Petra Marín. Periodico Contraste. Grupo Duplex. Directora de la Editorial. Periodista especializada en el sector joyero-relojero.

Casi 30 años comunicando, y sobre todo aprendiendo del mundo de la joyería y relojería dan para muchas satisfacciones… Primero, humanas. El doctor José Daniel Barquero siempre ha estado ahí, atendiendo de forma amable las peticiones de información que le he cursado. Con generosidad, diligencia, y mucha, sobre todo, mucha cortesía y respeto. Barquero posee el don de difundir y compartir su sabiduría con tal discreción que te hace pensar que es también tuya; ese don por el que admiramos a los verdaderemante sabios.

Gracias a él conocí el MIARB, su mimada creación, a la que me gusta aplicar el símil de la “Sagrada Familia” del tiempo. En permanente construcción, sigue su curso en constante “tic-tac”, creciendo y creciendo. Pues sí, ya hoy este museo único en el mundo posee catalogados más de 1.500 relojes de bolsillo, una verdadera bibioteca-memoria del eterno empeño humano de caminar “a su tiempo”.

En él se encuentran multitud de curiosidades y reliquias que a mí personalmente me encandilan, y lo que es mejor, puedes ir descubriéndolas sin prisas y cuando te apetece. Su acceso es online y gratuito, un paso sin ambages a favor de la democratización de cierto tipo de artes que tradicionalmente estuvieron reservadas para un reducido grupo de privilegiados de la sociedad.

Pero, volviendo al principio, lo que me encanta más es que en este site se respira la atmósfera trepidante que manifiesta su fundador, un apasionado sin límites de la relojería antigua y sus enseñanzas. Y delata su gusto por el coleccionismo sentimental, me atrevería a decir.

Me gustaría cerrar este escrito con uno de los últimos encuentros en los que he tenido la feliz oportunidad de colaborar con el presidente del MIARB. Cara al cierre del año 2020 y dadas las especiales circunstancias que nos deparó al mundo, le propuse hablar en el periódico Contraste sobre 12 relojes de bolsillo para dar las campanadas, en plan metafórico. “Siempre nos fijamos en los relojes de campanario o torre que nos concentraban físicamente, como el reloj de la Plaza del Sol de Madrid; buscaba un enfoque más doméstico o personal. Relojes emblemáticos para contar los minutos que nos separan del nuevo año, desde el bolsillo”, le propuse. Su contestación fue inmediata: “Creo que es una idea superatractiva, original y distinta. Me encanta!!!”

Con él seleccionamos 12 relojes inusuales, y mientras lo hacíamos Barquero no podía disimular la emoción de enumerarlos, pasar de uno a otro, referirse a sus rarezas o excentricidades… En fin, no paró de transferir su pasión por la relojería antigua y compartirla… ¡Chapó por el maestro! Ahí está el MIARB para demostrarlo.