Reloj ecuestre de la firma BULER diseñado para el arnés de la cabecera del caballo o bien para llavero.

Catalogación Referencia: MIARB Nº 1079 JDBC

Siglo XX, circa 1960.

Reloj chapado en oro de la marca BULER, con 17 rubíes antifricción para arnés de cabecera de caballo, en la que el jinete puede ver la hora, o bien utilizarlo como llavero.

La forma de la caja del reloj es de un estribo de caballo, acorde con el deporte hípico.

La Compañía BULER fue fundada en 1945 por el grupo SSIH (Société Suisse de l’Industrie Horlogère).

Al ser una fábrica joven de mitad del sg. XX, no se veía restringida por las viejas tradiciones. Al contrario, en lo que respecta a cuestiones técnicas, ya no aplicaba enfoques de ayer, sino que adoptaba métodos pioneros. Este fue uno de los pilares fuertes de Buler, que le hizo ganarse una reputación mundialmente famosa con sus productos.

En 1954, los fundadores Charles y Albert Buhler, se retiraron de la empresa y Walter Rufli se hizo cargo de la gestión de la empresa. En ese momento, tenían 15 trabajadores en un atelier bastante pequeño situado en Oelestrasse.

En 1956, Buler se mudó a una nueva y moderna fábrica, situada al pie de las montañas del Jura, en la calle Solothurnstrasse, en el bonito pueblo de Lengnau. De esta nueva fábrica, no menos de un millón de relojes suizos se entregarían anualmente a 65 países repartidos por todo el mundo.

En esa época, sus competidores fabricaban relojes mecánicos. Los relojes Buler ofrecían una alternativa real, en el mismo rango de precios, ofreciendo relojes de maquinaria a precios razonables.

Debido a la creciente demanda de relojes Buler, la capacidad de producción se volvió insuficiente, por lo que, una vez más, se tuvo que emprender un nuevo paso importante, que sería una segunda ampliación de su fábrica, añadiendo una nueva ala. El nuevo edificio albergaría, además de diversas salas de trabajo, oficias y un almacén, también contaría con atelieres técnicos especiales y salas de ocio para el personal.

La ampliación quedó terminada en el verano de 1960, un período en que surgieron nuevas invenciones técnicas para la industria relojera. Buler aprovechó el momento para invertir en nuevos equipos de fabricación con los últimos avances. Esta innovación le permitió seguir ofreciendo un servicio realmente actualizado.

De hecho, con el advenimiento de los relojes de cuarzo, que reemplazaron a los relojes mecánicos, Buler comenzó a construir su imagen como marca optimizada en el rango de precio medio y alto. Éste fue un paso esencial en el cual Buler construyó su reputación mundial actual.

En 1990 los cambios en la alta dirección de la Compañía, afectaron su política comercial, pero una gestión nueva y dinámica por parte de un empresario privado comenzó de inmediato a restablecer su equilibro, que combinado con nuevas colecciones muy atractivas para el mercado despertaron el interés de nuevos mercados emergentes como el Lejano Oriente.

Elemento técnico de escape situado en la maquinaria. Dicha pieza, como su nombre indica, recuerda a un áncora y lo que la caracteriza es que recibe la fuerza para el impulso sobre sus dos extremos y la transmite al volante por su tenedor, que a continuación transmite a una pieza solidaria con el eje del volante durante unos instantes, mientras que la velocidad del volante es máxima dejándole libre durante su oscilación, de ahí su nombre de escape libre.