Muy inusual Reloj de bolsillo modelo COLUMBUS de la R.H. INGERSOLL & BRO. NEW YORK. Presentado para conmemorar WORLDS COLUMBIAN EXPOSITION 1893 CHICAGO.
Catalogación Referencia: MIARB Nº 1.434 JDBC.
DATACIÓN HISTÓRICA DE LA FECHA DEL RELOJ:
Siglo XIX ,circa año 1893
NOTICIAS COETÁNEAS A LA CONSTRUCCIÓN DEL RELOj DURANTE LA FERIA:
Durante la World’s Columbian Exposition de 1893 en Chicago —también conocida como la Feria Mundial de Chicago— ocurrieron varios eventos y noticias muy importantes, tanto dentro de la exposición como en el contexto más amplio de Estados Unidos y el mundo. A continuación, se destacan algunas de las más relevantes:
Acontecimientos clave en la Exposición:
1. Presentación de nuevas tecnologías e invenciones
Corriente alterna de electricidad (AC): La feria fue iluminada por completo con electricidad suministrada por Westinghouse usando la tecnología de Nikola Tesla. Fue un triunfo de la corriente alterna sobre la corriente continua de Edison
Rueda de Chicago (Ferris Wheel): La primera rueda gigante del mundo, diseñada por George Ferris, fue la gran atracción mecánica de la feria. Demostró la capacidad de ingeniería estadounidense frente a la Torre Eiffel de París (1889).
Primera aparición pública de productos como:
- Chicle Wrigley
- Cerveza Pabst Blue Ribbon
- Cracker Jac
- Pancakes Aunt Jemima
2. El “Pabellón de las Naciones” y la idea del progreso
Se exhibieron culturas de todo el mundo, aunque muchas veces desde una perspectiva colonialista.
Se promovió la supremacía cultural occidental como símbolo del “progreso”, lo que marcó debates posteriores sobre etnocentrismo y racismo estructural.
3. Avances en arquitectura y urbanismo
El concepto de la “Ciudad Blanca”, diseñada por Daniel Burnham y Frederick Law Olmsted, mostró una visión idealizada del urbanismo moderno con edificios neoclásicos y planificación monumental.
Fue el inicio del Movimiento City Beautiful en EE.UU.
Eventos históricos paralelos o relacionados:
4. Discurso de Frederick Douglass interrumpido por racistas
El famoso abolicionista Frederick Douglass, entonces comisionado de Haití en la feria, fue abucheado durante su discurso por personas blancas hostiles. Este hecho expuso el racismo sistémico incluso en un evento que celebraba el “progreso”.
5. El asesinato del alcalde de Chicago
Carter Harrison Sr., alcalde de Chicago, fue asesinado el 28 de octubre de 1893, justo cuando la feria estaba por concluir. Su muerte causó conmoción nacional y llevó a cancelar la ceremonia oficial de clausura.
6. Inicio del imperio criminal de H. H. Holmes
Durante la feria, el asesino serial H. H. Holmes cometió varios de sus crímenes en su llamado “Castillo del Horror”, un edificio en Chicago con trampas mortales, falsos pasadizos y cámaras de tortura. Su historia causó fascinación macabra en la prensa.
Impacto cultural y legado:
7. Nacimiento del estilo Beaux-Arts en EE.UU.
La exposición marcó la consagración del estilo Beaux-Arts en la arquitectura estadounidense, especialmente en edificios cívicos
8. Inspiración para Walt Disney
Aunque Walt Disney nació años después, su padre trabajó en la construcción de la feria. Décadas más tarde, Disney se inspiraría en la “Ciudad Blanca” para imaginar Disneylandia.
PAÍS DE CONSTRUCCIÓN DEL RELOJ:
EEUU, Chicago.

DESCRIPCIÓN DEL RELOJ:
El Muy Inusual Reloj de Bolsillo “Columbus” de R.H. Ingersoll & Bro.: Cronometrando la Era del Progreso.
Introducción:
En el marco de la World’s Columbian Exposition de 1893 en Chicago, uno de los objetos más curiosos y simbólicos fue un reloj de bolsillo de gran tamaño dotado de numerosas patentes como la del 15 de enero de 1878, la del 6 de mayo de 1890, la del 23 de diciembre de 1890 y la del 13 de enero de 1891.
