Reloj masónico de bolsillo Saboneta de la marca PRIVILEGE, en plata repujada con inusuales motivos masones. Para el mercado de la masonería.

 

Catalogación Referencia: MIARB Nº 858 JDBC.

 

 

Siglo XX, circa 1905.

Reloj de bolsillo Saboneta de la marca PRIVILEGE, en plata de ley repujada con motivos masónicos.

La marca PRIVILEGE es una marca de DRIVA WATCH Co. afincada en Ginebra con una muy importante historia.

Esfera en esmalte blanco sobre cobre convexo con numeración romana y segundero a las VI. Agujas en latón cobalto. La marca PRIVILEGE está situada a las XII en esmalte negro.

El número de las tapas interiores es 149.443 y además aparece grabada la marca PRIVILEGE y las iniciales DC (pertenecientes a DRIVA Co.). La tapa anterior está repujada con un gran trabajo orfebre de distintos símbolos masónicos. La tapa posterior es en plata de ley lisa. En la placa de características aparece profusamente grabado: “ANCRE DE PRECISION, LIGNE DROITE”, “PRIVILEGE” “SPIRAL BREGUET, LEVÉES VISIBLES”, “DOBLE PLATEAU”. En la maquinaria aparece grabada la marca PRIVILEGE y el número de serie 171.365.

La firma DRIVA WATCH nació en 1924, a partir de una compañía inicial fundada por Achille Hirsh (ca. 1900), que probablemente fuera ACHILLE HIRSCH, VIGILANT WATCH MANUFACTORY, de La Chaux-de-Fonds. La familia Hirsch era una de las más importantes de la industria relojera suiza.

La compañía se declaró en bancarrota después del “crash” de 1929 y fue rescatada de nuevo en Ginebra en 1938. Con mucho esfuerzo, DRIVA se convirtió en una compañía bastante grande, con unos cientos de miles de piezas fabricadas anualmente. Su producción estaba principalmente enfocada a las “marcas privadas”, como grandes almacenes o relojes de marca de joyería, mayoritariamente localizadas en los Estados Unidos y América del Sur. Al igual que muchas otras marcas suizas, DRIVA WATCH no sobrevivió a la revolución del cuarzo y su actividad cesó en la década de 1970.

(Extraído del libro “Swiss Timepiece Makers, 1775-1975” de Kathleen H. Pritchard y www.classicwatch.com)

La masonería es una institución de carácter iniciático, filantrópico, simbólico, filosófico, discreto, selectivo, jerárquico, internacional, humanista y con una estructura federal fundada en un sentimiento de fraternidad. Afirma tener como objetivo la búsqueda de la verdad, el estudio filosófico de la conducta humana, de las ciencias y de las artes, y el fomento del desarrollo social y moral del ser humano, orientándolo hacia su evolución personal, además del progreso social. Así mismo, ejemplifica sus enseñanzas con símbolos y alegorías tradicionales tomadas de la albañilería o, más específicamente, del Arte Real de la Construcción, es decir, de los constructores de las catedrales medievales.

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

 

“Suiza se incorporó relativamente tarde a la producción relojera, aunque con anterioridad tuvo eminentes artífices que hubieron de realizar su obra en la emigración, como es el caso de Jost Burgui, en el siglo XVII. Curiosamente la paulatina implantación de este arte en el país helvético se produce como si fuese causa de un desplazamiento de la actividad de un país a otro. Las manufacturas se fueron instalando originariamente en el cantón de Neuchatel, por su proximidad a la ciudad libre de Ginebra, que llegó a saturarse con motivo de la expulsión de los hugonotes de Francia.

En 1541, el reformador Jean Calvin (Calvino) que era entonces alcalde de la Villa, prohibió totalmente la confección de joyas religiosas y civiles. Poco después, el Reglamento de los Orfebres de la Villa, de 1556, fue redactado de tal forma que condenó de hecho a desaparecer a estos artesanos, de los que había abundantes y muy competentes en Ginebra.

Pero en la misma época, refugiados extranjeros, expulsados de su país por causa de la Reforma, llegaron de Francia, de Flandes y de Italia, y se refugiaron en Ginebra, la villa de Calvino. Como entre ellos hubo relojeros y las ideas nuevas se acompañan de oficios nuevos, fueron los iniciadores de los artesanos ginebrinos que encontraron en la confección del reloj un nuevo campo de trabajo adecuado para reemplazar su antiguo oficio.

Desde entonces, la relojería se destaca rápidamente de las otras artes ornamentales para llegar a ser una profesión nueva e independiente. A fines de siglo, Ginebra ha adquirido una reputación de excelencia en este campo. Al aumentar en número sin cesar, los relojeros deciden agruparse y reglamentar su profesión. En 1601 la “Maîtrise des horlogèrs de Genéve” será la primera corporación relojera del mundo.

Con la aparición de los primeros relojes de bolsillo con aguja de minutos, la relojería toma el primer lugar entre las industrias de la ciudad. Antes de finalizar el siglo XVII, la relojería ginebrina es tan floreciente que hace escribir a los historiadores de la Villa: “Ginebra está congestionada de relojeros”. De hecho, son más de 500, situación que obliga a algunos de ellos a emigrar a lugares menos saturados: Nyon, Neuchatel, Berna, Basilea y hasta Ispahan, Pekín, etc.

Después de su ocasional anexión a ese país, entre 1788 y 1814, Ginebra se incorpora definitivamente a la Confederación en 1815 y a partir de esa fecha todo es ya reloj suizo.

Nombres como los de Jeanrichard, Jaquet Droz, Ducommun, Perrelet, Courvoissier, Berthoud y Breguet – estos dos últimos triunfadores en París – llenan capítulos interesantísimos de la relojería suiza.

De todos es conocido el rápido desarrollo de la industria relojera suiza, a partir de la época industrial, y hasta nuestros días, que ha abarcado simultánea y sorprendentemente todos los géneros posibles, todas absolutamente las especialidades, desde la relojería de edificio hasta los más minúsculos cronógrafos de pulsera, y que ha producido y produce obras de altísima calidad y compleja mecánica.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)