Reloj cazador en oro de ley, estilo saboneta.

 

Catalogación Referencia: MIARB Nº 340 JDBC

 

 

Siglo XIX, circa 1880

 

Reloj denominado cazador, saboneta en oro amarillo de 18 Kl de dos tapas, en el que el colgante y la corona ranurada están a las III horas.

Provisto de doble esfera en la tapa y en el interior de esta. La primera esfera grabada sobre la tapa en esmalte negro y numeración romana. La segunda en esmalte blanco sobre cobre convexo, numeración romana en esmalte negro y segundero a las VI. Las agujas en latón negro sirven para las dos esferas.

Cristal convexo que permite ver la hora en la primera esfera, sin abrir la tapa. Si se abre da acceso a la segunda esfera.

Pulsador lateral para el cambio horario a las III.

Agujas Demi-Hunter en latón negro. La horaria provista de dos cabezas, para dar la hora en las dos esferas.

El sistema de cuerda es a remontuar por la corona ranurada.

 

El escape de cilindro fue inventado por el maestro relojero Graham, en el año 1720. Supuso una mejora substancial con respecto al escape de rueda catalina, y en su última época el de cilindro es coetáneo con el de áncora.

El cilindro tiene forma de diminuto tubito de acero bruñido y provisto de una hendidura o muesca en la que penetran los dientes de la rueda, estando los dos extremos del cilindro cerrados por dos taponcitos de acero.

 

 

 “La relojería ha tenido también otro de sus máximos exponentes, y por muy largo plazo, en Inglaterra. La estabilidad política conseguida por esta nación tras el paréntesis de la república de Cronwell, y su poderío marítimo y económico, ha permitido que sus mejores talentos se dedicasen con tesón y continuidad a esta actividad.

Las semblanzas de Thomas Tompion, George Graham, Harrison, John Arnold, Earnshaw, Ellicott, Dent, requerirían un espacio desproporcionado al volumen de este libro: todos están suficientemente tratados en los libros, siendo cada vez más minuciosos los estudios sobre aspectos parciales de sus obras.

Desde la aplicación del péndulo, que Fromantel inició en Londres a raíz del invento Huygens, el prototipo de reloj inglés permanece casi invariable. El conservadurismo propio de este país consiguió mantener el sistema de caracol tanto en relojería como en la portátil, hasta casi finales del siglo XX. Notables son sus relojes de carillón, numerosos los modelos de “taberna” y señoriales los de caja alta, para los que trabajaron los calificados ebanistas locales.

El tipo de reloj inglés ha sido copiado y perpetuado hasta nuestros días en varios países, habiendo sido las fábricas alemanas las que más lo han explotado desde fines del siglo XIX”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)