De manufactura relojera al voltímetro: continuidad de identidad industrial en la Badische Uhrenfabrik A.G. (BADUF), Furtwangen, 1889–1938

Catalogación Referencia: MIARB Nº 1.503 JDBC.

Este estudio analiza la trayectoria de la manufactura relojera Badische Uhrenfabrik A.G. (BADUF) de Furtwangen-im-Schwarzwald, Alemania, destacando la continuidad del logotipo corporativo —una “B” dentro de una media luna como elemento común en toda su producción: relojería, receptores de radio y aparatos eléctricos.

Se propone que el voltímetro portátil tipo reloj de bolsillo con ese emblema representa no solo un instrumento técnico, sino un símbolo tangible de la transición de la relojería a la electrónica dentro de una misma empresa y en justo homenaje a los muchos relojes que produjeron le dan forma de reloj de bolsillo.

La Badische Uhrenfabrik A.G. y su identidad visual.

Fundada en 1889, la Badische Uhrenfabrik A.G. (abreviada BADUF) consolidó su identidad visual con un logotipo distintivo: una “B” mayúscula en el interior de una media luna abierta hacia la derecha.

Este emblema, registrado como marca industrial en Alemania en 1931 (Deutsches Markenregister, Nr. 283 859), fue aplicado de manera constante a sus productos: Relojes de bolsillo, sobremesa y pared, relojes de aniversario (400-Tage-Uhren, movimientos mecánicos y a partir de 1929, aparatos eléctricos y de radio.

El uso ininterrumpido del mismo logotipo consolidó una imagen de marca unitaria y reconocible, incluso cuando la empresa amplió su campo de actividad más allá de la relojería tradicional.

Diversificación hacia la radio y la tecnología eléctrica

Durante la expansión de la radio en Alemania (1925–1935), BADUF fue una de las primeras empresas relojeras del Schwarzwald que incorporó la producción de receptores de radio.

Modelos documentados como el “Baduf 3 Röhrenempfänger” (ca. 1929-1930) prueban su incursión en la electrónica doméstica.

(Fuente: Radiomuseum.org — Baduf 3 Röhrenempfänger).

Esta diversificación fue posible porque BADUF poseía: Maquinaria de precisión derivada de la relojería, personal técnico especializado en micromecánica, y una red de distribución internacional.

Así, la empresa trasladó su cultura relojera de precisión al nuevo ámbito de la tecnología radioeléctrica.

El voltímetro de bolsillo “RADIO”: diseño y significado.

El voltímetro analógico de bolsillo con el logotipo “B + media luna” encaja plenamente en esa fase de transición y fue un utensilio necesario para las radios que ellos fabricaban.

Su diseño en forma de reloj de bolsillo no fue casual: combinaba funcionalidad técnica y homenaje simbólico a los muchos que hicieron.

El logotipo de la media luna rodeando la letra B como orgullo de marca en todos sus productos relojeros y radiofónicos.

La  Badische Uhrenfabrik A.G., conocida también como Baduf, fue una manufactura alemana fundada hacia 1890 en Furtwangen, en pleno corazón de la Selva Negra, entonces perteneciente al Gran Ducado de Baden. Esta región, famosa por su tradición en relojería doméstica —relojes de cuco, de pared y despertadores—, vivía una transformación industrial profunda: los talleres de madera daban paso a fábricas mecanizadas dotadas de maquinaria de precisión y de una estructura empresarial moderna.

Badische Uhrenfabrik nació como una sociedad anónima relojera, con el propósito de crear relojes de bolsillo y de sobremesa accesibles pero fiables, capaces de competir con la poderosa industria suiza. Durante las dos primeras décadas del siglo XX, fabricó movimientos para relojes de bolsillo con escapes de cilindro y de áncora, robustos y funcionales, que se distribuían tanto bajo la marca propia BADUF como bajo nombres comerciales de minoristas. Su estilo era sobrio, de inspiración germana, con platinas tres cuartos y decoración sencilla, pensados para el mercado interior y de exportación.

Sin embargo, el acontecimiento que marcaría el destino de la empresa llegó tras la Primera Guerra Mundial. Alemania entró en una fase de innovación técnica acelerada, y Furtwangen se convirtió en un foco de experimentación en electrónica y radiodifusión. A partir de 1920, la Badische Uhrenfabrik amplió su actividad más allá de la relojería y creó un departamento de radio, bajo la denominación Baduf Radio-Abteilung.

Este giro fue visionario: la firma comenzó a fabricar receptores de radio, instrumentos de medida, altavoces, cápsulas fonográficas (Schalldosen), variometros y sobre todo “radio-Schaltuhren”, relojes eléctricos de control de tiempo asociados a aparatos de radio. Su catálogo de 1926 muestra una línea completa de componentes y accesorios radioeléctricos, demostrando una diversificación avanzada para la época. Baduf se convirtió así en uno de los primeros ejemplos europeos de una empresa relojera que integró la tecnología eléctrica y electrónica en su producción.

Durante la década de 1920, los productos de Baduf simbolizaron el espíritu de modernidad alemán: la fusión entre la precisión mecánica y la innovación tecnológica. No obstante, la crisis de 1929 y la competencia extranjera afectaron gravemente a su estabilidad financiera. La compañía fue absorbida o disuelta hacia los primeros años de la década de 1930, dejando tras de sí una herencia técnica y estética notable.

Hoy, tanto sus relojes de bolsillo marcados “Badische Uhrenfabrik A.G. – Furtwangen” como sus radios y aparatos eléctricos llevan el sello de una época en que la frontera entre relojería y tecnología comenzaba a desdibujarse. La historia de Baduf encarna la transición del siglo XIX mecánico al siglo XX eléctrico, una de las más fascinantes metamorfosis de la industria relojera alemana.

En la Selva Negra (Schwarzwald), y especialmente en Furtwangen, la vida cotidiana hasta bien entrado el siglo XX estaba íntimamente ligada a la oscuridad del bosque y a la luz de la luna como guía nocturna. La región, famosa por su densidad forestal, sus inviernos largos y su aislamiento geográfico, desarrolló una fuerte cultura simbólica en torno a los ciclos naturales y celestes.

La luna —visible en los relojes astronómicos, en la iconografía popular y en la tradición oral representaba tanto la medida del tiempo natural como la claridad en la oscuridad. No es casual que los primeros relojes de cuco de Furtwangen incorporarán fases lunares: para las comunidades rurales era una forma práctica y simbólica de seguir el paso de los días.

Por eso, cuando la Badische Uhrenfabrik A.G. (BADUF) adoptó su logotipo con la letra B rodeada por una media luna, lo hizo dentro de un contexto cultural donde la luna era un emblema profundamente arraigado.

La “B” identificaba a la empresa (Badische), mientras que la media luna evocaba la claridad, el ritmo temporal y la conexión entre la técnica y la naturaleza.

En otras palabras: el logotipo no fue una invención arbitraria, sino una elección acorde con el imaginario visual y simbólico de la Selva Negra, donde la luna formaba parte tanto del paisaje físico como del espiritual y artístico de su gente.