Reloj fechador de 8 días cuerda de la marca ERFU, realizado para la empresa especializada en sellos de control REINER. Eran utilizados por los militares alemanes durante la II Guerra Mundial.

Catalogación Referencia: MIARB Nº OR-002 JDBC.

Siglo XX, circa 1940.

Reloj fechador ERFU, realizado para la marca REINER, encastado en sellador de níquel y cromo dotado de bisel en latón dorado, utilizado por las empresas de la época y el ejército, entre otros.

Este sellador fue utilizado por los militares en la Segunda Guerra Mundial, incluso se personalizó añadiendo el nombre del mando militar.

Esfera en latón dorado, dotada de numeración arábiga en esmalte negro. En la misma, debajo de la indicación horaria de las XII, aparece el logo ‘ERFU’ y el término ‘PATENT’, ambas en esmalte negro. Así mismo, sobre la indicación horaria de las VI, aparece el término ‘7 RUBÍS’. En la base del fechador se disponen los mandos para la fecha y para el sistema horario am / pm, así como el sellador REINER Nº2. En la parte posterior dispone de sistema de cuerda a remontuar por corona ranurada, con duración de 8 días de cuerda. El fechador dispone de un elegante mango de madera pulido y barnizado.

El grupo de empresas REINER fue fundado en 1913 por Ernst Reiner con sede en Furtwangen, en la Selva Negra. Cuenta actualmente con tres divisiones: sellos, escáner y piezas de precisión. Reiner es una de las empresas líderes en la fabricación de sellos en Europa, así como de equipos de impresión OCR y sistemas de escáner de Alemania.

200 trabajadores motivados y cualificados desarrollan y fabrican los sellos REINER de acuerdo con los estándares más altos de calidad. Las nuevas tecnologías, así como unas modernas instalaciones, hacen posible una producción económica y de elevada precisión. Con más de 60 empresas nacionales e internacionales, así como tres compañías subsidiarias REINER SCT, IP Systeme y Horray, REINER está presente en todos los mercados clave de Europa.

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.

 

Por relojería alemana debería entenderse la relojería de los países centro-europeos de habla alemana, abstracción hecha de las actuales fronteras, como ha hecho acertadamente el autor del repertorio J. Abeler: algunos cantones suizos, la antigua Bohemia, la alta Hungría, Eslovaquia, el Palatinado, Polonia, Austria, Dinamarca y los estados que formaron la nación que tanto ha cambiado en la historia, si bien la relojería propiamente alemana del Renacimiento se localiza muy concretamente en Nuremberg y en Augsburgo’.

En épocas más próximas, la industria resurge en la Selva Negra y adquiere de nuevo gran difusión. Como fábrica de alta calidad en relojería de bolsillo es preciso citar la firma Lange & Son, de Glashütte, así como la firma Riefler, de Munich (especialista en péndulos de observatorio) y otras de cronómetros de marina en los años anteriores y posteriores a la I Guerra europea’.

(texto extraído del libro “Relojes” del maestro relojero Luís Montañés; colección Diccionarios Antiqvaria)