Conocido como el modelo “Columbus”, producido por la empresa neoyorquina R.H. Ingersoll & Bro. Este reloj, lejos de ser una simple pieza utilitaria, capturó el espíritu del evento: accesibilidad, modernidad y celebración del progreso. Pues ya no hacía falta dar cuerda a un reloj a llave. Más que un accesorio, el Columbus representó un hito en la historia de la relojería estadounidense y en la democratización del tiempo.
El Contexto: Ingersoll y la democratización del tiempo.
Fundada en 1882 por Robert H. Ingersoll y su hermano Charles, la firma R.H. Ingersoll & Bro. se propuso fabricar relojes a precios accesibles para las masas. Hasta entonces, los relojes de bolsillo eran artículos de lujo, reservados para las clases altas. Ingersoll vio una oportunidad de negocio en la producción de relojes simples, fiables mediante procesos industrializados.
Su lema era claro: “Un reloj para el hombre común”.
La World’s Columbian Exposition de 1893 era el lugar ideal para lanzar un modelo conmemorativo que uniera patriotismo, innovación y oportunidad comercial. Así nació el modelo “Columbus”, bautizado en honor al navegante genovés cuya travesía hacia el Nuevo Mundo inspiró a toda la feria.
Diseño y características del reloj “Columbus”.
Aunque se trataba de un reloj conmemorativo, el modelo Columbus tenía detalles únicos que lo distinguían:
Caja de latón plateado, con muchos grabados alusivos a Cristóbal Colón y un justo homenaje a símbolos a 5 presidentes de EEUU.
La esfera era en esmalte blanco sobre cobre convexo con numeracion romana en esmalte negro y segundero a las VI con manecillas en laton azul cobalto de estilo Pica de Latigo.
Movimiento mecánico dotado de patentes sin necesidad de dar cuerda a llave.
En los modelos más deseados el reverso del reloj mostraba grabados de la nave Santa María, el globo terráqueo o incluso el lema “Souvenir of the Columbian Exposition 1893”.
Este reloj no era una pieza de alta relojería, pero sí una maravilla del marketing y la fabricación en masa.
Comercialización dentro de la feria:
Uno de los mayores logros de Ingersoll fue su visión publicitaria. La empresa instaló puestos de venta dentro y fuera del recinto ferial, vendiendo el Columbus como souvenir oficial de la Exposición.
Se vendía por entre 1 y 1.50 dólares, lo que lo hacía asequible para el visitante medio.
Se ofrecía como “el reloj que descubrió América a tiempo”, jugando con la figura de Colón y la idea del progreso moderno.
En muchos casos, se vendía con una cadenilla dotada de numerosas medallas representando a Colón y numerosos personajes y una pequeña caja de cartón con diseños conmemorativos.
Algunos vendedores ambulantes lo ofrecían como “el reloj que todo americano debe tener”.
La estrategia funcionó tan bien que Ingersoll vendió decenas de miles de unidades, marcando el inicio de su dominio en el mercado de relojes populares.
Anécdotas y curiosidades:
El reloj de 1 dólar antes del “Dollar Watch”: Aunque el famoso “Dollar Watch” de Ingersoll no se popularizaría hasta 1896 con el modelo “Yankee”, el Columbus de 1893 puede considerarse su precursor espiritual.
Coleccionismo posterior: Aunque se produjeron los Columbus conmemorativos originales son hoy altamente buscados por los coleccionistas, especialmente aquellos con estuche original o grabados intactos de la Exposición.
Uso como obsequio institucional: Algunas instituciones compraron relojes Columbus al por mayor para regalarlos a empleados, socios o escolares que asistieron a la feria, grabando mensajes personales o logotipos en la parte trasera.
Un reloj para todos los tiempos: La frase de uno de los folletos decía:
“While Columbus discovered a new world, Ingersoll discovers a new time — affordable to all” (“Mientras Colón descubría un nuevo mundo, Ingersoll descubre un nuevo tiempo: asequible para todos”).
