LA HEGEMONÍA  RELOJERA  DE ESPAÑA EN EL MUNDO, ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

JOSÉ DANIEL BARQUERO CABRERO PARA LA REAL ACADEMIA DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y FINANCIERAS DE ESPAÑA.

Son numerosos los autores que han llevado a cabo estudios sobre la relojería española como mi maestro Luis Montañes, J.E. Maurer, E.Benito Ruano, F. Landeira, Jaume Xarrié y gracias a ellos y sus investigaciones hemos aumentado el conocimiento sobre la ciencia relojera.

Es justo reconocer que España es depositaria de Relojes muy importantes que se conservan en el patrimonio relojero Español y de muchos autores, cualquier organismo público incluso sin en ocasiones saberlo albergan, auténticas joyas como muestra todos los Ministerios de España, el Congreso de los Diputados, Palacios, Ayuntamientos, Museos y un largo etc. No en vano los Reyes españoles siempre mostraron interés por los relojes he aquí un justo homenaje a los mismos.

ALFONSO X EL SABIO. (1221-1284) Y LOS RELOJES.

Alfonso X el Sabio (1221-1284) se ocupó y preocupó de llevar una buena administración para España con políticas económicas acertadas que le llevaron incluso a reformar la propia moneda. Pero para él la economía no estaba reñida con la cultura el centro principal de su razón de ser, fue reconocido por su ingente labor y entrega a distintas investigaciones que desembocaron con una fecunda obra en las que jugaron un papel protagonista el de sus propios escribas reales. Las obras podían ir desde la literatura a la historia pasando por las distintas ciencias como las jurídicas, las relojeras tan importantes en aquella época. 

El propio Alfonso X revisaba y supervisaba con profundidad los textos, es más incluso escribía junto a su equipo de expertos formados por intelectuales latinos, islámicos y hebreos. Dispuso además de la Escuela de Traductores de Toledo. Destaca de su periodo la cantidad ingente de las obras literarias publicadas en castellano.

Alfonso X el Sabio sabiendo además de la importancia del poder que implicaba para un país poder controlar el tiempo, recogió en un compendio todas las formas existentes de medición del tiempo y que eran conocidas en el siglo XIII. 

Denominando a dicha importante obra: “Los libros del saber de Astronomía” (1265) dedicados a los relojes de la piedra de la sombra, los relojes del agua, los relojes de la candela, los relojes del mercurio y por último al reloj del palacio de las horas. 

Todo parece indicar que no existen relojes mecánicos anteriores al significativo compendio relojero de Alfonso X el Sabio. Este tratado marcó un antes y un después en España País que desde esa fecha los relojes y el tiempo marcaran su prioridad en cuanto a investigación científica se refiere sobre los mismos.

REYES CATÓLICOS, ISABEL I DE CASTILLA Y FERNANDO II DE ARAGÓN

REINARON DE 1475 A 1504

Los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, fueron figuras clave en la historia de España, especialmente durante el periodo de la Reconquista y la expansión del imperio español. Su relación con los relojes  fue la de adaptarse a los tiempos modernos como fue la instalación por ejemplo de campanas que se pusieron en los campanarios de las iglesias y catedrales para informar de la hora a través de la sonería cumpliendo una gran labor en el culto y en la vida de todos los habitantes. Los relojes eran una tecnología emergente en esa época, pero no se registran acciones significativas de los monarcas en relación con ellos. En cambio, su importancia radica en su papel en la unificación de España, la promoción del catolicismo y el apoyo a la exploración y expansión hacia el Nuevo Mundo y en consecuencia obligaría 

CARLOS I DE ESPAÑA Y V DEL SACRO IMPERIO ROMANO (1.500-1558) 

REINO DE 1516 A1556

Carlos I de España (1.500-1558), fue también conocido como Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico, desempeñó un papel crucial en la historia europea del siglo XVI. Su reinado abarcó vastos territorios, incluyendo España, los Países Bajos, el Sacro Imperio Romano Germánico y partes de Italia y América. 

En cuanto a la Relojería se refiere tuvo a su servicio a Juanelo Turriano (1500-1585), quien cobraba 200 ducados, estando a cargo de la colección Imperial. Su primer Taller Real estaba en Yuste y sus ayudantes relojeros fueron entre otros Jean Ballin, Jorge de Diana.  

La pasión de Carlos I por los relojes le venía desde su juventud siempre le atrajeron no en vano eran un adelanto científico para la época, pues el país que controlaba el tiempo controlaba el mundo, independientemente de todas las ciencias y artes unido a la belleza que se concentraba en torno a cada reloj.

