Reloj 24 horas de la marca LIP CHRONOMÈTRE con caja lepine pavonada.

 

Catalogación Referencia: MIARB Nº 614 JDBC.

 

 

Siglo XIX, circa 1880.

 

Reloj de bolsillo de la marca LIP CHRONOMÈTRE con indicación horaria de 24 horas. Esfera en esmalte blanco sobre cobre convexo con numeración romana en esmalte negro de XII a XI y numeración arábiga en esmalte rojo de 24 a 23 horas. El segundero está a las VI y las agujas son en pica de látigo en latón dorado.

La placa de características es en metal pavonado, mientras que la maquinaría es en metal dorado con regulador de precisión. La caja dispone de anilla de suspensión, colgante y corona a las XII y de pulsador entre las XI y las XII.

Sobre la firma LIP, en 1949 ofrecía la previsión metereológica en el canal de televisión francesa RTL. Después de la guerra, las campañas publicitarias de Lip comenzaron de nuevo con el eslogan “Relojeros en Besancon desde 1867”.

En 1952, Lip vendió el primer reloj eléctrico del mundo. Fred Lip inició un programa de investigación en 1946, que pronto desarrolló el primer reloj eléctrico, bautizado como «electrónico». Se presentó el 19 de marzo de 1952 y se vendió en diciembre de 1958. Esta es otra gran novedad mundial para los relojes Lip. En 1954, los relojes Lip tenían 1500 empleados que producían 300,000 relojes y una fábrica en Palente (Besancon, Francia).

En 1967 Lip creó el primer reloj de buceo serio. El legendario Nautic-Ski, creado para celebrar el centenario de la compañía, Lip vendió el Nautic-Ski en los grandes almacenes Printemps en París en 1967. Es el primer reloj resistente al agua a profundidades de 200 m bajo el agua (20 atmósferas).

La introducción del reloj de cuarzo acabó con Fred Lip y en 1971 se retiró. En 1973, Lip se enfrentó a un mercado en rápida evolución y quebró en abril. En enero, Claude Neuschwander asumió la administración de la empresa sin olvidar el espíritu de LIPS: tecnología, fiabilidad y vanguardia. Finalmente, después de 329 días de conflicto, el 11 de marzo se volvió a activar el negocio, en el que un 60% de la fuerza laboral eran mujeres.

En 1990, Jean-Claude Sensemat compró la marca Lip y la trasladó a Gers en Lectoure, donde se inició de nuevo su crecimiento. Lip fue la primera marca de relojes que recibió una mención especial (IFOP) y en 2012, Lip Watch ganó el premio Gres d’Or a la mejor iniciativa en favor del desarrollo sostenible.

(Fuente: https://loveexcellence.co.uk/portfolio/lip-watches-history-1949-today)

 

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

  

“Francia ha sido una de las naciones en que más arraigo ha tenido la relojería desde sus comienzos. Los talleres de Lyon y Blois, que antecedieron a París, han producido innumerables obras de la época del Renacimiento, que en nada desmerecen a las salidas de Augsburgo o Nuremberg. Desde el péndulo, la relojería adquiere en Francia un nuevo desarrollo, siendo ya París el centro productor desde donde se extiende el arte a toda Europa.

La nómina de sus relojeros eminentes es larguísima: Lepine , Le Roy, Robin, Janvier, y se remata con la incorporación de los suizos Berthoud y Breguet. Entendemos que se deben distinguir dos aspectos bien separados en esta relojería: las obras de autor, únicas o realizadas en cortas series, y la producción basada en la máquina París, que supuso la concentración de manufacturas y fábricas y la intervención de diversos artistas para la presentación de la caja, lo que permitió una total separación del trabajo y dio el máximo prestigio y difusión a la relojería francesa.

Por otra parte, la máquina París incorporó también complicaciones como calendario, fases de luna, segundero central, y se combinó muchas veces con equipos de órgano musical.

La relojería de uso personal tuvo asimismo gran auge; hasta su paulatino desplazamiento a Ginebra y Suiza. No olvidemos también la dilatada y vasta producción peculiar de la región de Franco Condado, que ha provisto de este género de relojes (a pesas y muelle) a toda Europa durante más de 200 años”.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)