Legado:
El reloj Columbus marcó el inicio del reloj personal como objeto de masas. Más allá de su diseño, representó una nueva relación entre el ciudadano común y el tiempo. Con la producción en masa, el tiempo dejó de ser un privilegio de élite para convertirse en un derecho básico del trabajador moderno.
Este modelo sentó las bases para el éxito masivo de los Ingersoll en las siguientes décadas, e influyó en la cultura de consumo estadounidense. Además, se convirtió en un símbolo tangible de la World’s Columbian Exposition, un recuerdo que cabía en el bolsillo si bien era un reloj más grande que uno normal de bolsillo marcaba cada minuto de una nueva era industrial.
El reloj de bolsillo Columbus de R.H. Ingersoll & Bro. no fue solo un artículo comercial: fue una metáfora portátil del tiempo moderno, una pieza que conmemoró la historia mientras señalaba el futuro. Su éxito dentro de la Exposición Mundial de Chicago en 1893 demuestra cómo la relojería, el marketing y el simbolismo nacional pueden converger en un objeto simple pero cargado de significado.
Hoy, el Columbus sigue siendo una joya única para los coleccionistas, y un testimonio del momento en que el tiempo se volvió verdaderamente democrático.

Libro oficial de la feria.
HISTORIA DE LA EXPOSICIÓN:
La World’s Columbian Exposition de 1893 en Chicago: Una Feria que Cambió el Mundo.
Introducción:
La World ‘s Columbian Exposition, también conocida como la Feria Mundial de Chicago de 1893, fue una exposición universal organizada para conmemorar el 400º aniversario del viaje de Cristóbal Colón a América. Celebrada en Chicago del 1 de mayo al 30 de octubre de 1893, esta gigantesca feria no solo sirvió como una vitrina del progreso industrial, artístico y tecnológico de Estados Unidos y del mundo, sino que también marcó un antes y un después en la historia del urbanismo, la arquitectura, la ciencia y la cultura popular.

Contexto histórico:
Tras el éxito de la Exposición Universal de París de 1889 (donde se presentó la Torre Eiffel), varias ciudades estadounidenses compitieron por albergar la próxima gran exposición internacional. Finalmente, Chicago fue elegida frente a Nueva York, Washington y San Luis, en parte por su pujanza económica, su ubicación central y la promesa de construir una feria de proporciones sin precedentes. Esta exposición fue concebida como una celebración del poder emergente de Estados Unidos en el mundo y un símbolo del progreso humano.
La Ciudad Blanca: Arquitectura y urbanismo
Uno de los elementos más destacados de la feria fue la “White City” (Ciudad Blanca), un complejo monumental de edificios neoclásicos pintados de blanco, diseñados por algunos de los arquitectos más importantes de la época, bajo la dirección de Daniel Burnham y con paisajismo de Frederick Law Olmsted (diseñador de Central Park).
La Ciudad Blanca fue construida en Jackson Park, al sur de Chicago, y se convirtió en un modelo de planificación urbana. Su estilo clásico e idealizado influenció el movimiento del City Beautiful, que buscaba embellecer las ciudades con orden, armonía y monumentalidad.

Innovaciones y avances tecnológicos:
La feria fue un escaparate para numerosos inventos y adelantos tecnológicos que dejaron al público asombrado:
Primera gran demostración del uso de corriente alterna (AC), con iluminación eléctrica instalada por Westinghouse y Nikola Tesla, que derrotaron a Thomas Edison en la llamada “guerra de las corrientes”.
La noria de Chicago (Ferris Wheel): una gigantesca rueda giratoria de 80 metros diseñada por George Ferris, presentada como la respuesta estadounidense a la Torre Eiffel.
Se introdujeron al público productos como el chicle Wrigley, Cream of Wheat, Pepsi-Cola, y hamburguesas.
El primer uso amplio de electricidad para iluminar una exposición entera: más de 90.000 bombillas eléctricas.
Se presenta el inusual bolsillo modelo COLUMBUS de la R.H. INGERSOLL & BRO. NEW YORK. Presentado para conmemorar WORLD S COLUMBIAN EXPOSITION 1893 CHICAGO. Dotado de varias patentes.