El relojero de Carlos I, fue Juanelo Turriano quien tenía una gran fama internacional en el siglo XVI pues eran muy  reputados y se conocían  sus relojes, sus planetarios y sus increíbles autómatas. 

Felipe II, (hijo de Carlos I) nombró  a Juanelo Turriano  Matemático Mayor, siendo incluso reclamado y consultado por el Papa Gregorio XIII.

Carlos I conocería a Juanelo Turriano por ser el único relojero capaz de reparar un reloj al que él le tenía mucho cariño y le había sido obsequiado durante su propia coronación el famosísimo reloj astronómico de Dondi una complejidad inabordable construido entre el año 1348 y 1364 en Italia, (Padua) por Giovanni Dondi.

 Dicho complejo reloj reloj disponía de siete caras con todo tipo de información como la posición del sol, la luna y de los cinco planetas conocidos en esa fecha. Como no podía ser de otra forma el reloj además informaba también de los días religiosos.

FELIPE II.(1.527-1.598) Y LOS RELOJES.

REINO DE 1556 A 1598

Felipe II (1.527-1.598) fue Rey de España, Portugal, Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Duque de Milán, Soberano de los Países Bajos, Duque de Borgoña,Rey de Inglaterra e Irlanda (Iure Oxoris.) 

Su reinado fue marcado por la expansión del imperio español, consolidación religiosa y enfrentamientos políticos. Su papel en la victoria en la Batalla de Lepanto contra el Imperio Otomano y su gestión de vastos territorios lo destacan como una figura significativa y clave en la historia del mundo, influenciando en la política, en la religión y en la cultura de su propio tiempo siendo un referente clave.

 Su reinado se caracterizó por la exploración global y la expansión territorial a través de los océanos Atlántico y Pacífico. Con Felipe II, la corona española llegó a ser la primera potencia del mundo. Por primera vez en la historia, un imperio integraba territorios bajo su alto patronazgo real de todos los continentes habitados en la tierra.

Felipe II ya conocía al relojero Hans de Evalo desde hacía años y llevaba tiempo admirando su obra relojera. Es significativo resaltar que además Hans de Evalo le vendió a Felipe II algunos relojes de su autoría y también de otros autores para la colección real, incluso antes de ser nombrado relojero de Cámara por Felipe II en 1560.

 Entre los colaboradores de Hans de Evalo (flamenco), más destacados resaltan George Hartmann, (alemán) Lluís de Foix, (francés) Jennin Coccuart (francés, quien fue Relojero Oficial de Evalo y autor de otro reloj Custodia Candil igual al de Evalo), Pelegrín (España) y Sánchez (España).

FELIPE III. (1578-1621) Y LOS RELOJES.

REINO DE 1598 A 1621

Felipe III (1578-1621) Rey de España y Portugal fue capaz de añadir territorios en el norte de África y en Italia dando más poderío y prestigio internacional a su país y logró que España alcanzara una importante reputación gracias a él como país culto. La denominada Pax Hispánica se produjo por la gran expansión que alcanzó el imperio y en consecuencia a los años de paz que se produjeron durante todo el siglo XVII en toda Europa. 

Sin temor a equivocarnos el poderío español permitió una hegemonía sin precedentes y en consecuencia no se llevaron a cabo guerras.

En cuanto a la relojería tema que nos atañe, Felipe III decidió lanzarse a la carrera científica y tecnológica, invirtiendo no solo con dinero en conseguirlo, sino que promocionando la investigación científica relojera. Dotándola además de cuantiosos e importantes premios como los 6.000 ducados de recompensa a quien fuese capaz de crear un reloj que permitiese determinar la longitud en el mar y de esa forma liderar el transporte de mercancías entre otras muchas cosas.

Con posterioridad continuaría Felipe III con los Talleres Reales, siendo su relojero de Cámara Claudio Grimbelin nombrado en 1604 y sus relojeros colaboradores Jennin Loccuart, Gaspar Enríquez, Antonio Mateo y el hijo del reputado Hans de Evalo de nombre Lorenzo.

En cuanto a los famosos tres relojes salidos de la Corte Española y atribuidos hasta la fecha año 2024 al relojero de cámara Hans de Evalo (1530-1598) y que han llegado desde hace cuatro siglos y medio a nuestros días fueron creados para el Rey más poderoso de Europa Felipe II (1527-1598), padre de Felipe III siendo este último quién los heredará.

Dada la importancia de estos relojes a nivel español e internacional y que hoy en día aún perduran a pesar de los siglos transcurridos los hemos bautizado como: 

1- El reloj Custodia con candil de autoría de Hans de Evalo:

Realizado en el año 1.583 y que es propiedad de Patrimonio Nacional de España, reloj que conocí hace años gracias a Su Majestad el Rey Juan Carlos I.  Autor Hans de Evalo.

