Reloj art decó estilo lepine de la marca TISSOT, en níquel y cromo.

Catalogación Referencia: MIARB Nº: 450 JDBC.

  1. DATACIÓN HISTÓRICA

Siglo XX, circa 1930.

Reloj estilo lepine en níquel y cromo antimagnético de los maestros relojeros de la manufactura TISSOT, fundada en Le Locle, Suiza en el año 1853. En la actualidad, sigue fabricando  relojes de bolsillo  para una minoría, pero su principal producción, hoy en día, son los de pulsera.

La Compañía TISSOT fue fundada en 1853 bajo el nombre CH. F. TISSOT por Charles Félicien Tissot-Daguette (1804-1873) y su hijo, Charles Emile Tissot-Daguette (1830-1910) en Le Locle. Tras morir el padre en 1873, se unió al negocio la tercera generación, Charles Tissot-Daguette (1860-1936), quien había estado trabajando en America durante cinco años. CHARLES TISSOT & FILS ganó una medalla de plata en la Exposición Universal de París de 1878. En ese mismo año, también obtuvo el cuarto premio en el Concurso de Cronómetros celebrado en Neuchâtel por sus cronómetros de bolsillo. En 1883 volvieron a ganar un premio en la Exposición Nacional Suiza celebrada en Zurich por la belleza y perfección de su trabajo, así como por las innovaciones introducidas.

La tercera generación de Charles Tissot introdujo su marca en el mercado ruso y pasó 16 años en ese país hasta que su padre murió y él tuvo que regresar para tomar las riendas de la Compañía. A finales del sg. XIX se empiezan a exportar sus relojes a Estados Unidos y en el año 1900 producen su primer reloj de pulsera. Hoy, TISSOT es una Compañía del Grupo Swatch, el mayor productor y distribuidor de relojes del mundo.

(Fuente: Swiss Timepiece Makers 1775-1975; Vol. II. Kathleen Pritchard y https://www.tissotwatches.com/en-en/tissot-world-history/)

Con respecto al reloj objeto de esta catalogación, su anilla de suspensión, el colgante y la corona están situados a las XII horas. La caja es en níquel y cromo lisa. La tapa anterior está provista de bisel mediante el cual soporta el cristal y la tapa posterior ha sido grabada con motivos rectilíneos estilo art-decó.

La esfera tiene un diseño bicolor en el que los indicadores horarios, representados en caracteres arábigos, están sobre fondo blanco. Debajo de la indicación horaria de las 12, aparece “Tissot Antimagnetique”, en esmalte negro. Las agujas son estilo diamante en latón azul oscuro.

La maquinaria es en metal y tiene 15 rubíes antirrozamiento. Se han grabado en ella las siguientes inscripciones: “TISSOT LOCLE”, “15 Fifteen Jewels”, “2 Two Adjts.”, “Swiss” y el número 417.087. En el regulador se ha grabado. “S”, “R”, “A” y “F”.

El Art-déco es un movimiento de diseño popular que se desarrolla a partir de 1920 hasta 1939, influyendo en las artes decorativas, entre otras la de la relojería, como es en este caso. Es una amalgama de muchos estilos y movimientos distintos de principios del siglo XX y, a diferencia del “art nouveau”, se inspira en las Primeras Vanguardias: constructivismo, cubismo, futurismo, del propio art nouveau, del que evoluciona, y también del estilo racionalista de la escuela Bauhaus.

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

“Suiza se incorporó relativamente tarde a la producción relojera, aunque con anterioridad tuvo eminentes artífices que hubieron de realizar su obra en la emigración, como es el caso de Jost Burgui, en el siglo XVII. Curiosamente la paulatina implantación de este arte en el país helvético se produce como si fuese causa de un desplazamiento de la actividad de un país a otro. Las manufacturas se fueron instalando originariamente en el cantón de Neuchatel, por su proximidad a la ciudad libre de Ginebra, que llegó a saturarse con motivo de la expulsión de los hugonotes de Francia.

En 1541, el reformador Jean Calvin (Calvino) que era entonces alcalde de la Villa, prohibió totalmente la confección de joyas religiosas y civiles. Poco después, el Reglamento de los Orfebres de la Villa, de 1556, fue redactado de tal forma que condenó de hecho a desaparecer a estos artesanos, de los que había abundantes y muy competentes en Ginebra.

Pero en la misma época, refugiados extranjeros, expulsados de su país por causa de la Reforma, llegaron de Francia, de Flandes y de Italia, y se refugiaron en Ginebra, la villa de Calvino. Como entre ellos hubo relojeros y las ideas nuevas se acompañan de oficios nuevos, fueron los iniciadores de los artesanos ginebrinos que encontraron en la confección del reloj un nuevo campo de trabajo adecuado para reemplazar su antiguo oficio.

Desde entonces, la relojería se destaca rápidamente de las otras artes ornamentales para llegar a ser una profesión nueva e independiente. A fines de siglo, Ginebra ha adquirido una reputación de excelencia en este campo. Al aumentar en número sin cesar, los relojeros deciden agruparse y reglamentar su profesión. En 1601 la “Maîtrise des horlogèrs de Genéve” será la primera corporación relojera del mundo.

Con la aparición de los primeros relojes de bolsillo con aguja de minutos, la relojería toma el primer lugar entre las industrias de la ciudad. Antes de finalizar el siglo XVII, la relojería ginebrina es tan floreciente que hace escribir a los historiadores de la Villa: “Ginebra está congestionada de relojeros”. De hecho, son más de 500, situación que obliga a algunos de ellos a emigrar a lugares menos saturados: Nyon, Neuchatel, Berna, Basilea y hasta Ispahan, Pekín, etc.

Después de su ocasional anexión a ese país, entre 1788 y 1814, Ginebra se incorpora definitivamente a la Confederación en 1815 y a partir de esa fecha todo es ya reloj suizo.

Nombres como los de Jeanrichard, Jaquet Droz, Ducommun, Perrelet, Courvoissier, Berthoud y Breguet – estos dos últimos triunfadores en París – llenan capítulos interesantísimos de la relojería suiza.

De todos es conocido el rápido desarrollo de la industria relojera suiza, a partir de la época industrial, y hasta nuestros días, que ha abarcado simultánea y sorprendentemente todos los géneros posibles, todas absolutamente las especialidades, desde la relojería de edificio hasta los más minúsculos cronógrafos de pulsera, y que ha producido y produce obras de altísima calidad y compleja mecánica”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)

“Hoy en día la relojería Suiza es sinónimo de calidad, pero curiosamente el prestigio es reciente ya que Suiza se incorporó tarde a la carrera por la producción relojera. No obstante, a lo largo de su historia han destacado muy importantes e insignes relojeros, como es el caso de Jost Burgui en el siglo XVII.

En sus orígenes, la relojería suiza se instala en el cantón de Neuchatel, ya que está próximo a Ginebra, punto de encuentro de todos los relojeros y orfebres que marchan de Francia al ser hugonotes y fueron expulsados”.

(texto extraído del “Diccionario Enciclopédico Profesional de Alta Relojería”, del Prof. Dr. José Daniel Barquero Cabrero; Furtwagen Editores).