Reloj de tablier WALTHAM, para el legendario coche modelo Ford T.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 781 JDBC

 

 

 

Circa 1927, siglo XX.

Reloj de tablier WALTHAM de 8 días de cuerda para el legendario coche modelo Ford T. Este en concreto fue para el último modelo que se produjo para Ford T (1908-1927); provisto de patente e invento que evitaba que el traqueteo afectase a la hora.

En su pletina interior aparece grabado el nº 26288428 y el nº de la caja10213. También se ha grabado la marca WALTHAM WATCH Co, USA – 8 DAYS, 15 JEWELS.

Su caja es en latón dorado para más efecto y realce sobre el tablier, que en aquella época, era una tabla de madera a la que se fijaba el reloj por el cañón que unía corona y carrura con una pieza en forma de herradura y dos tornillos.

El sistema de cuerda, para facilitar el proceso, era por la corona situada a las 6, sobresaliendo del tablier. De ahí la gran dimensión de la corona.

 

Tablier original del automóvil modelo Ford T.

 

La esfera es en metal y la numeración arábiga, con radio luminiscente; las agujas esqueleto, con radio luminiscente para poder ver la hora por la noche.

La caja es muy hermética, para así evitar la humedad y las inclemencias del tiempo.

Disponía de patente desde marzo de 1912.

Waltham Watch Company, también conocida como American Waltham Watch Co. y American Watch Co., produjo entre 1850 y 1957 alrededor de 40 millones de relojes, relojes velocímetros, brújulas, fusibles de tiempo y otros instrumentos de precisión.

El Ford modelo T, conocido familiarmente como Tin Lizzie, irrumpió en la historia el 1 de octubre de 1908. Henry Ford, fundador de la compañía Ford Motor Company, lo llamó “el vehículo universal”, pues se convirtió en el símbolo del transporte económico y fiable. Fue el primer modelo en el mundo en construirse mediante la fabricación en cadena, toda una revolución en el mundo del automóvil.

El modelo T salía de las cadenas de montaje a una velocidad de uno cada 10 segundos de cada día laborable, llegando en el primer año de producción hasta las 10.660 unidades.

Con este modelo se sentaron las bases del futuro del automóvil: Un precio asequible y una producción masiva durante un período de casi 20 años. Incluso la incipiente industria del cine se adueñó de él, convirtiéndose en el protagonista de persecuciones inenarrables en las películas cómicas del cine mudo.

 

Henry Ford junto al automóvil modelo Ford T.

 

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.