Reloj saboneta en oro de 18 Kl del relojero español José Rodríguez de Losada, relojero de SS. MM. La Reina Isabel II de Borbón y la Real Familia, así como de la Armada Militar Española. Reloj Nº4.262 con caja de Alfred Stram.

 

Catalogación Referencia: MIARB Nº 849 JDBC

 

 

 

Siglo XIX, año 1858.

 

Reloj de bolsillo construido de acuerdo a todos y cada uno de los aspectos: los técnicos, los decorativos, en cuanto a calidad y contenido, así como precisión y punzonados de autenticidad del gran maestro relojero de origen español JOSÉ RODRÍGUEZ LOSADA. Fue relojero de la Cámara de SS. MM. La Reina Isabel II y la Real Familia, así como de la Armada Militar Española, entre otras altas organizaciones, instituciones y autoridades.

Este reloj, registrado con el número de construcción 4.262, aparece en el censo de relojes de Losada realizado por el Profesor Dr. Roberto Moreno. Es uno de los 6.275 relojes históricos que produjo Losada a lo largo de toda su vida, de los que están localizados algo más de 250 en la actualidad. Dicho censo se encuentra en su libro Vida y Obra de Losada, publicado en el año 1995 por la Fundación Juanelo Turriano, en el que lo describen como:

El Dr. Moreno es el profesional más acreditado en todo lo referente a Losada. Obra suya es también la biografía española más acreditada de este gran maestro relojero.

Es un reloj de bolsillo saboneta, realizado en oro de 18 Kl, con el colgante, la anilla de suspensión y el pulsador a las III horas. Se trata de una pieza de calibre a ¾, con volante a la vista y de escape dúplex, elegido por Losada para este modelo.

En la pletina figura lo que en todo reloj auténtico de Losada debe figurar estrictamente, “J.R. LOSADA London”, y cerca del centro, como le corresponde, el número del reloj, estando todos los caracteres en caligrafía inglesa, utilizada siempre por Losada, así como la dirección de su taller: 105, Regent Street.

El puente del volante está grabado, siguiendo los cánones marcados por Losada, con motivos vegetales y florales, y el contrapivote, que a excepción del resto de piedras utilizadas, que son rubíes, es un diamante talla “rosé” (que también es una piedra antifricción). A Losada le gustaba utilizarlo en estas piezas como símbolo de distinción.

El conjunto de la maquina es dorado, con un tono de oro verde abigarrado que era la tonalidad seleccionada por Losada y que sus maestros relojeros la llevaban a cabo.

Es, por otra parte, un reloj cronómetro que ha obtenido el boletín oficial de marcha pasando los más estrictos controles de calidad de la época.

Los relojes diseñados bajo la denominación “REAL”, como el que catalogamos, fueron relojes especiales en cuanto a calidad y contenido en su conjunto, y en especial por su maquinaria y tipo de escape dúplex, así como la decoración “REAL” que los hacía diferentes. Este modelo, con cronómetro incorporado, es considerado por uno de sus biógrafos, Roberto Moreno, y por nosotros mismos, pieza de gran calidad y precisión.

Para que tengamos una idea de personajes propietarios en aquella época de esta misma pieza saboneta en oro y modelo “REAL” cabe destacar entre otros a Casto Méndez Núñez, militar español y capitán de navío altamente condecorado y héroe de la Batalla del Callao.

JOSÉ RODRÍGUEZ LOSADA, fue un cronometrista y relojero de la Cámara de SS. MM. La Reina Isabel II y la Real Familia Española, así como de la Armada Militar Española y otros ilustres personajes de la época del siglo XIX de Europa.

Condecorado, entre otros, por Su Majestad, La Reina Isabel II, quien además le otorgaría numerosos premios por sus investigaciones y aportes, teniendo permiso y facultades expresas para la utilización de las Armas Reales de España en su taller y manufactura.

Losada se caracteriza, además, por ser constructor de cronómetros de bolsillo para importantes buques, cronómetros de sonería, cronómetros de repeticiones, como también relojes de péndulos y relojes especiales astronómicos, o relojes de sobremesa y de torre.

Este insigne relojero y maestro español destacó por la calidad, contenido, aportes y técnicas que dedicaba a cada una de sus piezas, dotándolas de un buen hacer personal que hacía cada pieza inconfundible ante las imitaciones que dada su fama se hacían, pero provocando que éstas fueran ridículas.