El reloj Custodia con candil de autoría de Hans de Evalo

2- El reloj Custodia:

 Realizado en circa 1585 y que es propiedad de un reputado coleccionista afincado en Londres, reloj que tuve el placer de catalogar oficialmente para el Colegio Oficial de Relojeros de Cataluña en España.

Reloj custodia, colección particular, autoría Hans de Evalo 1585.

3- El Reloj Pórtico:

Realizado en el año 1581 y que es propiedad del Patrimonio Japonés, siendo este último reloj regalado por el hijo del Rey Felipe II, el Rey Felipe III, a Tokugawa Ieyasu fundador y primer shōgun del shogunato Tokugawa de Japón. Reloj que a través de Yuri Hirano, Kobayashi Hirokazu y Mika Nemoto, tuve el placer de poder conocer en el año 2023 y ser entrevistado para la TV japonesa a través del informe probablemente más completo jamás realizado a un reloj  y que me fue entregado para su estudio y análisis  y es que Japón es Japón.

Pero ¿Por qué se le regala al japonés Tokugawa-Ieyasu en 1612 ese reloj tan importante por parte de España y que perteneció a Felipe II, por parte de su hijo Felipe III? La clave estuvo en el agradecimiento eterno por retornar a España 300 marineros que sobrevivieron a un naufragio en el año 1609 de una nave española que se dirigía a Nueva España y como consecuencia de una gran tempestad ésta se encalló en las costas japonesas. 

El Emperador del Japón Akihito fue el 125.º emperador de Japón y actualmente emperador emérito tras abdicar al trono el 30 de abril de 2019. ​​ y SM El Rey de España Felipe VI, observando el reloj regalado por Felipe III a  Tokugawa Ieyasu en el año 1612. Atribuido al Taller Real dirigido por Hans de Evalo.  Fuente de la fotografía: Diario El Día.

Entre los tripulantes se encontraba el propio Gobernador de las Islas Filipinas Don Rodrigo de Vivero y Velasco quien junto a la tripulación reciben no solo los cuidados necesarios, sino que son sacados del agua sanos y salvos. A esto se le unió una generosa hospitalidad durante un año en Japón tiempo en el que además se les construyó un nuevo barco que les permitió continuar el viaje.

En el año 1612 el Virrey de Nueva España fue la persona responsable de administrar y gobernar en representación de la monarquía española

los territorios que formaban el Virreinato que estaba formado por las capitanías generales de Cuba, Luisiana y Florida, Filipinas, Guatemala, Puerto Rico, Santo Domingo y Yucatán, los Reinos de México y Nueva Galicia, así como las comandancias generales de las provincias internas de oriente y occidente. 

Es este Virrey quien encarga al primer embajador de España en Japón una misión diplomática encaminada a agradecer en nombre del Rey Felipe III la proeza de acoger a los 300 marineros españoles que naufragaron en esas costas durante ese año.

En justo agradecimiento el Virrey en nombre del Rey Felipe III envió un tesoro a Japón para Tokugawa Ieyasu en el año 1612 a través de Sebastián Vizcaíno militar, explorador y diplomático quien en 1611 fue nombrado en España por el propio Rey con el cargo de Embajador de Japón. Hecho que se hace coincidir con su propia toma de posesión como embajador a la vez que entrega el tesoro y qué mejor regalo por parte de Felipe III dentro de ese tesoro que incluir como regalo emblemático un reloj que perteneció a su propio padre Felipe II y que demostraba el poderío científico, cultural y de investigación por parte de de España que ya tenía fama mundial bajo el alto patronazgo de sus Reyes. 

Pero además ese tesoro no dejaba de esconder el tratar de poder comerciar con Japón cosa que estaba en manos exclusivas de los holandeses y ese era un sueño para Felipe III por lo que representaba para España esas nuevas relaciones comerciales, de ahí que aprovechara dicho suceso para agradecer más que generosamente el favor recibido.

Reloj Pórtico regalado por Felipe III a  Tokugawa Ieyasu en el año 1612. Atribuido al Taller Real dirigido por Hans de Evalo.

Tokugawa Ieyasu independientemente del tesoro el reloj fue el regalo que más agradeció incluso hasta su propia muerte, pues se trataba de un invento científico que le permitía conocer la hora mecánicamente y además abría las puertas de su país a un nuevo mundo que luchaba por el control de la hora y ese reloj marcaba un antes y un después en el Japón de Ieyasu.

