Carlos Coppel de maestro relojero a gran espía del II Reich alemán

Carlos Coppel, el alemán del ll Reich que espío al Congreso de los Diputados, Ministerio de Trabajo y otros organismos oficiales y personalidades de toda España.

Carlos Coppel fue un gran relojero alemán y es justo reconocer un buen espía del II Reich quien proporcionó información al más alto nivel de España sus organismos y sus personalidades a los alemanes siendo capaz de introducirse en todas las casas gracias a su profesión. Coppel nacio en 1859 en Alemania, país donde aprende relojería, mecánica y micro mecánica, convirtiéndose en un buen especialista. En el año 1879 decide trasladarse a vivir desde Alemania a España con veinte años de edad y lo primero que hace es cambiar la versión de su nombre por la dificultad que entrañaba su pronunciación en aquella época en alemán Karl y en castellano Carlos.

España es un país que lo acogió muy favorablemente pues se necesitaban expertos en relojería. El sector estaba en auge pues la demanda por comprar relojes fiables y que permitiera el control del tiempo aumentaba era una necesidad. Coppel no desaprovecha la oportunidad pues no solo es relojero sino hombre de empresa, siendo capaz de comercializar muchos relojes que trae de Alemania con su propia marca personalizándolos y dotándolos de más prestigio eso le permitirá en un futuro próximo el infiltrarse.

"Relojería Carlos Coppel"

En su tienda taller comercializaba relojes de viaje, de bolsillo de todo tipo de marcas desde un Roskopf a un reloj de alta gama suiza o alemana así como relojes alemanes con su propia marca , relojes de pared de pie y de sobremesa, también despertadores normales y de viaje. En el segmento del gran formato también fabricaron relojes monumentales entre otros el que encargó el edificio sede de Prensa Española en el paseo de la Castellana a quien también espiaría.

Entre 1898 y 1909 Coppel registró diez marcas relojeras y un mosquetón antirrobo para relojes de bolsillo.

En el año 1924 transforma el negocio que está a su nombre y lo convierte en sociedad anónima bajo su propia dirección .

En el año 1928 fallece dejando un gran legado relojero a sus hijos quienes a su vez lo hicieron con los suyos y está empresa familiar en su 110 aniversario dejo de operar, clausurando sus puertas en el año 1997.

El hecho de ser el proveedor oficial de sus propios relojes Coppel para los organismos oficiales de la época y que aún perduran dichos relojes incluso en nuestros días colgados en las paredes del Congreso de los Diputados o del Ministerio de Trabajo son una prueba fehaciente de que fueron espiados pues con la venta del reloj se incluía el colgarlo y regularlo así como la opción de su mantenimiento que consistía en el aceitado, engrasado y sustitución de las piezas dañadas por su constante utilización ese hecho le permitía al espía y relojero Coppel generar la credibilidad y confianza necesaria pues además en una época en la que todo giraba entorno a un tiempo marcado por relojes mecánicos hacía de los relojeros personas indispensables.

"Anuncio Carlos Coppel 1915"
"Reloj de bolsillo Lepine, autoria de Carlos Coppel Dessauer (1859-1928), relojero alemán afincado en España y espía del II Reich"

Es así como espiaba Coppel entrando y saliendo sin que le pusieran pegas de los organismos y casas privadas más importantes de Madrid aprovechando su profesión para espiar.

Tan pronto fue espía su objetivo se centró primero en infiltrarse y Segundo en arreglar los relojes los días por ejemplo de más debate en el Congreso de los Diputados y los días en los que por los pasillos y despachos más se hablaba ignorando al relojero que tenían delante y que no hacían salir del habitáculo por no quedarse sin el reloj en funcionamiento pues era una herramienta de trabajo indispensable.
En cuanto al Segundo Imperio Alemán más conocido por el Segundo Reich se inició en 1871 y duró hasta 1918 coincidiendo con el final de la Primera Guerra Mundial. Muchos fueron los espías enviados por Alemania a España a ciudades como Madrid o Barcelona las cuales fueron punto de encuentro de espías sin menos cabo de otras ciudades españolas.

El reconocido autor Vicente Blasco Ibáñez en su obra: “Crónica de la Guerra Europea” aparece un dibujo ilustrativo caricaturesco del espionaje alemán en el que se muestra un gran pulpo de unas largas patas inabordables que son capaces de llegar a alcanzar todo el continente.

Si bien España no quiso participar en la Primera Guerra Mundial el Rey Alfonso XIII trató de ser mediador. Siendo el Gobierno nacional de Eduardo Dato quien mostrará una clara orientación hacia la Triple Entente conformada por Francia, Reino Unido y el imperio Ruso.

Los países como Alemania Veían en Madrid una ciudad para comunicarse con el resto del mundo. Francia sin embargo veía a España como la despensa a tener muy en cuenta por su capacidad de producción de materias primas militares de gran valor.

Un ejemplo claro y conciso sin ir más lejos lo tenían en las grandes corporaciones como Rio Tinto y Peñarroya proveedoras de plomo, cobre y azufre elementos necesarios para la producción de cartuchos,balas y pólvora eso permitía que Francia y Gran Bretaña con intereses en las mismas pudieran enviar toneladas de elementos para la producción de armas. Como resultante y fruto de la información de los espías pronto se hundirían los buques mercantes españoles con esos cargamentos con torpedos lanzados por los submarinos alemanes haciendo un gran daño a la armada española.

Coppel no fue descubierto hasta que el Gobierno de Romanones tras reunir suficientes pruebas deciden en Marzo de 1916 su expulsión inmediata de España por espionaje.

El negocio relojero de Coppel continuará en manos de un familiar Jorge Gerbruch de Ward quien sustituirá a su sobrino al frente de la relojería que seguirá siendo un negocio próspero.

En las memorias de Abdelkrim, Politico y líder militar marroquí asegura que el dinero y el contrabando de armas era controlado por el propio Coppel quien las introducía por la aduana de Melilla.

Coppel fue un gran maestro relojero que incluso aportó patentes a la ciencia relojera pero sin duda mejor espía.

"Álvaro Figueroa y Torres, conocido por su título nobiliario de conde de Romanones"
Abd el-Krim, ​ cuyo nombre completo era Muhammad Ibn 'Abd el-Karim El-Jattabi, fue un político y líder militar marroquí de origen rifeño, fundador de la República del Rif"

Jose Daniel Barquero para el Miarb Museo Internacional de Alta Relojeria de Bolsillo.