Pabellones y contenido temático
Participaron 46 países, además de numerosos estados de EE. UU. Se montaron pabellones nacionales, exposiciones científicas, artísticas, industriales y coloniales. La feria incluyó:
Un Pabellón de la Mujer, dirigido por mujeres, para destacar logros femeninos en arte, ciencia y literatura.
Una exposición de culturas indígenas y pueblos colonizados, vista hoy con críticas por su enfoque etnocentrista.
El Midway Plaisance, un corredor de entretenimiento con espectáculos, curiosidades exóticas y atracciones populares (precursor del moderno parque de diversiones).

Impacto cultural y legado:
La World’s Columbian Exposition tuvo un impacto profundo en la sociedad estadounidense y mundial:
Inspiró la creación de museos, como el Field Museum of Natural History en Chicago.
Marcó el auge del Art Nouveau y del diseño gráfico moderno.
Impulsó la idea del consumo masivo, el espectáculo y la cultura de la innovación.
Sirvió como símbolo del optimismo del siglo XIX, aunque también evidenció tensiones sociales, raciales y económicas.
Es también donde debutó el himno de los EEUU.

La feria terminó con la ciudad en shock, ya que el popular alcalde Carter Harrison III murió ese mismo dia asesinado.
HISTORIA O ANTECEDENTES DE LA MARCA O MAESTRO RELOJERO QUE REALIZÓ ESTE RELOJ:
R.H. Ingersoll & Bro. fue fundada en 1879 en Nueva York por los hermanos Robert Hawley Ingersoll y Charles Henry Ingersoll. La empresa comenzó vendiendo artículos de papelería y suministros de oficina por catálogo, pero pronto incorporó relojes a su oferta, lo que marcaría el rumbo de su historia. En 1892 lanzaron el famoso reloj de bolsillo “Yankee”, vendido por un dólar, convirtiéndose en el primer reloj verdaderamente accesible para el público general. Su eslogan, “The watch that made the dollar famous”, se hizo icónico y reflejaba la idea de que por el precio de un dólar cualquier persona podía poseer un reloj fiable. Este modelo fue fabricado inicialmente por la Waterbury Clock Company y tuvo un éxito inmediato entre trabajadores, granjeros, estudiantes y soldados, contribuyendo a la masificación del uso del reloj.
A medida que crecía la demanda, Ingersoll amplió su línea de productos y estableció acuerdos de producción con empresas como la New Haven Clock Company. Para comienzos del siglo XX, ya vendían millones de unidades al año y establecieron fábricas en Nueva Jersey, así como oficinas en Londres y Montreal. Durante la Primera Guerra Mundial, la empresa empezó a producir relojes de pulsera adaptados para los soldados, anticipando la transición del reloj de bolsillo al reloj de muñeca, algunos de los cuales incluían protecciones metálicas sobre el cristal para resistir el uso en combate.
A pesar del éxito comercial, la empresa enfrentó dificultades financieras tras la guerra y se declaró en bancarrota en 1921. Fue adquirida en 1922 por la Waterbury Clock Company, que más tarde se transformaría en Timex Corporation. Sin embargo, la marca Ingersoll sobrevivió y continuó activa en el Reino Unido como una entidad separada, con modelos populares fabricados en colaboración con Smiths Industries. En esta etapa, siguieron produciendo relojes tanto mecánicos como automáticos, consolidando la marca en el mercado británico durante varias décadas.
El legado de Ingersoll es notable por haber democratizado el acceso al reloj personal, transformándolo de un lujo a un objeto cotidiano. La empresa fue pionera en producción en masa dentro del sector relojero y también en técnicas modernas de publicidad, como el uso de catálogos y campañas nacionales. Su impacto cultural fue duradero, y aún hoy los relojes antiguos de Ingersoll son buscados por coleccionistas por su valor histórico y simbólico como herramientas del tiempo accesibles a todos.
FOTOGRAFÍAS O IMÁGENES HISTÓRICAS DE LA ÉPOCA EN LA QUE SE UTILIZABA ESTE RELOJ:



CALIBRE DEL RELOJ:
El calibre de este reloj es a pletina completa.
