo propio de este país consiguió mantener el sistema de caracol tanto en relojería como en la portátil, hasta casi finales del siglo XX. Notables son sus relojes de carillón, numerosos los modelos de “taberna” y señoriales los de caja alta, para los que trabajaron los calificados ebanistas locales.

El tipo de reloj inglés ha sido copiado y perpetuado hasta nuestros días en varios países, habiendo sido las fábricas alemanas las que más lo han explotado desde fines del siglo XIX”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)