Estuche de reloj del relojero español JR LOSADA

Catalogación Referencia: MIARB Nº OR-016 JDBC

      

Circa 1856, siglo XIX

Estuche muy inusual realizado en piel grabada con pan de oro al fuego. Es un modelo utilizado por el gran maestro español de la alta relojería JR LOSADA, ubicado en el 281, Regent Street de Londres para sus relojes de bolsillo. El estuche representado corresponde al calibre de reloj nº 9 o tamaño medio de caballero.

En esta caja hemos descubierto una curiosidad para Ustedes que nos satisface y mucho, pues la hace pieza única: Esta caja se produjo en el primer taller de este maestro relojero, pues luego pasaría del nº 281 de Regent Street al nº 105 de la misma calle, por lo que es uno de los estuches que se produjeron en su primer taller de alta relojería.

José Rodríguez Losa fue un insigne relojero y cronometrista de la Cámara de SS.MM. La Reina Isabel II de Borbón y la Real Familia Española, así como de la Armada Real Española y de otros ilustres personajes de la época del siglo XIX de Europa.

Condecorado, entre otros, por Su Majestad, quien además le otorgaría numerosos premios por sus investigaciones y aportes, teniendo permiso y facultades expresas para la utilización de las Armas Reales de España en su taller y manufactura.

El maestro Losada se caracteriza, además por ser constructor de cronómetros de bolsillo para importantes buques, cronómetros de sonería, cronómetros de repeticiones, como también relojes de péndulos y relojes especiales astronómicos, o relojes de sobremesa y torre.

Este insigne relojero y maestro español destacó por la calidad, contenido, aportes y técnicas que dedicaba a cada una de sus piezas, dotándolas de un buen hacer personal que hacía cada pieza inconfundible ante las imitaciones, que dada su fama se hacían, pero provocando que éstas fueran ridículas.

Las imitaciones se descubren a simple vista, sólo comparándolas con un original, o bien si se han visto y estudiado sus piezas, ya que nunca se olvidan los toques de maestría que él mandaba realizar

en ellas.

Las falsificaciones, independientemente, suelen carecer del punzonado y no corresponden, en el caso de tenerlo, ni con los modelos ni con las numeraciones ni las épocas.

Fue tal la perfección de sus relojes de bolsillo, que pronto serían adquiridos por grandes autoridades de la época, desde reyes, a altos mandatarios, condes, marqueses, jefes de gobierno, políticos de rango y todos los importantes empresarios, así como todos aquellos que podían permitírselo económicamente y supieran apreciar una obra de arte, en todos los aspectos de diseño, mecánica y tecnología.

Ejemplos claros de Losada los tenemos y destacan el reloj de bolsillo nº 4.804 de la Infanta Isabel, o el nº 5.107, que todo parece indicar que perteneció al Presidente del Gobierno, o el del General Narváez, así como los relojes de bolsillo que pertenecieron al propio Rey Alfonso XII. Así como con el que los españoles, desde hace generaciones, nos comemos las uvas de fin de año, “el reloj de torre de la Puerta del Sol”, o los 70 relojes que poseía el Gobierno español destinados a las comisiones geodésicas e hidrográficas y al servicio de los buques.

Este insigne relojero español, nacido en 1797 en Iruela, pueblo situado en la jurisdicción de Quintanilla de Losada, en la provincia de León, fallecerá en Londres en 1870, a los 83 años de edad, dejando una gran fortuna calculada en más de 30.000 libras esterlinas de la época. Con esa cantidad, para hacernos una idea, se podrían comprar por aquel entonces 270 kilos de oro, o unos 700 relojes de oro de bolsillo o 1.600 de plata.

En uno de los orificios de la parte interior del estuche se aprecia una medalla en la que destacan dos ángeles custodiando un niño recién nacido en cuya cuna aparece grabado en relieve el linaje de los escudos de sus padres.