El reloj además históricamente había pertenecido a un gran Rey Felipe II y a su hijo Felipe III y ahora a Ieyasu, siendo el propio hijo de este gran mandatario japonés quien por deseo expreso hace que trasladen el reloj al Templo Toshogu de Japón ya que en el mismo tres grandes hombres habían visto las horas. El hecho de pertenecer ese reloj a tres grandes hombres y la antigüedad del mismo lo hacen único y lo dotan de un gran valor.

El Emperador del Japón y SM El Rey de España, observando el reloj regalado por Felipe III a  Tokugawa Ieyasu en el año 1612.

Estos tres relojes sin menoscabo de las restauraciones y reparaciones a lo largo de sus respectivas y largas vidas son sin duda auténticos en cuanto a los cánones relojeros de hace 450 años y en base a sus mecanismos, diseño religioso y antigüedad corresponden al siglo XVI. Relojes que salieron del taller Real de Felipe II y que estaba dirigido por su relojero de Cámara Hans de Evalo (1530-1598).

Los tres relojes objeto de este análisis están firmados y estaban atribuidos a este relojero, las dos custodias se firmaron en su esfera y el reloj pórtico de Ieyasu en una plaquita. Si bien el reloj Pórtico obsequiado a Ieyasu, ha generado una gran expectación en Japón pues al ser restaurado apareció en la misma placa grabada en la que ponía realizado por Hans de Evalo en 1581, otro texto enviado desde el pasado a nuestros días y que había permanecido oculto pues se grabó debajo de la misma placa y que gracias a las imágenes fluoroscópicas de rayos x se pudo leer: “Me hizo Nicolás de Troostembergh en 1573”. Unas inquietudes razonables a las que trataremos de dar respuesta gracias al Museo que Presido Miarb, Museo Internacional de Alta Relojería. Museo que cuenta además con investigadores de talla como los reputados anticuarios Carles Xarrié y Sergi Clavell y quienes también nos dieron luz a esta investigación al ser expertos en este tipo de relojes.

Se trata por tanto de relojes de un gran valor histórico, además de un valor económico incalculable, de hecho, el coleccionista privado que dispone del Reloj custodia de Hans de Evalo y que yo personalmente perite con el soporte del Colegio Oficial de Relojeros de Cataluña lo aseguro por tres millones de euros. En la actualidad lo tiene custodiado con fuertes medidas de seguridad. De hecho, recuerdo después de la peritación el celebrarlo almorzando en un buen restaurante madrileño en el que el reloj custodia presidía la mesa y comíamos con el coleccionista ante la mirada atónita de los comensales de otras mesas quienes ignoraban que la esencia de Felipe II presidía la mesa a través del reloj puesto encima de la mesa como si de un conjuro del pasado se tratase.

En España todos los relojes producidos o adquiridos a otros maestros eran de esa calidad y en España se consideraban independientemente de la autoría o lugar de producción relojes del Rey y solo salían y solo podían salir de esos talleres reales y no existía otro taller, pues un reloj era un mecanismo para la época de costosa producción científica y se necesitaban grandes conocimientos. 

Se puede decir sin temor a equivocarnos que era un objeto de ciencia ficción, la población se guiaba por relojes de sol y les costaba entender y comprender que una máquina proporcionará la hora, y menos que indicará los astros, pues no había nada más perfecto que el reflejo de la sombra del Sol sobre el gnomon de un reloj solar y en el que hacía años que miraban las horas todo el mundo.

En ese taller real se producían relojes increíbles, auténticos adelantos para la ciencia en el mundo y de reconocida fama internacional, pero también se disponía de otros relojes procedentes entre otros de talleres flamencos, franceses y alemanes. Relojes que hacían las delicias de Carlos I de España y V del Sacro Imperio, quien tenía como relojero a Juanelo Turriano (1500-1585) ingeniero, matemático, astrónomo y quien fue autor de dos relojes astronómicos de fama internacional, bautizados con los nombres del Microcosmo y el Cristalino capaces de indicar la posición de los astros. 

Será el propio Rey Carlos I quien por deseo expreso cree el primer Taller Real en Yuste. Los ayudantes de este insigne relojero Juanelo Turriano fueron Jean Vallin y Jorge de Diana.

En 1558 después de la muerte de Carlos I de España y V del sacro Imperio romano (1500-1558), Felipe II recibe la herencia relojera de su padre, herencia que acredita a su reinado como el más avanzado científicamente y que él se encarga de aumentar considerablemente. Sus miedos razonables hacen que se asegure que Juanelo el relojero de su padre seguirá a su lado y lo fideliza económicamente asegurándose que escriba tratados relojeros y pueda dejar un legado que no desaparezca a través de sus libros. 