Las imitaciones se descubren a simple vista sólo comparándolas con un original, o bien, si se han visto y estudiado sus piezas, ya que nunca se olvidan los toques de maestría que él mandaba realizar a sus piezas, siendo Roberto Moreno el mejor especialista.

Las falsificaciones, independientemente, suelen carecer de punzonado y no corresponden, en el caso de tenerlo, ni con los modelos ni con las numeraciones ni las épocas.

Fue tal la perfección de sus relojes de bolsillo que pronto serían adquiridos por reyes, altos mandatarios, condes, marqueses, jefes de gobierno, políticos de rango y todos los importantes empresarios, así como todos aquellos que podían permitírselo económicamente y supieran apreciar una obra de arte, en todos los aspectos de diseño, mecánica y tecnología de la época.

Ejemplos claros de clientes de Losada los tenemos y destacan el reloj de bolsillo nº 4.804 de la Infanta Isabel, o el nº 5.107, que todo parece indicar que perteneció al presidente del Gobierno; o el del General Narváez, así como los relojes de bolsillo que pertenecieron al propio rey Alfonso XII. Así como con el que los españoles, desde hace generaciones, nos comemos las uvas de fin de año, el reloj de torre de la Puerta del Sol de Madrid. También cabe destacar los 70 relojes que poseía el Gobierno español destinados a las comisiones geodésicas e hidrográficas y al servicio de los buques.

Este insigne relojero español, nacido en 1797 en Iruela, pueblo situado en la jurisdicción de Quintanilla de Losada, en la provincia de León, falleció en Londres en 1870 a los 83 años de edad, dejando una gran fortuna calculada en más de 30.000 libras esterlinas de la época. Con dicha cantidad, para hacernos una idea de su valor en aquel momento, se podrían comprar 270 kilos de oro o unos 700 relojes de bolsillo de oro o 1.600 de plata.

 

Sobre la datación histórica del reloj

Todos y cada uno de los relojes auténticos de Losada tienen, sin excepción alguna, unos punzones acreditativos. Era un hombre meticuloso y gracias a la misma se conoce con certeza el año exacto de construcción de cada uno.

Este reloj “cronómetro de bolsillo” Nº 4.262 de Losada, del año 1858, cumple con los requisitos más exigentes de catalogación relojera de bolsillo.

Obviamente, por lo que se puede ver, se aprecia en el punzonado la indiscutible cabeza de leopardo, algo gastada, pero se identifica sin duda la silueta del mismo, que nos indica que pertenece a la ciudad de Londres.

Aparece también el 18 coronado, cumpliendo con la ley del oro de la época y una de las dos “a” características de Losada. En concreto la “a” que corresponde a esta pieza y fecha indicaba que fue construida del 30 de mayo al 30 de mayo del año siguiente.

 

Sobre la caja

La caja es de oro de 18 kilates y su presentación es la que más fama dio a Losada, siendo denominada “REAL”, es decir, la tapa anterior, posterior e incluso la placa de características están profusamente grabadas con motivos vegetales y florales de modo artesanal, creadas por el propio Losada para sus relojes, dotándolos de esa alma y diseño que los hacía especiales.

En cuanto al cajista, sin ningún tipo de duda es la marca punzonada de “AS”, pudiéndose ver aún al trasluz y con lupa de aumento, que fue obra del reputado cajista Alfred Stram.

Según averiguaciones del biógrafo más oficial de Losada, Roberto Moreno, se cree que Alfred Stram cambió totalmente de estilo cuando se independizó, ya que en las cajas que realizó para otros relojeros destacados y coetáneos de Losada, tales como Hunt & Roskell, Harr y Emmanuel, Mac Cohe, Penligton, y Benson dejó de producir el estilo que lo catapultó junto a Losada.

Nosotros queremos añadir, a título personal, que creemos que el motivo por el que Alfred Stram no hizo más cajas tipo de las de Losada para otros relojeros es que la patente del diseño probablemente fuese de Losada, unido a que el resto de grandes relojeros para los que trabajaba tras independizarse temieran que dado que el estilo de Losada era muy característico, confundieran su piezas o fuesen acusados de plagio o de imitadores sin creatividad.

Por consiguiente, el hecho  de que fuese el mejor cajista de Londres y luego trabajara para otros de los grandes maestros relojeros produciendo las mejores cajas del mercado, hace que tengamos, de entrada, dos obras de arte en una: la del cajista orfebre Stram y la del maestro relojero Losada, por lo que, hace más de 150 años este reloj estuvo en las manos de dos grandes artistas: Losada y Stram.

