Reloj de arena portátil.

Catalogación Referencia: MIARB Nº: OR-001 JDBC

Siglo XX, circa 1966.

Reloj de arena para medir 3 minutos de duración, dotado de un recipiente transparente que contiene arena fina roja, siendo muy estrecho en su parte central. La arena se desliza a través del estrechamiento, de arriba abajo por el peso. Una vez ha pasado toda la arena, han transcurrido los 3 minutos.

Según el diccionario Antiqvaria del maestro Luís Montañés, se trataría de una denominación impropia aplicada a la “ampolleta” (en francés, sablier), porque se trata de un cuentatiempos y no de un instrumento que sirva para seguir la hora.

Las “ampolletas” más usuales tienen capacidad para un cuarto de hora, y la combinación de cuatro de ellas, manipuladas en continuidad, permitían el cómputo aproximado de una hora.

Parece que fueron utilizadas por los regantes del Levante español para medir los tiempos en que les correspondía “pinchar” el agua.

No fue hasta el sg. XIV que el reloj de arena se utilizó comúnmente. A diferencia de su predecesor, la clepsidra o reloj de agua, se cree que el reloj de arena se originó en la Europa medieval, cuyo uso era muy popular en los buques. A diferencia de la clepsidra, el movimiento de la  nave no le afectaba y daba mediciones más precisas al utilizar materiales granulares en lugar de líquidos.

Así mismo, el reloj de arena encontró popularidad en iglesias, hogares y lugares de trabajo para medir sermonnes, tiempos de cocción y tiempo invertido en las pausas de trabajo.

Después del año 1500, el reloj de arena dejó de estar tan generalizado. Esto fue debido al desarrollo del reloj mecánico, que se volvió más preciso, más peqeño y más barato, e hizo más fácil mantener el tiempo, aunque el reloj de arena no desapareció por completo.

(Fuente: Wikipedia)