Los relojes de bolsillo abarcan una amplia gama de calibres, desde los más antiguos como el catalino el semicatalino a los básicos como el calibre Roskopf, hasta los más avanzados como el calibre tourbillon. Cada uno de estos calibres refleja diferentes enfoques para la medición del tiempo, adaptados a las necesidades tecnológicas, económicas y sociales de su época.
En relojería, el término calibre hace referencia al diseño o tipo de movimiento interno de un reloj, incluidas las dimensiones, disposición y componentes del mecanismo. En el caso de los relojes de bolsillo, hubo una amplia variedad de calibres desarrollados a lo largo de los siglos XIX y principios del XX, adaptados a distintas necesidades y estilos.
TIPO DE ESCAPE DEL RELOJ:
ESCAPE DE RELOJ DE BOLSILLO DE ÁNCORA :
El escape de áncora es uno de los mecanismos más comunes en los relojes mecánicos y su función principal es controlar la liberación de la energía del muelle motor al tren de engranajes del reloj. Este mecanismo convierte el movimiento giratorio continuo de los engranajes en impulsos regulares que permiten que el reloj marque el tiempo de manera precisa.
Componentes principales del escape de áncora:
1. Áncora: Es una pieza en forma de «T» que oscila de un lado a otro. Sus dos extremos, llamados «paletas», interactúan con los dientes de la rueda de escape.
2. Rueda de escape: Es un engranaje con dientes en ángulo que interactúa con la áncora. Cada vez que la áncora oscila, libera un diente de la rueda de escape, permitiendo un pequeño giro de esta.
3. Volante: Está conectado al escape a través de un muelle espiral, regulando las oscilaciones y manteniendo el movimiento constante.
Funcionamiento:
Cuando el muelle motor libera energía, esta se transfiere al tren de engranajes del reloj. La rueda de escape gira, pero su movimiento está controlado por el áncora, que libera los dientes de la rueda de escape en intervalos regulares. Este movimiento proporciona impulsos al volante, que oscila de un lado a otro, y en cada oscilación el áncora bloquea y desbloquea la rueda de escape. Este sistema asegura que el reloj avance de manera controlada y precisa.
El escape de áncora es fundamental para garantizar la precisión de los relojes mecánicos, ya que regula el flujo de energía y asegura que el reloj no se mueva demasiado rápido o demasiado lento.
TIPO DE VOLANTE DEL RELOJ:
VOLANTE ANULAR.
El volante anular en relojería es un tipo de volante utilizado en los mecanismos de relojes mecánicos, caracterizado por su forma de anillo completo sin cortes. Este diseño es simple y resistente, pero no ofrece compensación térmica, por lo que era común en relojes menos avanzados o anteriores al desarrollo de los volantes bimetálicos. Su función principal es regular el movimiento del mecanismo mediante oscilaciones precisas, y su masa uniforme asegura un equilibrio básico para la marcha del reloj.
El volante en relojería es una de las piezas clave del mecanismo de un reloj mecánico. Es un pequeño disco o rueda que oscila de un lado a otro, y junto con el espiral (un pequeño resorte), regula el ritmo al que el reloj marca el tiempo. Esta oscilación controlada asegura que el escape, que libera la energía del muelle de manera regular, lo haga de forma precisa.
El volante funciona como el «corazón» del reloj, y su movimiento oscilante es lo que determina la frecuencia del tic-tac, es decir, la medición del tiempo en intervalos exactos. Si el volante se mueve con precisión, el reloj será más exacto.
HISTORIA DEL PAÍS EN EL QUE SE CONSTRUYÓ ESTE RELOJ:
La historia de la relojería en Estados Unidos comenzó a desarrollarse de manera significativa a principios del siglo XIX, cuando el país aún dependía en gran medida de relojes importados de Europa, especialmente de Inglaterra y Suiza. Sin embargo, a medida que avanzaba la Revolución Industrial, surgieron innovaciones que permitieron la producción local de relojes en serie, lo que transformó por completo la industria y posicionó a Estados Unidos como un líder mundial en la fabricación de relojes durante gran parte del siglo XIX.