Ese miedo sería comparado hoy en día a la fuga del mejor científico de energía atómica de un país a otro. La fama de Juanelo es internacional en el siglo XVI se conocen sus relojes, sus planetarios y sus increíbles autómatas. Felipe II, nombran a Juanelo Matemático Mayor, siendo incluso reclamado y consultado por el Papa Gregorio XIII, para cuestiones tan importantes como la reforma del calendario Gregoriano. Felipe III en consecuencia decide nombrar a un nuevo relojero con numerosos colaboradores para que Juanelo dedique su tiempo a menesteres de más realce para la corona, este relojero fue otro gran insigne relojero Hans de Evalo.

Felipe II ya conocía al relojero Hans de Evalo desde hacía años y llevaba tiempo admirando su obra. Es significativo resaltar que además Hans de Evalo le vendió algunos relojes de su autoría y otros de otros autores para la colección real, incluso antes de ser nombrado relojero de Cámara por Felipe II en 1560. Entre los colaboradores de Hans de Evalo (flamenco) destacan George Hartmann, (alemán) Lluís de Foix, (francés) Jennin Coccuart (francés, quien fue Relojero Oficial de Evalo y autor de otro reloj Custodia Candil igual al de Evalo), Pelegrín (España) y Sánchez (España).

Con posterioridad continuaría Felipe III hijo de Felipe II Rey de España y Portugal con los Talleres Reales siendo su relojero de Cámara Claudio Grimbelin nombrado en 1604 y sus relojeros colaboradores Jennin Loccuart, Gaspar Enríquez, Antonio Mateo y el hijo de Hans de Evalo de nombre Lorenzo.

Los tres relojes que se analizan hoy por su importancia de la corte española de Hans de Evalo, todo parece indicar técnicamente que han salido de los talleres de Hans de Evalo con lo que eso significa, es decir, calidad y precisión y diseño así como tipología de su maquinaria.

Hans de Evalo antes de ser contratado como relojero de Cámara, fabricaba relojes los reparaba, pero también vendía los de otros relojeros al Rey.  Dos de los tres relojes el Reloj Custodia y el Reloj Custodia con candil tras nuestras investigaciones cumplen los más altos estándares del gusto de Felipe II que eran la religiosidad y la técnica. Del reloj Custodia con candil se sabe que lo utilizaba para conocer la hora por la noche y acudir a los rezos nocturnos, mientras que el reloj Custodia al igual que el Custodia candil eran un justo homenaje a un símbolo religioso la Custodia que alberga en su interior el cuerpo de Cristo en las celebraciones religiosas.

Las similitudes técnicas de ambos relojes son significativas pues disponen los dos de platinas y columnas, barrilete y tripa, así como escape de foliot. En cuanto a similitudes artísticas los dos disponen de custodia y detalles arabescos en la esfera.

En cuanto al reloj Pórtico de Ieyasu hoy en Japón cumple también los más altos estándares del tipo de relojes que se mandaban hacer en la corte española incluidos la religiosidad pues representa un pórtico de una catedral. Estos relojes eran para distintas estancias oficiales, así como otras dependencias y como no para los distintos palacios y residencias.

Prueba de ello son los distintos óleos en los que aparecen relojes muy parecidos artísticamente al de Ieyasu y de igual manufactura mecánica relojera al lado de muy ilustres personajes de la época pues era un símbolo de país científicamente adelantado.

Se ha de tener en cuenta que el reloj pórtico es un estilo de reloj que se siguió fabricando después del Rey Carlos V, con su hijo Felipe II siendo muy decorativo. Ejemplos de un reloj muy similar artísticamente y técnicamente al de Ieyasu lo podemos ver en un cuadro del pintor Tiziano (circa 1488-1576) y su interés aumenta ya que se cree que el personaje retratado fue el relojero de Carlos V Juanelo Turriano (Circa 1.500-1585) quien con la mano coge el reloj.

Para nosotros el hecho de que en una placa se pusiera y se volviera a grabar encima otro nombre puede tener muchas hipótesis, tantas como un productor de Netflix pueda imaginar. No obstante, hasta la fecha nadie ha podido negar que este reloj perteneció a la corona española y patrimonio de las misma y a dos Reyes españoles Felipe II y Felipe III para luego pertenecer a un gran hombre el líder de Japón y Señor de la Guerra Ieyasu Tokugawa, independientemente de su manufactura y autoría final y ahí radica su verdadero valor.

Tal vez en unos años la ciencia revele nuevas hipótesis.

Jose Daniel Barquero para el Miarb Museo Internacional de Alta Relojeria de Bolsillo.