Reloj Lepine de caballero en níquel y cromo de la joyería Cuervo y Sobrinos, únicos importadores de La Habana, Cuba.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 1046 JDBC

     

Siglo XIX, circa 1895.

Reloj de bolsillo Cuervo y Sobrinos, únicos importadores para Cuba, La Habana, desde Suiza de distintas marcas relojeras. Muchas de estas marcas y otras similares eran encargos expresos a las firmas que los producían en exclusiva para distintas joyerías de reputado prestigio del mundo. En otras ocasiones, los adaptaban las propias joyerías personalizándolos. La consigna de la casa Cuervo y Sobrinos era poner su logo, por lo general grabado, en el que destaca la C de Cuervo y la S de Sobrinos en esfera y caja de forma muy visible, dando más realce a la pieza si cabe.

En esta ocasión, se trata de un reloj en níquel y cromo estilo Lepine en el que en su caja y esfera aparece grabado y esmaltado profusamente Cuervo y Sobrinos, HABANA y su propio escudo.

La esfera es en esmalte blanco sobre cobre convexo y debajo de la indicación horaria de las 12, aparece el logo de Cuervo y Sobrinos en esmalte negro. Sobre las 6 aparece “Cuervo y Sobrinos. Únicos importadores”. La numeración arábiga es en esmalte negro y las agujas, estilo Luís XVI, en latón dorado. El sistema de cuerda es a Remontuar por la corona.

Historia de la Marca.

A finales del siglo XIX, La Habana, capital de la perla del Caribe, se convirtió en lugar internacional de encuentro de intelectuales, hombres de negocios y personajes famosos. En ese espíritu de calidad de vida es donde Armando Río y Cuervo junto a sus hermanos dirigen la joyería y el taller de relojería de su tío Ramón, de ahí el nombre, Cuervo y Sobrinos.

En 1882, la familia inaugura la boutique “La Casa” en la prestigiosa Quinta Avenida de la Habana. En menos de medio siglo, esta unión de espíritu latino y de calidad suiza conquistó América. En la década de 1940 1950, Cuervo y Sobrinos alcanzó la fama como marca de relojes de lujo en el mundo. Gracias a esta herencia, la firma tiene un valor fundamental en sus orígenes y aprovecha sus archivos históricos como fuente inagotable de inspiración.

“Creado en 1798 por el maestro relojero L. Perron de Besançon. Las paletas de rubí son sustituídas  por paletas de acero templado. Este escape fue utilizado con posterioridad por Roskopf, en el año 1867 cuando creó un reloj simplificado de precio módico”. (Dictionnaire Professionnel Illustré de l’Horlogerie. G.A. Berner)