El punto de inflexión llegó con la fundación de la American Horologe Company en 1850 en Roxbury, Massachusetts, que más tarde se convertiría en la famosa Waltham Watch Company. Esta empresa fue pionera en la aplicación del sistema de producción en masa con partes intercambiables en relojería, algo nunca antes hecho en la industria. Este enfoque redujo los costos y aumentó la precisión, sentando las bases para la relojería moderna. Waltham no solo innovó en métodos de fabricación, sino que también logró altos estándares de calidad, convirtiéndose en proveedora de relojes de ferrocarril, donde la precisión era crucial para evitar colisiones.
A partir del éxito de Waltham, surgieron otras compañías importantes como Elgin National Watch Company, fundada en 1864 en Illinois, que llegó a ser uno de los mayores fabricantes de relojes del mundo. Estas empresas produjeron relojes de bolsillo que se convirtieron en herramientas esenciales para la vida diaria, especialmente en el mundo ferroviario y entre profesionales. Durante esta época, la relojería estadounidense se caracterizó por una combinación de precisión, robustez y producción masiva.
A fines del siglo XIX y principios del XX, otras marcas como Hamilton, Illinois, Hampden y Rockford también florecieron. Hamilton Watch Company, fundada en 1892 en Lancaster, Pensilvania, se especializó en relojes de precisión para el sistema ferroviario, lo que consolidó su reputación como “el reloj de ferrocarril de América”. En este contexto también surgió R.H. Ingersoll & Bro., fundada en 1879 en Nueva York por los hermanos Robert y Charles Ingersoll, quienes iniciaron su negocio vendiendo artículos de papelería antes de introducir los relojes en su catálogo. En 1892 lanzaron el revolucionario “Yankee”, el primer reloj de bolsillo vendido por un dólar, lo que convirtió a Ingersoll en pionera en la democratización del tiempo. Este modelo, conocido como “el reloj que hizo famoso al dólar”, fue producido inicialmente por la Waterbury Clock Company y se convirtió en un objeto de uso masivo por su bajo precio y confiabilidad.
Ingersoll marcó una diferencia al acercar el reloj al ciudadano común y no solo a las élites o a profesionales especializados. Sus relojes eran usados por trabajadores, estudiantes y soldados, y durante la Primera Guerra Mundial también produjeron modelos de pulsera adaptados al campo de batalla, anticipando el cambio de preferencias del reloj de bolsillo al reloj de muñeca. A pesar de su enorme popularidad, la empresa enfrentó dificultades financieras y se declaró en bancarrota en 1921. Fue adquirida por la Waterbury Clock Company en 1922, aunque la marca sobrevivió en el Reino Unido como una entidad independiente, donde continuó produciendo modelos populares durante gran parte del siglo XX.
Durante la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos también fue clave en la transición del reloj de bolsillo al reloj de pulsera, con modelos militares adaptados a las necesidades del combate. Esta tendencia se consolidó en las décadas siguientes, marcando un cambio en el diseño, funcionalidad y estilo. No obstante, tras la Segunda Guerra Mundial, la industria relojera estadounidense comenzó a perder terreno frente a la competencia suiza y, más tarde, japonesa.
El surgimiento del reloj de cuarzo en los años 1970, liderado por compañías japonesas como Seiko, aceleró el declive de la relojería tradicional en Estados Unidos. Muchas de las marcas históricas cerraron o fueron absorbidas por otras compañías. Sin embargo, en las últimas décadas, ha resurgido un interés por la relojería estadounidense, con marcas contemporáneas como Shinola, Weiss y Vortic, que buscan recuperar la tradición de la manufactura local y artesanal, muchas veces inspiradas en los diseños clásicos del siglo XIX y principios del XX.
La relojería en Estados Unidos se caracteriza por haber combinado desde sus inicios la innovación industrial con la necesidad de precisión práctica, adaptándose a los grandes cambios sociales y tecnológicos del país. Aunque hoy en día ya no domina el mercado mundial, su legado histórico sigue siendo fundamental en la evolución de la medición del tiempo en la era moderna, y marcas como Ingersoll permanecen como testigos del ingenio, la ambición y la accesibilidad que definieron a la relojería americana.

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INTELIGENCIA ARTIFICIAL:
Utilizamos Inteligencia artificial Chat GPT.