Todas las cajas, como la que analizamos de Losada, cumplían los requisitos del gobierno inglés, ya que portaban el punzonado y disponían de un grosor en oro que permitía ese cincelado tan característico, pero a la vez complejo y sobrio que marcaron el estilo inconfundible de Losada.

Esta caja también cumple con la característica tonalidad del oro amarillo exigida por Losada, en la que él y su cajista decidieron que esta composición fuese de 75‰ de oro, 10‰ de plata y 15‰ de cobre, descartando siempre el oro rosa, rojo o verde.

También cumple con la típica técnica de Losada en cuanto a la apertura automática de la tapa anterior a través de pulsador en el colgante y de la apertura manual de la tapa posterior  característica mediante una pestaña creada al efecto.

En cuanto al colgante, aparece la corona grabada entre la profusa decoración “REAL” que lo caracteriza más si cabe.

 

Sobre la esfera

La esfera es de estilo victoriano en plata de ley, ligeramente convexa y grabada a mano con motivos vegetales y florales.

Lleva superpuesto un gran trabajo orfebre de gran calidad, como si de un lienzo se tratase, en un marco incomparable de contrastación entre la plata de ley y el oro de 18Kl superpuesto.

Este paisaje en oro fino de 18Kl está compuesto en estos modelos “REAL” por un cesto central y unas flores, en concreto “ALELÍ”, que en la alegoría relojera nos dice o viene a significar, según Vicente Viñolas y Lardíes, experto relojero, en su Tratado Alegórico de Relojes: los ingleses llaman a esta amable flor violeta de las murallas; efectivamente, ellas acostumbran a crecer en las gritas de los antiguos muros; se la ve también en los sepulcros, su presencia atestigua a los supersticiosos los males y los desórdenes del feudalismo. Los trovadores la tenían como el emblema de un efecto que resiste al tiempo y sobrevive a la desgracia.

 

Tal vez la escogiera por esto último Losada, en un intento de sobrevivir en el tiempo a su deteriorada salud a través de sus relojes, que ya por aquel entonces no era buena, y lo transmitiera alegóricamente en sus relojes.

Los indicadores horarios son en numeración romana con esmalte negro; en otros relojes del mismo modelo se pueden encontrar los indicadores en oro en relojes superpuestos en la esfera, estando el segundero en una subesfera a las VI con numeración arábiga también en esmalte negro.

Entre las indicaciones horarias, se ha dispuesto un espacio entre el indicador de las X y las II en su perímetro inferior; un espacio que está perfectamente encastado en plata de ley lisa para poner en esmalte negro la referencia de la autoría, de finura diminuta e inequívoca, ya que es el tipo de caligrafía que fue utilizada por Losada, y dice: J.R LOSADA 105 REGENT ST. LONDON 4.262.

 

Las agujas son de acero pavonado en negro, denominadas “flor de lis”; son originales del reloj y época, siendo seleccionadas expresamente por Losada para todos los modelos “REAL”.

 

La maquinaria es en latón dorado y toda en un tono verde abigarrado, característico de Losada.

Este reloj dispone de una diminuta rueda de escape dúplex de circa cinco milímetros y quince dientes. La palabra dúplex procede del latín y significa doble, sin embargo, aplicada a la relojería, y técnicamente hablando, el escape dúplex de este reloj tiene dos series de dientes largos y agudos unos, y cortos y verticales los otros. Dispone de una sola paleta, recibiendo fuerza o impulso en los dientes cortos, siendo trabajo de los largos sujetar la rueda y reposar.

A través de la pletina, se aprecia el volante característico de los relojes especiales de Losada, dotados de compensación térmica, con el objeto científico de eliminar los efectos de la temperatura en el funcionamiento de éstos, y así evitar el retraso o adelanto de los mismos, denominándose volante “cut compensation”.

 

Las piezas de primera calidad que forman el conjunto de la maquinaria y la distribución que realiza el maestro Losada, lo hacen un reloj de calidad superior, dotado de escape a detente tipo EARNSHAW, elegido por Losada para este reloj en caja saboneta de oro estilo “REAL” y, como no, de edición limitada.

Los aros en los que están encastados los rubíes están reforzados por la tornillería típica de Losada, en azul cobalto.