Dña. Maria Serrat Conservatori del Liceu. Directora General.

Dijo Julio Cortázar en sus instrucciones para dar cuerda al reloj: «Cuando te regalan un reloj, … no te regalan un reloj, tú eres el regalado».

 Pero el Museo Internacional de Alta Relojería de Bolsillo es un regalo para nosotros. Visitarlo es una maravillosa oportunidad para observar y admirar, con perspectiva histórica y consciencia del contexto cultural y social, las piezas singulares que presenta esa gran colección, testimonio de la evolución de la ciencia, la tecnología y las artes desde el siglo XVII.

Quiero felicitar efusivamente al Dr. Daniel Barquero Cabrero, jurista, economista, comunicador, emprendedor, … y en definitiva un humanista polifacético, que nos ha sorprendido una vez más, con esta iniciativa inspirada por el rigor, la generosidad y el amor.


La colección del Museo de Alta Relojería nos hace pensar de manera inevitable en el Tiempo, algo tan sencillo, y a la vez un concepto imposible de llegar a comprender del todo. El reloj es de alguna manera un mediador en la relación entre el tiempo y el ser humano. Una prueba de ello es que el aire o movimiento de la música, el arte más emocional, que antiguamente se expresaba con términos como Adagio, Andante o Allegro, con frecuencia ambiguos e imprecisos, pudo ser fijado de manera inequívoca con la invención del metrónomo, a principios del Siglo XIX, con lo que la velocidad de ejecución de una pieza podía por fin ser determinada de manera exacta, y con ello su carácter y expresión. Hoy en día existen metrónomos electrónicos y digitales, pero en su forma original no son diferentes a un reloj, como los que podemos admirar en el Museo Internacional de Alta Relojería de Bolsillo, con su asombrosamente ingenioso y complejo mecanismo y con la belleza fascinante de su diseño. El metrónomo mide con firmeza el pulso para que la música suene paradójicamente espontánea. De la misma manera los relojes centenarios de esta fantástica colección han medido y medirán el paso del tiempo con exactitud para que vivamos en su avance sin retorno siempre con pasión y emoción.